Alavés 1-Real Betis 0

Con paso firme

Yendo a lo puramente deportivo, baño de principio a fin del conjunto alavesista al bético, donde la actitud compensó con creces la teórica superioridad en aptitud individual del rival. Con ambas escuadras con bajas, el Alavés tiró de un once novedoso pero sumamente reconocible y que bien podría competir sin suspicacias en cualquier partido liguero. En cuanto a posiciones, lo más llamativo fue retrasar la de Sola al lateral derecho. A la postre fue de los hombres más destacados, junto al extremo Luis Rioja por la otra banda. La profundidad por ambas y la cantidad de centros laterales propiciaron que tras la reanudación llegara el gol de Benavídez al aprovechar un rechace. El trabajo del centrocampista uruguayo como el de Kike en punta, que fueron de la partida, engrasó a un conjunto que minimizó al andaluz.

De hecho, el portero local Owono fue un mero espectador más y los duelos entre pares de sus compañeros resultaron siempre ganadores. Es así como se entiende el demérito de un Betis desdibujado sobre el campo pero sobre todo el mérito de un Alavés que sudó y presionó lo que no está escrito para conseguir un rendimiento coral. Ya en la primera parte, el lateral reconvertido a central por necesidad, Tenaglia, cabeceó al palo, pero es que se sacaron más del doble de saques de esquina que el contrario. Y es que encima el Betis sólo intentó reaccionar demasiado tarde, cuando pisaron el campo futbolistas con la calidad de Fekir y William Jose. Tampoco me extrañó sobremanera observar a un oponente tan desangelado, que hubiera firmado desde el principio llegar a los penaltis, sobre todo cuando es incapaz de pasar de ronda en la Europa League frente a un adversario escocés y ante su parroquia. Una vez más, la enseñanza es que la calidad no debe ir reñida con el esfuerzo y en este sentido otra vez el albiazul Hagi desperdició la oportunidad de reivindicarse. Se necesitan futbolistas comprometidos en hacerse notar sobre el terreno de juego, bien recuperando balones, pero también que lo jueguen cerca del área contraria. Un poco más atrás en la medular tenemos a un vivo ejemplo como Guevara, pero en las zonas calientes de tres cuartos necesitamos algo más. Anoche volvió a tener sus minutos el recuperado Simeone y todo será poco para llegar con peligro suficiente a esas inmediaciones y así afinar el promedio de puntería contra la portería rival.

En este sentido, ayer no hizo ni falta meter al campo al otro delantero Samu ni tampoco el vídeoarbitraje, que no se emplea en la Copa, porque vivimos un partido de guante blanco, donde el compromiso y físico local atisbaron cualquier indicio de rebelión. Por lo que una vez sigue latente la esperanza copera, toca trasladar al vital campeonato liguero las buenas sensaciones en puntos de una vez por todas.