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Mikel Etxarri (Lasarte, Gipuzkoa, 75 años) encaja con precisión en el concepto de hombre de fútbol. Le contemplan décadas pegado a un deporte que conoce a la perfección y en el que ha hecho prácticamente de todo. Jugó hasta que una lesión lo retiró a ... los 27 años, entrenó a varios equipos y durante años dirigió el fútbol base y el crecimiento de la Real Sociedad. Incluso fue el máximo responsable de la cantera del Deportivo Alavés en 2008. Ya retirado tras su paso por el banquillo de la Euskal Selekzioa, reconoce seguir viendo «mucho fútbol» y atiende a EL CORREO a pie de campo, siguiendo de cerca un entrenamiento. Su amplio conocimiento le permite trazar un perfil del Alavés y la Real Sociedad antes del derbi del domingo y alabar a técnicos con los que mantiene una buena relación.
- Alejado definitivamente de los banquillos, ¿a qué se dedica?
- Normalmente preparo alguna conferencia y colaboraciones con las escuelas de entrenadores. Y ver mucho fútbol. La Real y el Sanse siempre, pero los cercanos también, entre ellos el Alavés. Grabo partidos en los que haya muchos goles y hago cortes de acciones positivas y negativas. Mucho fútbol, descansado, ya sin responsabilidades.
- Profesor más que técnico.
- Me jubilé en 2015 en la Real. Estoy metido en el fútbol, pero con acciones pedagógicas.
- Dice que sigue viendo muchos partidos. ¿Ha cambiado el deporte en los últimos años?
- La importancia más grande se la doy a la velocidad y la técnica. El nivel físico y técnico es muy superior a nuestros años. En todos los equipos hay jugadores muy buenos. Quizá en el orden táctico todavía persisten errores que deberían corregirse a través del entrenamiento. En el fútbol la velocidad es impresionante y también la preparación física.
- ¿La tecnología ha ayudado en ese crecimiento?
- Tienes muchas cámaras y ves a todos los jugadores a la vez. Para el cuerpo técnico es una herramienta excelente. Hay algunos aspectos de la aplicación de las tecnologías que pueden decir cosas, pero otros muchos no me dicen demasiado. Parece mentira que te lo diga yo, que con la Real Sociedad fuimos de los primeros en meter tecnología en varias cosas.
- Estuvo muchos años en el club donostiarra, pero también unos meses en 2008 como director de la cantera del Alavés. ¿Le supo a poco?
- Me dio pena porque durante esos seis meses estuve muy contento, perfectamente identificado. Estábamos intentando coger fidelización de los clubes de Álava. Era algo que faltaba y después con Javi Zubillaga lo hicieron perfectamente. Me fui con auténtica pena. Del grupo que teníamos salieron dos jugadores al Athletic, Igor Martínez y De Marcos, 'Oscarín', como le llamaba yo, que sigue en Bilbao. Estuve muy contento en Vitoria, lo pasé bien y la relación con la gente del club estuvo muy bien. A última hora se consiguió la permanencia, además. Sigo con mucho cariño al club. Fueron seis meses de trabajo después del trago de haber bajado con la Real Sociedad y fue un trabajo muy tranquilo, con mucha ilusión.
- Hablaba entonces y lo sigue haciendo ahora de unificar la cantera alavesa. ¿Percibe una mejor salud?
- Sin lugar a dudas. Lo que pasa es que también ha tenido momentos en los que no se ha podido hacer mucho con la cantera. Pero el Alavés ha tenido jugadores de casa. Esos dos que te he dicho y uno al que le tengo mucho cariño, Manu García. Fíjate los años que ha dado. Yo entonces veía prioritaria la fidelización de los clubes de Álava con el Alavés. La cercanía del Aurrera y el San Ignacio da una posibilidad de tener a todos al lado.
- ¿Cómo ve al equipo esta temporada?
- En principio les vi como si no estuvieran seguros de la categoría. Empezaron con muchas dudas. Aunque creo que todos han hecho un buen trabajo. Pero en el fútbol, cuando no te salen los resultados, intentas cambiar. Con Calleja intentaron hacer un buen fútbol, pero no tuvieron suerte. Faltaba más definición, han estado muy pendientes de Joselu. Al perder a Lucas Pérez no ha tenido otro refuerzo en ataque de su nivel. Pero defensivamente ha estado bien. Mendilibar empieza su etapa empatando los derbis y abajo da la sensación de que los empates no valen, pero está a tres puntos de poderse salvar. Contra el Sevilla, si alguien mereció ganar, fue el Alavés. Ahora le veo como un equipo muy fuerte, pero hay que meter gol de vez en cuando.
- Conoce bien a Mendilibar. ¿Le parece el perfil adecuado para afrontar esa pelea con el Alavés?
- Le veo un entrenador con un perfil para cualquier tipo de equipo. Es atrevido, valiente, con mucho conocimiento del juego. Sabe meter caña a los equipos. Pero hay que tener en cuenta la calidad de los jugadores, son los que pueden resolver.
