El estreno soñado

Mágica acabó la noche en Vitoria con el doblete goleador, tras la reanudación, de un viejo rockero como Kike García que siempre recordara su debut con el once babazorro. Que fue sorpresivo con la alineación del extremo Alkain para reivindicarse y que junto a sus compañeros exrealistas Gorosabel, Guevara y Guridi dotaron al equipo del compromiso más que necesario para la causa. Aunque no es nuevo, siempre ayudan las sinergias entre futbolistas forjados en la misma cantera para sentar las bases de que no se nos pueda ganar fácil.   

Fue importante la vuelta al esquema de cuatro defensas para jugar de tú a tú a un rival que habrá dormido con pesadillas esta noche. Para eso hubo que sacrificar de principio al joven central cedido Rafa Marín y al pivote Antonio Blanco con un Benavídez que ayer se antojaba más necesario en el ancla de la medular. Pero me quedo con el enorme ir y venir de la doble G, con Guevara y Guridi en el centro del campo, pese a que los dos zurdos de la banda izquierda, Luis Rioja e inusualmente Duarte, se llevaran los agasajos de sus golazos desde fuera del área.

También el Sevilla marcó lo suyos, menos mal que uno en cada parte, con Lamela en la primera y Rafa Mir en el descuento del final para acortar distancias. Porque el autogol del local Abqar en la primera mitad puede considerarse un regalo para justificar la igualdad hasta el descanso y una prueba de la fe de este conjunto. Un empate roto en una continuación que sorprendió gratamente a propios y extraños con un Alavés que lejos de esperar a verlas venir olió a sangre para machacar a una escuadra hispalense sin poder de reacción pese a los cambios. Mientras que los locales reforzaron las bandas con otros 'extremos' como Javi López primero y Miguel después, hasta que pueda llegar algún refuerzo más, aunque ayer nadie lo diría.

Hubo que acabar con tres centrales y un llanero solitario como Sylla arriba peleándose a diestro y siniestro, pero hay que reconocer que todos firmaríamos esta solvencia casera. Y eso que ayer empezamos la casa por la ventana, pero bienvenido sea un brindis al sol, ya que lo normal es que minimicemos la calidad oponente y saquemos chispas cuando nos acerquemos a la portería del contrincante. El objetivo es que este triunfo no sea un espejismo, que sigamos siendo conscientes de que lo que se ponga a tiro a la cazuela hasta el cierre del mercado veraniego. Que sepamos que la próxima visita a Getafe será otra guerra, más difícil que el encuentro del Sevilla y que la próxima visita del Valencia ya en sábado, que también le ganó y a domicilio.

Para entonces ya tendremos todas las cartas en la mano hasta el invierno, con otro plus como la vuelta –ya antes del seguido parón de selecciones– del lateral derecho argentino Tenaglia para aumentar la competitividad de la plantilla. Lo que es el caprichoso mercadeo de fichajes, donde de no tener ningún especialista experimentado ahí, a ir hasta sobrado ahora.

Pero no hay que confiarse demasiado porque la temporada se hará larga y en Primera división toda calidad es poca para no repetir experiencias desagradables. El caso es que la primera alegría de la campaña 2023-24 ha venido de forma desbordada y solo queda que no nos ciegue un sol que ya empieza a sonreírnos por el recién estrenado camino entre los mejores.

ANÁLISIS

carlos martínez