Deportivo Alavés

Los desafíos que le quedan al Alavés antes de que acabe la temporada

Que sea oficial depende de su desempeño en las próximas semanas. Es uno de los frentes que debe atacar. Pero no el único. Desde cuestiones tan tangibles en el plano económico como obtener la mejor posición liguera posible para impulsar sus ingresos u otra cuestión vital como la renovación de su técnico, un Luis García clave durante las dos últimas temporadas pero que aún debe sellar su continuidad en Vitoria.

El premio gordo para el Deportivo Alavés será la permanencia. Una que puede llegar de forma más holgada en comparación con las de temporadas previas. Pero, si bien el puesto final que ocupe en la clasificación puede parecer secundario, el sistema de reparto económico de la Liga también obliga a tomarse esa batalla en serio. Parte de los cerca de 1.500 millones de euros que la patronal reparte entre los clubes de Primera en concepto de derechos televisivos se distribuyen de forma variable. Todos reciben una base fija idéntica -el año pasado fue de 35,6 millones- pero el criterio para repartir el resto es en base al mérito deportivo: a mejor clasificación liguera, más dinero. Ahí se tienen en cuenta varias temporadas, pero la más reciente tiene el mayor peso.

Así, no sería lo mismo para el Alavés ser el primero de los que se salvan a hacerlo con varios rivales de colchón. El plantel albiazul es decimotercero con 32 puntos. Forma parte de un amplio grupo acotado entre Las Palmas (undécimo con 37 puntos) y el Celta (decimoséptimo con 27). Siete puestos con diferencias notables en cuanto a los ingresos. Porque si el undécimo de la temporada pasada ingresó ocho millones, el decimoséptimo recibió 3,5. La diferencia entre cada puesto fue de 900.000 euros. Este curso, aunque con ligeros cambios, las cifras serán similares. El año de su descenso, hace dos temporadas, el Alavés terminó colista y debido a ello no ingresó ni siquiera un millón.

Para que esa posición sea la mejor posible, el Alavés deberá afrontar varios desafíos de nivel en lo que le resta de curso. El primero, el derbi contra la Real. Será la última oportunidad de llevarse este curso el triunfo en un enfrentamiento regional. La posibilidad de terminar con una sonrisa la que ha sido una de sus grandes asignaturas pendientes del curso. De los cinco derbis disputados hasta la fecha en Liga cuatro se han saldado con derrota: los dos frente al Athletic -también cayó en Copa- y los dos ante Osasuna. Solo en Anoeta pudo sumar un empate.

El Alavés también afronta el desafío de medirse a algunos de los mejores clasificados. Porque aún debe enfrentarse a tres de los cinco primeros: el Real Madrid, el Girona y el Atlético de Madrid. Los dos últimos duelos serán en Mendizorroza. El bloque vitoriano también aspira a recuperar la versión más determinante en su estadio. Este curso de casa se le han escapado puntos que mereció ante Las Palmas, Osasuna o el propio Real Madrid.

La permanencia puede llegar acompañada de la continuidad de Luis García. O, al menos, de que se den avances en su situación. Hasta ahora el técnico ha aplazado cualquier debate a que el equipo consiga el objetivo. Algo que, incluso en un escenario positivo, deberá esperar para sellar de forma matemática. Aunque que con el paso de las jornadas el Alavés mantenga el buen ritmo y la distancia con el descenso también ejerce de acelerante.

El técnico firmó en el verano de 2022 un contrato por una temporada con renovación automática por otra en caso de ascenso. Pero ya no existen más cláusulas. Club y entrenador deberán negociar su continuidad. Una extensión avalada por sus jugadores -Guevara dijo la semana pasada que era «el entrenador ideal» para el equipo- y que haría historia: un técnico no dirige al bloque vitoriano más de dos temporadas completas desde Mané hace más de dos décadas.

El final de temporada también plantea la oportunidad de volver a dar cabida en el once a jugadores con un contrato largo en el equipo como Abde, Benavídez o Tenaglia. O de probar a Simeone y Hagi, cuya cesión no ha marchado por el camino esperado pero a los que un buen final de curso podría reforzar.