Coudet da indicaciones a Kike García, autor de un doblete, durante una pausa del partido contra la Minera del jueves. Prensa2

Los cuatro días de dolor y dudas del Alavés

El cese de Luis García, la llegada de Coudet y el duro batacazo copero han sembrado de interrogantes el futuro del club

Sábado, 7 de diciembre 2024, 00:20

La tranquilidad del Deportivo Alavés voló por los aires a las 18.38 horas del pasado lunes. Entonces el club anunciaba la destitución de Luis García, el entrenador que más estabilidad había dado a la entidad en las últimas dos décadas. Era el inesperado ... y doloroso final de una etapa que iba mucho más allá de los resultados deportivos. Al agónico ascenso y la brillante permanencia sumaba su fuerte conexión con el alavesismo. García era uno más de ese sentimiento. Por eso, su marcha daba una sacudida que a lo largo de los días ha encontrado diversas réplicas. A la llegada de Coudet se ha sumado la despedida del extécnico y, sobre todo, el batacazo copero. En cuatro jornadas la dinámica albiazul ha dado un brusco giro de guion hacia un escenario pleno de interrogantes.

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La mezcla de emociones en la parroquia vitoriana va del dolor que deja la marcha de un símbolo muy querido por la grada a las dudas por la pésima imagen del equipo en Copa ante la modesta Minera. Pasando por la incertidumbre que siempre levanta un cambio en el banquillo y las novedades tácticas que ese relevo conlleva. Demasiados vaivenes para una hinchada que se había acostumbrado a una inusual tranquilidad cuando miraba al banquillo. Las cuitas ya no estaban en el terreno de juego. Con sus altibjaos, la grada veía a un equipo reconocible, presa de demasiados errores pero también con el crédito ganado por sus momentos de buen fútbol.

El anuncio del fichaje de Coudet se produjo apenas dos horas después de la oficialización del cese de García. Un movimiento previsto ante el palpable bajón numérico en las últimas semanas. Pero su aterrizaje obligaba también a un proceso de adaptación interno y externo. Un trabajo para acostumbrarse a las particularidades del nuevo inquilino del banquillo, pero sobre todo para aclimatarse a sus propuestas. Porque el argentino tiene poco en común con el madrileño. El suyo es un estilo diferente que parte de un dibujo distinto.

Nuevos roles y posiciones

Si para García lo importante era llegar al campo rival, sin dar especial importancia a un elaborado proceso de construcción, Coudet prioriza construir con paciencia desde atrás. Para ello necesita, sobre todo, que sus centrocampistas se comporten de una manera diferente. Ningún ejemplo más claro que el experimentado con Guridi. De mediapunta indiscutible de incansable trabajo a partir escorado a la banda izquierda contra la Minera. La apuesta por dos delanteros también sugiere matices diferentes que el plantel vitoriano deberá procesar. El técnico también deberá detectar los límites de su plantilla y adaptarse a ellos.

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La primera prueba salió mal. Muy mal. Porque, más allá del comprensible periodo de adaptación que tanto técnico como jugadores necesitan, la propuesta vitoriana en Cartagonova fue del todo deficiente. Incapaz de imponerse a un adversario aguerrido, pero al que aventaja en tres categorías. El Alavés quiso salir a mandar y no supo hacerlo. Le faltaron mecanismos para mover mejor la pelota. Pero tampoco logró imponerse cuando el escenario le obligó a remangarse y retomar el control del partido como fuera. Ahí volvió a fallar en ambas áreas. De su fragilidad defensiva para encajar dos goles a los evidentes problemas para convertir sus ocasiones.

Mente frágil

El Alavés desaprovechó, además, el factor anímico que pudo haber supuesto arrancar la nueva etapa con victoria. Que una alegría permitiera recuperar cierta alegría tras varios días convulsos. Pero la eliminación no ha hecho más que ahondar en el pobre estado anímico de un equipo que ahora es una sombra de la vigorosa plantilla que arrancó el curso. La moral, tanto en la grada como en el césped, está bajo mínimos. El trabajo de Coudet también deberá insuflar entusiasmo a un bloque que necesita verse bien para rendir.

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El atrevido dibujo del nuevo técnico deberá adaptarse a las condiciones del grupo

Todo, en apenas cuatro días de dolor y dudas. Margen escasos para procesar la suma de acontecimientos y también para trabajar en corregir los errores. El Chacho se estrenó en el cargo con apenas dos entrenamientos y podrá dirigir otros dos antes del derbi de mañana. Otra preparación a contrarreloj para afrontar otro encuentro de notable dificultad. Un choque, además, ante uno de los adversarios más consistentes. Osasuna destaca por la identidad que ahora está difuminada en el Alavés. La primera prueba de fuego de Coudet. Solo unos días antes de medirse ante el Athletic en Mendizorroza. La vuelta a casa dos semanas después de que el Alavés entrase en un nuevo escenario plagado de incógnitas. Deberá resolverlas con celeridad para evitar que se reproduzcan.

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