Una confianza ya quebrada en octubre

La victoria ante el Atlético de Madrid a finales de septiembre atemperó un tanto ese nerviosismo inicial, aunque las primeras dudas se convirtieron en certezas hacia un cambio con los tropiezos ante el Athletic y Real Betis. Según ha podido confirmar este periódico, desde el club albiazul se llegó incluso a sugerir al propio Calleja la posibilidad de llegar a un acuerdo para su finiquito, a lo que el preparador madrileño se negó. Con dos años firmados y convencido de su trabajo, rechazó de plano tal posibilidad. Según ha sabido EL CORREO, el propio entrenador comentó incluso a sus futbolistas en el vestuario la propuesta de salida que le había trasladado el previamente el club. Los jugadores le mostraron todo su apoyo y llegó la victoria en Cádiz. Un pequeño respiro al que se dio continuidad posteriormente con la racha de otras cuatro jornadas puntuando.

Para entonces los primeros contactos con Mendilibar ya se habían producido. Parecía entonces que el Deportivo Alavés había encontrado el rumbo adecuado, aunque la confianza estaba quebrada. Inesperadamente y en el mejor momento del curso, el equipo volvió a caerse. Aparecieron las dudas, las derrotas y la debacle copera de Linares. Es el momento en el que se reanudan los contactos con el que fuera preparador del cuadro armero, que incluso llega a rechazar la oferta del Levante a la espera de la llamada definitiva desde las oficinas del Paseo de Cervantes. Sólo faltaba por saber en qué fecha iba a producirse.

La mala imagen que el Deportivo Alavés muestra en Vallecas y el tramo final del choque de Villarreal refrendan la idea de un cambio de entrenador. Lo errático del rumbo albiazul ha sido un factor de peso para el cambio en el banquillo de un equipo también necesitado de retoques en su plantilla. Sin embargo, ciertas decisiones de Calleja en la gestión de su grupo de futbolistas y en la confección de sus alineaciones también han ayudado a la hora de deteriorar una relación que ya se encuentra en su capítulo final.