La delantera explora nuevos roles

Los tres defensas y los carriles largos se antojan intocables. Con esa idea intenta evitar riesgos defensivos y tener siempre una alternativa en banda para aprovechar la anchura del campo. Los matices empiezan en el centro del campo. En el Sánchez Pizjuán optó de inicio por un doble pivote, dos mediopuntas y un ariete. Un 3-4-2-1, por darle una forma numérica. La idea es siempre tener variedad en la posesión, poder alternar entre el pase corto y el juego directo. En cuanto pudo, eso sí, volvió a su plan de los dos puntas, que asegura presencia en el área y, como él mismo explicaba entonces, «tiene siempre a la defensa rival preocupada».

La teoría de la evolución aplicada al fútbol. Adaptación al medio. A los futbolistas en este caso. Algo que en el Alavés tiene complicada de inicio, toda vez que sobran muchas fichas y faltan varias piezas específicas para su sistema de juego. En defensa, en los carriles, en el centro del campo... A día de hoy, salvo traspaso que parece poco probable, la línea más definida es la delantera, donde el soriano cuenta, con Lucas y Joselu, la fructífera pareja de la pasada temporada, y Deyverson, reclutado de nuevo para la causa albiazul. Miérez, en principio, saldrá cedido. Y lo de Guidetti es otra historia: no entra en los planes del club, pero encontrarle un destino del agrado de todas las partes será tan complicado como lo fue el pasado verano, sin fortuna, y en el mercado de invierno, cuando puso rumbo a Alemania.

Tres puntas para encontrar a sus Stuani y Portu albiazules. A priori, por perfiles y números, la intención original se presenta nítida. Joselu y Lucas ya han demostrado que se complementan a la perfección. El de Silleda es la referencia, el delantero que, no exento de calidad y gol, pelea y toca todos los balones, que los baja y los protege para dar aire y opciones a sus compañeros. El mejor jugador albiazul de la pasada temporada, seguramente. Bien secundado por el coruñés, el delantero que se ofrece, que tira desmarques, que, con su calidad y visión de juego, mejora los ataques de su equipo. Y que también ve puerta. 22 goles entre los dos, 11 por cabeza.

En la comparativa sale perdiendo Deyverson, que en su temporada en el Alavés firmó 7 dianas –el peor 'Pichichi' albiazul tras el regreso a Primera, detrás también de Munir (10) y Calleri (9)–. Una cada 369 minutos. Un ratio más próximo a las cifras vitorianas de Guidetti (389) que a las de Lucas (227) y Joselu (253). Un punta que, sin público, tendrá que fiar su aportación al repertorio futbolístico, en el que ya no caben las arengas a la grada, las trifulcas que eleven los decibelios o esas carreras retóricas hacia balones imposibles. Lo suyo es la explosividad, la pelea, el trabajo, la disputa aérea...

Aunque tampoco ahí sale victorioso. El brasileño fue el jugador que más duelos aéreos ganó en la temporada 2016-17, la que vistió de albiazul, con 6,7 por partido; un registro pulverizado por Joselu, el mejor en esa faceta en el último campeonato con 8,7 por encuentro. En este contexto, el delantero fluminense apunta a un nuevo rol.

Primer recambio en ataque, a priori, ya que, por características, puede relevar a Joselu como referencia que prolongue los envíos largos y a Lucas como el punta que los persiga. Un papel relevante, en cualquier caso, para evitar situaciones como las de la pasada temporada, cuando los dos titulares no tenían recambio ni competencia real. Su ausencia coincidente, de hecho, provocó que Asier Garitano tuviera que tirar de un extremo como Burke en punta con el contragolpe como única opción. Un déficit notable que la dirección deportiva albiazul trata de paliar con el retorno de Deyverson.