«Bien 'carajo', 'apretale'». Así son los intensos entrenamientos del Alavés de Coudet

El Chacho, escoltado por el preparador físico Octavio Manera y el asistente Pato Graff, dirige un sesión en la que el buen ambiente se mezcla con la exigencia física y futbolística. Un denominador común en las plantillas de Primera División que en el vestuario que lidera el entrenador argentino se lleva al extremo. No hay lugar para la relajación.

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«El sábado se va acercando», le dice Coudet a sus futbolistas, que tras empezar la mañana en el gimnasio la prosiguen sobre el verde. Congregados a su alrededor, escuchan la charla previa al entrenamiento en la que el técnico transmite sus consignas, entremetiendo bromas con sus jugadores e incluso haciendo un pasillo de 'collejas'. Cualquier excusa es buena para unir al grupo.

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Metidos en faena, el balón es el protagonista. Con el preparador de porteros Javi Barbero trabajando con los guardametas (Sivera ya es uno más con ellos aunque todavía no se integra en los 'partidillos') el resto comienza a tocar el cuero. La pelota es protagonista a pesar de que la carga física es grande. En una semana sin partido en el horizonte, el Chacho ha querido exprimir a sus futbolistas para que lleguen a tope a las 10 últimas jornadas.

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En cuanto el balón comienza a rodar, Coudet no para. Pegado a sus jugadores y pendiente de sus ejercicios, el argentino anima, corrige, espolea... Graff y Manera, que le acompañan, mantienen el mismo perfil. La consigna es clara: el ritmo no puede bajar. «Dale, dale», es lo más repetido. «Bien carajo, 'apretale', al primer toque», le dice el Chacho a sus futbolistas, que compiten por el balón. El entrenador quiere que la pelota se mueva sin tregua. Es parte de la idea que ha intentado implementar desde que aterrizó en Mendizorroza en diciembre.

Cuando un grupo pierde, le toca como 'castigo' hacer flexiones. La competitividad es grande entre los futbolistas, a los que el Chacho 'pica' para que den lo mejor y estén enchufados. Con los tres internacionales (Abqar, Diarra y Owono) fuera de Vitoria, el resto se emplea a fondo. Únicamente Conechny, Toni Martínez, Carlos Martín y Kike García, inmersos en sus procesos de recuperación, no hacen todo el entrenamiento con el grupo.

Ante la atenta mirad del presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, y de Urbano Santos, adjunto a la secretaría técnica de un Sergio Fernández que no se encuentra en Vitoria por asuntos profesionales, el Alavés de Coudet se vacía durante hora y media con la vista puesta en el partido ante el Rayo Vallecano del sábado 29 de marzo (18.30 horas). Otra final en Mendizorroza por la permanencia para la que llevan afinando sus piernas durante toda la semana en Ibaia. Coudet no quiere que nadie baje la guardia.