Víctor Camarasa (Meliana, Valencia, 1994) ya vuelve a ser oficialmente jugador del Deportivo Alavés. El centrocampista llega cedido por el Betis después de haber finiquitado su préstamo en el Crystal Palace, donde no ha tenido oportunidades en la primera parte del curso. El ... jugador levantino retorna al que fue su equipo en la exitosa campaña 2016-17, cuando formó parte del Glorioso que, de la mano de Pellegrino, alcanzó la final de Copa del Rey. Regresa a Vitoria tres irregulares temporadas después con la misión de dotar de mayor versatilidad al centro de campo de Asier Garitano. No cumple con el perfil de pivote posicional que el equipo demanda tras la lesión de Tomás Pina, pero su capacidad asociativa y llegada desde segunda línea sumarán matices diferentes al ataque alavesista.
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Camarasa, cedido entonces por el Levante, cuajó una notable temporada como albiazul en aquella temporada 2016-17: 31 partidos de Liga (28 titular) y 6 en el torneo del 'ko', con tres goles en su cuenta particular. En Vitoria fue un centrocampista de corte ofensivo, protegido por el juego posicional de Marcos Llorente y el trabajo de Manu García. Su buen hacer le llevó al Betis -contrato hasta 2022-, que le cedió primero al Cardiff, donde tuvo un buen rendimiento la pasada campaña, y después al Crystal Palace. Sin fortuna en Selhurst Park, donde solo ha disputado dos partidos, uno de Copa de la Liga, en agosto ante el Colchester, y cinco minutos ligueros ante el Tottenham, allá por el 14 de septiembre. Desde entonces está inédito y busca relanzar su carrera en Mendizorroza.
Aunque su encaje en el 4-4-2 de Garitano sería distinto al que tuvo con Pellegrino. No es un pivote ni un mediocentro al uso, aunque puede ejercer como tal, sino que se perfila más como centrocampista de corte ofensivo, mediopunta o interior en un 'trivote' que, a día de hoy, no parece probable en un Alavés con dos delanteros en buena sintonía con el gol. Sí reúne unas características diferentes a las que presenta a día de hoy la medular albiazul, como una mayor capacidad asociativa y visión de juego.
De la mano de Camarasa llega Ismael Gutiérrez (Los Palacios y Villafranca, Sevilla; 2000), cedido también por el Betis, por una temporada y media en este caso. Se trata de una de las mayores promesas de la cantera verdiblanca, renovado hasta 2023, que a sus 19 años ya ha debutado en Primera División -tres partidos esta temporada-. El centrocampista andaluz tendrá dorsal del filial, pero trabajará con el primer equipo a la espera de una oportunidad. Su naturaleza tampoco es la de pivote posicional, el perfil que sigue busca el Alavés, sino que tiene una vocación más creativa, pero Rubi le ha ido moldeando desde pretemporada en esas labores de ancla para que pudiera actuar en solitario con naturalidad en su sistema.
En la primera vuelta ha sido convocado en diez ocasiones y ha jugado tres partidos, uno de ellos como titular, ante el Celta. Debutó en Primera el pasado 20 de septiembre en El Sadar, disputando trece minutos que automáticamente elevaron su cláusula de rescisión a los 25 millones de euros. La cercana reaparición de William Carvalho hacen replantearse el futuro al jugador y al Betis, que busca minutos para uno de sus canteranos con mayor proyección.
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