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Javier Calleja no pierde el tiempo en pensar en las posibles consecuencias particulares de una derrota. «Los entrenadores estamos en situaciones incómodas cuando las cosas no salen, pero yo siempre digo que si alguien tiene que tomar alguna decisión ya la tomará. Por ahora yo ... noto el apoyo y la confianza y lo estoy dando todo para que el equipo compita cada vez mejor y saque mejores resultados. Queda muchísimo, en peores situaciones nos hemos visto y entre todos tenemos que estar unidos, tener paciencia y dar el máximo para conseguir el objetivo de la permanencia», reflexiona el entrenador albiazul.
Sabe, eso sí, que «este partido es vital». El de esta tarde ante el Betis (Mendizorroza, 19.00 horas). «Es fundamental», insiste. Por lo que supondría una segunda victoria consecutiva en casa, superar al Levante y alcanzar al Granada, el equipo que marca los puestos de salvación; y por el impulso anímico que el Alavés cobraría antes de enfrentarse en los siguientes ocho días a dos rivales teóricamente directos como Cádiz y Elche. Un tramo fundamental del campeonato. «Va a ser uno de los encuentro más importantes de la temporada». De los que marcan trayectorias.
Y el conjunto vitoriano lo afronta envuelto en las mismas dudas e incertidumbre que le envuelven desde el inicio de la temporada. En los últimos partidos ha conseguido frenar la hemorragia en su portería –dos goles en tres partidos– y, a juicio de su entrenador, «el equipo ha mostrado otra cara a la hora de competir, de no perder la cara al partido y luchar hasta el final». Un pasito hacia la rehabilitación. «Pero nos falta llevar más el balón al campo rival, generar más ocasiones y situaciones de ventaja para nuestros delanteros».
Está echando en falta el Alavés a Joselu, suplente en las dos últimas jornadas en favor de Sylla –punta– y Miguel –escorado a banda–. «Hay una competencia muy sana, tenemos cuatro delanteros y Edgar, que también puede jugar en ese puesto, que nos tienen que ayudar a hacer más ocasiones y meter más goles», apunta al respecto Calleja. La alineación de esta tarde vuelve a ser una incógnita, como lo viene siendo en las últimas comparecencia, cambios de esquema incluidos. El conjunto albiazul jugó con defensa de cinco ante el Atlético en Mendizorroza (1-0), su única victoria hasta la fecha, y el Athletic en San Mamés (1-0). No se descartan cambios tácticos ante el Betis. «El sistema se ha ido variando y seguirá siendo así mientras lo crea conveniente, porque son partidos diferentes», indica el técnico de manera enigmática.
Más importante que la disposición táctica es la disposición mental. La actitud. «Tenemos que ser rocosos, agresivos, intensos», reclama el entrenador madrileño. «Que cuando salga al campo el Betis ya esté pensando en irse, en el siguiente partido, porque aquí no tienen nada que rascar», ilustra de manera elocuente Javi Calleja, consciente de que «si se encuentran a gusto» sobre el terreno de juego los verdiblanco «tienen futbolistas de mucho talento que en cualquier jugada decantan el partido a su favor».
Los Fekir, Canales, Willian José, Borja Iglesias, Juanmi... Casi nada. Un adversario que juega mucho por dentro, actúa mucho en campo contrario, genera muchas ocasiones... «Lo principal es no encajar, tenemos que ser un equipo defensivamente fuerte», asume como mantra el entrenador albiazul. «A partir de ahí es como podemos crecer y aprovechar más el momento en el que tengamos el balón nosotros para hacer goles, que de momento solo lo hemos conseguido a balón parado».
En el capítulo de nombres propios, el técnico madrileño recupera a Lejeune, Pere Pons y Edgar, aunque la prudencia y la acumulación de partidos que se avecina invitan a la cautela en su reincorporación al equipo. Los tres entran en la convocatoria, «pero el tono físico para noventa minutos posiblemente no es el más adecuado». Toda la plantilla disponible por primera vez en la temporada. En el último entrenamiento dio el susto Luis Rioja, pero se quedó en «nada» y el andaluz, uno de los grandes activos ofensivos, será de la partida.
a y lo estoy dando todo para que el equipo consiga cada vez competir mejor y sacar mejores resultados. Queda muchísimo, en peores situaciones nos hemos visto y entre todos tenemos que estar unidos, tener paciencia y dar el máximo para conseguir el objetivo de la permanencia«, concluye el técnico albiazul.
Decía Mane que la afición de Mendizorroza, si no gana partidos, ayuda a no perderlos. Con esa ayuda extra se presentó ante el Atlético un Alavés que entonces contaba cinco derrotas seguidas. Ni un reproche. Una grada entregada desde el calentamiento. «No sabría ni cómo describirlo. El jugador eso lo percibe, para bien y para mal. Comienzas con más ganas cuando ves que en los momento más difíciles te encuentras con una afición que te ayuda, que está contigo, que cree, que son los primeros que tiran del equipo, que tienen claro cuál es el objetivo, saben cuáles son nuestras virtudes y nos ayudan de principio a fin. Es un empuje anímico enorme», reflexiona Calleja. Hoy Mendizorroza vuelve a ser normal, con aforo al cien por cien e Iraultza 1921 en su fondo. Lo malo, la hora. «También hemos tenido mala suerte en eso», lamenta el técnico. Pero avisa al Betis: «Que sienta que no somos solo once, que somos un equipo más una afición que van a hacerle la vida imposible».
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