El Cádiz abre una nueva vía a Calleja

Aunque esos problemas apenas le han permitido adoptar un rol propositivo con continuidad, tiene ante sí la gran oportunidad de mostrar otra vertiente mucho más protagonista. Será, además, ante un rival directo en la lucha por la permanencia: el Cádiz. La visita al Nuevo Mirandilla (sábado, 16.15 horas), además de iniciar una semana de especial intensidad, le ofrece un escenario inédito hasta ahora. Porque el equipo andaluz es uno de esos que ceden sin tapujos el control de la pelota a su rival.

Así lo avalan los datos. El Cádiz es el conjunto de la Liga que menos posesión ha promediado en el arranque liguero. Solo ha tenido el balón el 32% del tiempo. Le sigue el Granada, con un 37,1%. Tras ellos emerge el Alavés, el primero en superar una barrera cercana a la paridad (43,7%) y cercano a un notable puñado de equipos cuyo promedio no llega al 50%. Pero el caso del Cádiz es único en Europa. Ningún conjunto de las cinco grandes ligas -España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia- se acerca a las cifras del equipo andaluz. Tampoco lo logran los conjuntos de las cinco siguientes: Portugal, Países Bajos, Austria, Escocia y Rusia. Este año, el suelo de los gaditanos se sitúa en al 22,4% que marcaron ante el Celta, mientras que no lograron llegar a la barrera del 30% ante Betis, Osasuna y Real Sociedad. Su techo fue el 45,6% de la pasada jornada ante el Espanyol.

El dato confirma la tendencia que ya esbozó el curso pasado, cuando fue el equipo con menor posesión de todo el torneo. Lo que no le impidió lograr la permanencia con un juego aseado y efectivo. Aunque tiró poco -ocho disparos por partido-, logró rentabilizar bien sus acercamientos. Un modelo alabado por entrenadores y jugadores. «El Cádiz de Álvaro (Cervera) hace que el rival tenga mucha posesión estéril y, cuando roba, hace daño. Es una manera diferente de llevar la iniciativa», explicaba a EL CORREO el técnico albiazul, Javi Calleja, en el arranque de este curso.

Este año también es uno de los que menos dispara, pero no ha encontrado el brillo de la pasada temporada. Con siete puntos, apenas está a dos del descenso y cuatro del Alavés. Una situación que eleva la importancia del duelo de esta jornada. «No es una final, pero sí un rival directo», explicó ayer el lateral gaditano Iza Carcelén. También deslizó una de las claves que han jugado en su contra. «El equipo viene siendo el mismo de siempre. Se defiende bien e intentamos aprovechar nuestras ocasiones. Nos está costando mucho, los rivales nos van conociendo y saben cómo presionarnos y cómo atacarnos», apuntó.

En ese contexto puede buscar el Alavés otra vuelta de tuerca. Y ahí emerge un nombre que ha perdido peso de forma notable en las pasadas semanas: Manu García. El asturiano, clave en el arranque, apenas acumula un cuarto de hora en las tres últimas jornadas. Su perfil, más técnico y dado al juego con pelota, se antoja propicio para un partido en el que se presume que sea el Alavés el equipo que controle la posesión. Al que le toque tener paciencia, esperar y buscar huecos donde colocar la pelota. Un nuevo desafío que le obligará a mudar la piel en su eterna búsqueda de una reacción.