Calleja charla con los jugadores en su primer entrenamiento. Rafa Gutiérrez
Athletic - Alavés | 16.15 horas

El Alavés quiere ser «valiente» en San Mamés

Javi Calleja espera ver en San Mamés un equipo «que no especule, que le dé importancia al balóny no sea previsible»

Iñigo Miñón

Vitoria

Viernes, 9 de abril 2021, 13:46

Javi Calleja está «contentísimo» con su primera semana de entrenamientos en el Deportivo Alavés. «De verdad». Se ha llevado «una grata sorpresa» en Ibaia. «Cuando hay un entrenador nuevo siempre hay una reacción y esa reacción la he visto. He visto un equipo ... que quiere, que intenta asimilar rápido los conceptos, muy implicado, muy por la labor. Y ese compromiso es fundamental para sacarlo», explica el nuevo entrenador albiazul. «Si antes estaba convencido de que el objetivo se iba a cumplir, después de trabajar con ellos lo estoy mucho más», subraya.

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Un soplo de aire fresco en un vestuario futbolísticamente viciado. Palabras convencidas. De fe. Quizás sean solo eso, palabras, el tiempo lo dirá, pero «es fundamental el cambio de mentalidad». Eso lo ve Calleja y cualquier aficionado que viera caerse al equipo ante el Betis, el Cádiz o, sin casi tiempo para entrar en el partido, el Celta. «Se viene de una dinámica negativa y hay que buscar ser positivos, optimistas, creer en que vamos a conseguir el objetivo», insiste el madrileño.

Un impulso anímico que, obviamente, hay que mezclar con fútbol. Y el nuevo técnico alavesista tiene muy claro lo que quiere de los suyos hoy en San Mamés (16.15 horas). «Lo primero, un equipo ganador, competitivo, que se vea que va desde la salida a por los tres puntos, que no se especule, que se note esa mentalidad desde el principio». Un Alavés diferente. «Un equipo que transmita, que tenga alma, que seamos valientes. Quiero un equipo que tenga más iniciativa, que le demos más importancia al balón, que tenga recursos, que no seamos un equipo previsible».

«Ir al grano»

Javi Calleja da «mucha importancia al balón». Igual que hacía en el Villarreal. Es, a su juicio, la base «para dominar un poco más, tener más peso en el partido y que el resultado dependa más de lo que nosotros hagamos que de lo que el rival nos regale». Se trata de buscar el acierto propio más que de esperar el error del rival, por donde pasaba parte del ideario de Abelardo. «Nadie nos va a regalar nada», precisa Calleja. Un cambio drástico en lo que ha sido la identidad albiazul en las últimas temporadas.

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Sin apenas tiempo. «Éramos completamente conscientes de ello y hemos asumido que el tiempo es el que hay, hay que ir al grano e intentar buscar rendimiento inmediato», acepta el entrenador madrileño, que ve en su plantilla un nivel de juego mayor que el que ha mostrado hasta la fecha. «Les conozco y creo que son capaces de combinar más, de tener más posesión, más dominio del juego a través del balón. Quiero que cojan confianza. Lo principal es creer en ello, no esconderse». Dicho de otro modo, lo que el nuevo técnico pide a sus jugadores es «que la confianza que tienen en los entrenamientos la demuestren en el partido».

Ahí entra de nuevo el factor mental. «Jugar con esa seguridad, sueltos, no preocuparse tanto del fallo. Si me equivoco, intentar reaccionar, activarse rápido para volver a recuperar. Errores tenemos todos y lo que no se puede quedar uno es parado. No les voy a pedir otra cosa que no sea jugar al fútbol, no les voy a pedir nada raro».

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«No volvernos locos»

Equilibrio mental y deportivo. Porque Calleja no renuncia a ningún recurso futbolístico. Se puede jugar «desde atrás o en largo». Lo que no quiere es limitarse. Y tan importante es la posesión como el balance defensivo, sobre todo en un equipo que ha encajado tantos goles (47 en 29 jornadas, una cifra que en Primera solo empeora el Granada). «No nos vamos a volver locos ni ir constantemente a una presión alta o al hombre. Con inteligencia, con el trabajo de todos, distancia entre líneas, la defensa zonal es importante», argumenta.

Enfrente, el Athletic. Aunque «lo más importante somos nosotros, lo único que podemos controlar es nuestro trabajo». Un derbi descafeinado. Por la ausencia de público en San Mamés, aunque esa triste rutina ya esté asumida por los protagonistas. Y porque el conjunto rojiblanco tiene la cabeza en la final copera ante el Barcelona dentro de siete días. Su segunda oportunidad. «Es un grandísimo equipo, va a jugar dos finales de Copa consecutivas y eso no es casualidad», apunta Calleja, que resta importancia a las previsibles rotaciones de Marcelino. «Tiene una plantilla amplia y los que salgan son jugadores de máximo rendimiento».

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