- También conoce bien a Imanol Alguacil de su etapa como jugador. ¿Se lo imaginaba llegando a Primera?
- Hay una foto curiosa. Es el año 1995-96, con 'Jabo' Irureta como técnico de la Real. Trabajo también como tercer entrenador y tengo debajo de mí a Unai Emery y encima a Imanol. No sé si en esa plantilla hay 14 entre entrenadores y directores deportivos. Está Roberto Olabe, Loren, Karpin, Javi Gracia... No podía pensar entonces que iban a ser entrenadores de Primera.
- ¿Le parecen dos técnicos de un perfil similar? Carácter, intensidad, pasión...
- Eso es. Verdaderamente concentrados en su materia, con ideas claras y muy exigentes. Pero también muy abiertos. Las veces que les he visto entrenar lo hacen con toda naturalidad, no tienen distanciamiento con los jugadores. Les gusta ser amigos, entre comillas, de ellos.
- Como técnico, ¿qué concepto le gusta más?
- Ninguno (ríe). Tengo fama de ser muy defensivo con los dos años que hice en Eibar en Segunda. No me gusta demasiado el juego de iniciación. Mendilibar me toma el pelo y me dice: «Tú atrás cero, pero delante también». Creo que José Luis es todavía más lanzado que Imanol, más atrevido con el equipo. Él te lo dice claramente: «Si yo sé que jugando atrás voy a sacar algo, jugaría así, pero el equipo grande me va a ganar igual jugando delante o atrás, así que voy a intentar jugar delante a ver si gano el partido». Cada uno tiene sus armas. Lo que me gusta es su vehemencia, entrega, capacidad para sacar fruto de todos...
- La Real Sociedad parece haber encontrado en Imanol la estabilidad.
- Llevan tres o cuatro años extraordinarios. Parece que ahora están saliendo las dudas, pero el equipo ha sufrido mucho con lesiones, carga de partidos... Está más bajo que hace cuatro meses, pero el fútbol es así.
- ¿Ve peligrar Europa?
- Puede lograrlo. Contra el Real Madrid jugaron muy mal y también contra el Leipzig en la Europa League, pero van sextos a dos puntos del Betis, quinto. En el fútbol tienes rachas.
- Lo que sí que goza de buena salud es su cantera.
- En ese proceso la importancia la tiene el último paso. La Real y el Athletic están sacando jugadores, pero también Osasuna ha sacado. Incluso el Alavés ha tenido momentos. El problema está en el último paso, en el atrevimiento de meterlos en Primera y que te funcionen. Son muchos años de ese estilo y esa forma de trabajar. Todos los entrenadores, incluso los extranjeros, han tenido esa paciencia.
- ¿Es lo que falta en Vitoria?
- Igual falta el tiempo que te da la estabilidad del equipo en Primera. La Real, al bajar, tuvo que empezar de nuevo con la cantera. Cuando el equipo no marcha, tiras de gente de fuera. Si te sale, sigues adelante; si no, tienes que partir otra vez de abajo. En Álava lo que me daba pena es que estando la Real, el Athletic y Osasuna junto a ti y viendo cómo funcionaban los jugadores de esas canteras, no lo hiciera el Alavés porque no había una fidelización. En Álava, también; Vitoria tiene muchos habitantes y los pueblos son pequeños. No hay ese movimiento en toda la provincia. Al final en Llodio y Amurrio tiran más hacia Bizkaia; el Ariznabarra, a la Real... Es una pena. También hay menos habitantes. Son años de mucho trabajo, pero desde un principio. La Real, cuando gana la Liga, tiene a todos los jugadores de aquí. Luego el Athletic se hizo fuerte. Ahí sacó futbolistas del Alavés y Álava: Zubizarreta, Karanka... futbolistas que la provincia tenía y acababan allí.
- Atrévase con un pronóstico para el derbi.
- Resultado no te puedo decir porque no acierto nunca. Pero va a ser reñido y duro para los dos, seguro.
Con más de 50 años de carrera en diversos puestos, Etxarri ha presenciado en primera persona la continua evolución del fútbol. Celebra los avances técnicos y tácticos que se han producido en las últimas décadas, pero también reconoce cierto desencanto con algunas facetas. Sobre todo, en lo que respecta al arbitraje. «No me gustan las intervenciones del International Board (organismo que establece las normativas); algunas no veo para qué sirven», asegura. Entre ellas, que el saque de centro pueda realizarlo solo un jugador hacia atrás, algo ilógico «si queremos acciones cara al gol».
Tampoco comprende «el problema de las manos» que, a su juicio, «ha puesto muy difícil el arbitraje» de esas acciones. «A un exárbitro le decía que es muy difícil que se equivoquen porque una jugada se puede arbitrar de seis formas diferentes. Me quedo con los árbitros de antes y su apreciación de la voluntariedad o no», sentencia el veterano técnico.
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