Coudet busca la defensa perfecta

El entrenador argentino deberá rearmar una defensa que, paradójicamente y a pesar de los «errores muy graves» a los que aludió después de caer (0-2) frente al Rayo Vallecano, se había convertido en la zona más estable del equipo en el último mes. Tenaglia, Abqar, Mouriño y Manu Sánchez habían sido la línea de cuatro titular frente a Mallorca (1-1), Villarreal (1-0), Las Palmas (2-2) y el conjunto vallecano. Ahora, el muro se ha roto por la décima tarjeta que vio el argentino el pasado sábado. El castigo hace que el '14' salga de la ecuación, obligando al Chacho a reformular una retaguardia que ha tenido cinco configuraciones diferentes en las 14 jornadas que lleva en el cargo. El técnico tendrá que mover piezas e incluso podría cambiar el sistema en Girona. Los tres centrales están sobre la mesa.

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Coudet deberá dibujar un nuevo boceto defensivo que les proteja en Montilivi. Y en ello lleva trabajando toda la semana. Desde el pitido final ante el Rayo, el cuerpo técnico y los jugadores han incidido en corregir los fallos que les penalizaron frente a los madrileños y anteriormente. Las primeras charlas se enfocaron en cómo evitar unos despistes que les están minando. El diagnóstico es claro pero el antídoto es difícil de hallar. Pero una vez superado el shock y ya enfocados en el Girona, el vestuario está mentalizado en ganar.

«Está en nuestras manos seguir fuera del descenso», afirmó Blanco transmitiendo el sentir de la caseta. Sin embargo, otra derrota podría abrir de nuevo la puerta a cambios en un momento crítico de la temporada. Los 19 goles encajados en 14 jornadas por el Alavés del Chacho (1,3 por duelo) y su única portería a cero hacen que necesiten una defensa perfecta para estar tranquilos. Con este objetivo el miércoles, en Mendizorroza, disputaron un partidillo frente al filial que el preparador argentino utilizó de banco de pruebas. Sin Tenaglia, la opción lógica es la de situar a Hugo Novoa, el otro lateral derecho de la plantilla, en su puesto. Pero los problemas en el pubis del gallego han hecho que apenas haya disputado cinco partidos y 234 minutos en esta Liga.

De hecho, el ex del RB Leipzig no se viste de corto desde el 2 de febrero, cuando jugó el último cuarto de hora de la derrota en Barcelona (1-0). Eran sus primeros minutos desde el 24 de septiembre, cuando fue titular y completó todo el partido en el traspié en el Bernabéu (3-2). Demasiado tiempo fuera para un Novoa que ya está en plenas condiciones. A pesar de ello, sus opciones de ser titular, vistos los últimos choques y que Coudet le ve más como extremo, están en cuarentena, alimentando otras variantes atrás.

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«Mi posición es la de central. Obviamente, de lateral lo hago bien defensivamente pero ofensivamente me cuesta un poco más», reconoció Mouriño en este periódico. En el cuerpo técnico destacan la polivalencia del uruguayo y su capacidad física para rendir en la banda. Y en Montilivi, la exigencia será máxima con Miguel Gutiérrez y Asprilla delante. Sin embargo, salvo ante el Real Madrid y en los primeros minutos de la derrota en Vallecas, Mouriño ha ocupado el eje de la zaga, dotándola de mayor solidez. Moverle al lateral sería una garantía pero rompería una dupla con Abqar que se ha afianzado en las últimas cinco jornadas.

Si el uruguayo pasa a la banda, Diarra o Garcés ocuparían su lugar. En este caso, el maliense estaría en la 'pole' para ser titular en Girona. Aunque ha perdido su sitio por el despegue de Mouriño y Manu Sánchez en las últimas jornadas, es el séptimo futbolista más utilizado por Coudet (913 minutos). A pesar de sus despistes, el argentino valora su velocidad. Y Diarra se siente cómodo en una defensa de tres. Una variante que ha ensayado esta semana y que sólo utilizó de inicio en el empate (2-2) en Mestalla. Entonces, como ahora, Tenaglia estaba sancionado. «Nos teníamos que adaptar a su ausencia», dijo un entrenador que no descartó repetir ese esquema en el futuro.

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En Valencia, Carlos Vicente fue el carrilero diestro. El aragonés, suplente frente al Rayo y con menos minutos últimamente, se desenvuelve con soltura en ese puesto como demostró en Balaídos. Es por ello que la apuesta por los tres centrales podría ser la elegida en Montilivi a pesar de que las veces que la ha utilizado Coudet para cerrar los partidos –Leganés (3-3) y Las Palmas (2-2)– acabó con el triunfo transformado en empate por sus concesiones y los goles rivales en el descuento. Sólo salió cara en Mallorca, conservando el punto (1-1). «La idea era estar fuertes en la parte central», resumió en esos casos el Chacho. Un deseo que quiere que se cumpla en Girona para despejar el horizonte albiazul.