Después de la debacle copera con el nuevo técnico Coudet y muchos titulares, el Alavés rescató un punto a domicilio en el derbi contra Osasuna. Y no pudo empezar mejor el duelo, con un primer gol de Kike García, antes del minuto de juego, tras ... una jugada iniciada por la banda izquierda. El mayor damnificado con el cambio de entrenador fue precisamente el lateral izquierdo Manu Sánchez, que también vino del Celta como el Chacho. Con Diarra en el once, apostó por un defensa más físico y también con Jordán en vez de Guevara para mejorar la creatividad en la medular.
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Pero la verdad es que la alineación de ayer bien pudiera haberla firmado el destituido Luis García. Incluso los cambios tras la reanudación. Y en cuanto a sistema, más de lo mismo, a falta de recuperar ese estado anímico con una victoria que tanta falta hace. Porque durante la primera parte, Osasuna no despertó hasta el final, pero sin el suficiente peligro para empatar. Otra cosa fue la reanudación, donde el equipo local sumó a su dominio los remates a puerta hasta conseguir la remontada. Y menos mal que otra vez San Sivera paró todo lo que humanamente pudo para que no nos apuntillaran, aunque también los rechaces favorecieron a los locales.
Es lo que pasa cuando te merodean tanto el área, aunque el gol de Guridi en propia puerta fue de mala suerte. Y menos mal que cuando pintaban bastos, el Alavés sacó a relucir algo de corazón y cabeza para puntuar en un campo siempre difícil y ante un rival a veces atosigante. Tuvo que volver a aparecer Kike García para aprovechar una gran asistencia de Carlos Vicente, aunque también fue primoroso el primer pase de Abqar para el extremo. Y aunque a los puntos pudo merecer algo más el contrario, hay que resaltar que el Alavés no bajó los brazos.
Lo más importante es que por lo menos se volvió a sumar a domicilio y como dicen, habrá que hacer bueno el punto con una próxima victoria en casa que nos empiece a despejar las dudas de la ecuación. Aunque todavía en una zona casi crítica y ante la próxima visita de un Athletic imparable, puede ser un momento inmejorable para dar la sorpresa y alejar fantasmas. Será otro derbi de aúpa y en Mendizorroza hay que empezar a sumar de tres en tres, para ahuyentar el descenso. Y para así, acabar el año en Valencia, ante una plantilla más hundida si cabe y aunque con partidos atrasados, nos recibirá con uñas y dientes.
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No toca otra que cambiar el chip a positivo y dejar en un segundo plano que somos una de las escuadras más goleadas y con peor 'average'. Aunque hemos mejorado en ataque y Kike García sigue siendo un seguro, tenemos que apuntalar la defensa cuanto antes. Por no insistir en que tenemos a uno de los mejores porteros de la Liga y que sin él –que ayer actuó merecidamente de capitán arengando a sus compañeros–, podríamos ver la situación más gris. No nos queda otra tarea que conseguir que el balón vaya de un campo a otro con los mejores hombres. Por lo que creo que en la zona central y la zaga estará la madre del cordero para jugar de tú a tú a todos los rivales.
Sólo así escalaremos en la tabla o por lo menos no nos hundiremos, sabiendo el margen de mejora, porque ayer no pudieron jugar los lesionados osasunistas Arnaiz y sobre todo el desquilibrante Bryan Zaragoza. A ver si recuperamos también a Hugo Novoa y los futbolistas dan un paso al frente para competir mejor ante equipos de nuestro pelo. Porque es lo que hay y sin restar méritos a nadie, ya se ve que apenas habrá variaciones. Salvo en los resultados, esperemos, que alguna vez tienen que empezar a llegar.
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