

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Poco se puede decir de Deyverson que ya no se sepa. El delantero, jugador del Deportivo Alavés durante dos etapas, es uno de esos perfiles ... con una energía desbordante. Un magnetismo tan cautivador como a veces agotador. Tanto, que muchas veces queda en un segundo plano un hecho que ha vuelto a demostrar: sabe marcar goles.
Así lo ha hecho en la madrugada de este miércoles. El exalbiazul ha resultado clave en el triunfo de su equipo, el Atlético Mineiro brasileño, sobre River Plate. Una victoria por 3-0 nada menos que en las semifinales de la Copa Libertadores; es decir, el equivalente sudamericano a la Champions League. Dos de los goles y la asistencia del tercero llevan su sello.
Durante su época vitoriana, sobre todo la primera (la temporada 2016-2017) demostró ser un delantero trabajador, extremadamente pegajoso en la presión, pero que tampoco destacaba por sus capacidades rematadoras. Metió siete goles -segundo máximo artillero del equipo por detrás de Edgar- una cifra solvente aunque tampoco destacada. Marcaba, pero lo suyo eran otros elementos.
También algunos ajenos al fútbol. O, más bien, al fútbol entendido como juego táctico y técnico. Deyverson dominaba 'el otro fútbol'. El que desespera al rival y a veces a sus propios aficionados. Pero el que también puede enamorar a su grada. Deyverson, el mismo que se coloca una txapela para bailar ante la grada y que también es capaz de fingir una agresión del árbitro. El héroe y el villano, aunque muchas veces no quede claro cuál de los dos domina en su cabeza.
El show de Deyverson ante River Plate 🏆🐐 pic.twitter.com/l0rJ4YKsHQ
— Out of Context Libertadores (@OoCLibertadores) October 23, 2024
Esta vez ha primado el Deyverson 'jugón'. Porque hay que serlo para regatear al portero con finura antes de marcar su primer gol o para desmarcarse y cruzar el balón en el segundo. Acciones de buen delantero que han dejado a su equipo a las puertas de la máxima gloria sudamericana. Un título que el club de Belo Horizonte no levanta desde el 2013. Ahí coincide con el también exalbiazul Rodrigo Battaglia.
El ariete culminó su actuación con una asistencia para que su compañero Paulinho cerrara el marcador. Ahí terminó el fútbol y empezó su magia. Para los resúmenes dejó un curioso amago a la hora de sacar una falta, celebraciones histriónicas o piques de todos los colores con varios rivales. Es su forma de jugar. «Soy parecido a los argentinos: cuando estamos ganando me gusta hacer tonterías y cuando estoy perdiendo, me caliento», explicaba.
A sus 33 años, Deyverson encara el fin de su carrera en un buen momento. Tras abandonar el Alavés en 2017 -el club tenía una opción de compra que no ejecutó por su elevado precio- fichó por el Palmeiras, con el que ya ganó la Libertadores en 2021 tras marcar un gol en la prórroga. Antes pasó a préstamo por el Getafe y, de forma breve, de nuevo en el Alavés. Pero su segunda etapa estuvo lejos de ser buena.
Volvió a Brasil. Primero al Palmeiras y luego al más modesto Cuiabá. Pero marcó 12 goles en liga y convenció a un histórico como el Atlético Mineiro. En agosto pagó 700.000 euros por él. De momento, tras su doblete en las semifinales -y otro previo en cuartos- el dinero ya parece calderilla. La última sorpresa de un Deyverson que sigue siendo indescifrable para propios y extraños.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.