La culpa la tiene el tope salarial

Por lo visto cuando se pierde es por culpa del entrenador y cuando se gana, a pesar de él. Pero este no es exactamente nuestro caso. Lo importante es tener al alavesismo debatiendo entre técnico y técnico para que entre tanto el personal no mire al palco. El problema viene de muy atrás. Llevamos desde el segundo año de Primera sin dar dos pases seguidos, sin fútbol, sin que se vea algo que con el tiempo pensamos que mejorará. Hemos vivido más de la suerte y las circunstancias que del fútbol. Hemos ganado sin pasar de medio campo, y a eso le llamábamos solidez defensiva y acierto o eficacia ofensiva, cuando le teníamos que llamar simplemente suerte. Pero todos tan contentos, cuando en realidad era entonces cuando deberíamos haber sido críticos. Ya sabemos que los resultados lo tapan todo y no hay mayor mentira que esos triunfos engañosos. El fútbol es un juego donde la suerte influye totalmente. No entre el primero y el último, pero sí entre el tercero y el sexto por la cola.

Ya dije en verano que si con esta plantilla libramos la categoría, empezaré a creer en los milagros. El problema no son los entrenadores, el problema es el tope salarial. ¿Y el tope salarial quién y cómo se gestiona? Pues es un expediente X. La calidad del plantel está condicionada por la inversión que se destine y, por supuesto, por la gestión de la dirección técnica. Pero con el tercer presupuesto más bajo hay que dominar mucho la ingeniería financiera o tener mucha suerte con los fichajes. En nuestro caso se trata más de acertar que de escoger.

En una ocasión, el secretario técnico Sergio Fernández comentó algo así como que muchas veces hay que pagar los errores de una industria imperfecta pero que el mayor error sería no tomar decisiones. Pues está claro. Al menos en el tema de los entrenadores este club toma decisiones sin miramientos. Ojalá las tomase en otros asuntos financieros para aumentar el tope salarial y mejorar plantillas. Seguro que con un entrenador nos llegaba.