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Iván Martín (Bilbao, 22 años) ya es futbolista del Deportivo Alavés. El club confirmó ayer su incorporación y culmina con éxito una de las operaciones que ocupaba un lugar privilegiado en su agenda. Su perfil responde a una oportunidad de mercado habitual para el club ... vitoriano: futbolistas jóvenes sin sitio en grandes clubes pero que buscan una plataforma desde la que dar el salto a Primera. Martín llega cedido tras apenas una temporada en el fútbol profesional, pero avalado por su rendimiento en el Mirandés, y sobre todo, por Javi Calleja. El técnico lo tuvo a su mando en las categorías inferiores del Villarreal y lo acogió bajo su radar cuando entrenaba al primer equipo. No llegó a estrenarse en la élite con él -su único partido con el primer equipo lo jugó en Copa con Luis García Plaza como técnico- pero es un futbolista de su agrado y que encaja dentro de su estilo de juego. Estaba llamado a hacer la pretemporada con el primer equipo, pero ha encontrado en Vitoria un destino donde tener minutos.
Iván Martín Nació en Bilbao hace 22 años, aunque se crió en la localidad murciana de Torre Pacheco.
Trayectoria Con trece años llegó al Villareal y el año pasado jugó cedido, con gran rendimiento, en el Mirandés.
Cualidades Parte de la banda derecha del ataque, aunque es un extremo más dado a conducir y jugar por dentro.
Martín, nacido en Bilbao pero criado en la localidad murciana de Torre Pacheco, responde a un perfil de futbolista muy del agrado de Javi Calleja. Aunque acostumbra a partir desde la banda derecha del ataque, no es un extremo clásico. Tampoco es un jugador que actúe pegado a la línea lateral, llegue a línea de fondo y ponga centros al área. Parte desde la banda -en Miranda lo ha hecho desde la derecha, aunque también en algunos desde la izquierda y por dentro-, pero se aleja mucho de la definición de extremo que ha triunfado en Mendizorroza en las últimas temporadas. Martín necesita ser protagonista en el juego de su equipo. Sus virtudes solo destacan cuando tiene la pelota en sus pies.
Su talento explota cuando encuentra un ecosistema que le proporcione balones. A partir de ahí, es capaz de romper líneas desde la conducción, siempre con el balón pegado a la bota, y decidir si ejecuta un pase, un regate o se atreve con el disparo. En su curso en Anduva ha marcado cuatro goles y dado seis asistencias. Aunque también puede actuar en el doble pivote -ahí ha jugado en ocasiones con la cantera del Villarreal, cerca de la base de la jugada-, es por delante, en la línea de tres cuartos, donde mayor encaje tiene.
Comparte, por lo tanto, cualidades con el anterior fichaje albiazul, Manu García. Son dos incorporaciones en dos días que perfilan un estilo de juego diferente al que en los últimos cursos ha puesto en práctica el Alavés. Martín y García son, además de jugadores talentosos con el balón y cómodos en un sistema que busque proponer más que reaccionar, mediapuntas. Una posición sin apenas exponentes en el último lustro, en el que el 4-4-2 se ha consolidado como el esquema predilecto de los sucesivos entrenadores albiazules. Aunque Manu puede jugar en posiciones más retrasadas, ambos se sienten más cómodos en la línea de tres cuartos. El ejemplo más reciente de un perfil similar es el de Jota Peleteiro, diluido tras un bajón de rendimiento y sin hueco en unos esquemas que primaban otro perfil de jugadores.
El Alavés tiene ante sí la oportunidad de reescribir su guion en Primera. Pasar de ser un equipo que sufría cuando tenía el balón a uno que lo necesita para mostrar su mejor versión. Calleja ya esbozó el curso pasado un tímido cambio de estilo que volvió a confirmar tras su renovación. El técnico habló entonces de que iba a haber «un sello claro y se va a ver desde el principio». El director deportivo, por su parte, está convencido de poder armar una plantilla «que nos hará sentirnos orgullosos». Ahora son los nuevos fichajes los que avalan ese cambio en el discurso.
Su llegada, además, deja el centro del campo casi cerrado. La polivalencia de Toni Moya completa una zona ancha en la que ya figuran Tomás Pina, Pere Pons y el canterano Abdallahi. Aunque el club no se olvida del nombre de Battaglia, con el que quiere contar pero cuyo retorno no es sencillo. Tampoco descuida posibles llegadas para los extremos como la de Facundo Pellistri, también a fuego lento.
El mercado «está llevando la evolución que está llevando» y, además «hay poca capacidad de poder incorporar jugadores», resume el director deportivo albiazul. Por lo tanto, le toca explorar caladeros donde la competencia sea menor y que, además, encajen dentro de la complicada economía del club, que volverá a contar con uno de los límites salariales más bajos de la categoría.
Uno de ellos es el de la Segunda División. De ahí acaba de llegar Iván Martín, uno de los mejores jugadores del Mirandés durante el curso pasado, en el que se estrenó en el fútbol profesional. También en la categoría de plata ha jugado Manu García, aunque su perfil es algo diferente al de Martín. Éste ya era, al arranque de la temporada, un jugador cotizado y su marcha a Primera responde a un interés por seguir creciendo al no haber logrado el Sporting ascender a la máxima categoría.
Toni Moya y, un año antes, Carlos Isaac, han llegado desde Segunda B, aunque también bajo el paraguas de grandes canteras que ya dejaron en Vitoria jugadores de rendimiento notable. Taichi Hara ha aterrizado desde el Istra en un movimiento de perfil bajo pero que podría repetirse en los próximos años si el club croata continúa ejerciendo el rol de trampolín.
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