La Bonoloto del domingo: comprobar resultados del 2 de febrero
Yamal pugna con Manu Sánchez por el balón. PRENSA2

El Alavés resiste sin premio

Cae con un solitario tanto de Lewandowski a la hora de juego pese a ofrecer una imagen de solidez y disciplina e inquietar al Barcelona en los instantes finales

Domingo, 2 de febrero 2025, 16:06

No es debido a partidos como el disputado ante el Barcelona por lo que el Alavés ocupa puestos de descenso después de 22 jornadas. Más que digno ha sido este duelo de resistencia sin premio, donde un solitario tanto de Lewandowski a la hora de ... juego ha marcado la diferencia. Y es que disciplina, esfuerzo y solidaridad coral han permitido a los albiazules llegar vivos a los instantes finales para inquietar al todopoderoso conjunto azulgrana. Algo que ya sucedió en las visitas al Real Madrid (3-2) y al Atlético de Madrid (2-1). Pero por ahora todo son 'casis' en los duelos ante los grandes de la Liga. Aunque los problemas clasificatorios, en realidad, se deriven de los pobres resultados ante iguales.

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Volvió Antonio Blanco al once inicial tras cumplir ciclo por tarjetas y el retorno de Mouriño en el centro de la zaga debido a la sanción de Abqar resultó la única modificación respecto al equipo habitual de Coudet. Ni siquiera se produjo el previsible regreso en la izquierda de Carlos Martín por un Conechny que poco había aportado en las últimas semanas. La modificación, no obstante, resultó forzada con apenas unos minutos disputados. Tras el cabezazo de Gavi al argentino, que acabó con los dos futbolistas conmocionados en el vestuario.

Control hasta el descanso

Accidentada y escasa de ritmo resultó la primera mitad. Es decir, un escenario conveniente para un Alavés que se replegaba para tapar grietas por todo el campo y sabía evitar pérdidas peligrosas. El espectacular eslalon de Yamine Lamal con remate final desviado de Raphinha amenazó en el inicio, pero los albiazules bajaron las revoluciones del duelo. Con una buena organización defensiva y también a través de las faltas tácticas para obligar al rival a reiniciar las jugadas desde cero.

A cambio, el Barcelona convertía su frustración en acciones al menos imprudentes. Como el cabezazo de Gavi que bien pudo ver una segunda tarjeta, dos codazos de Araujo de los que solo uno fue castigado con cartulina o una entrada de Balde con los tacos por delante a la espinilla de Tenaglia. Por momentos el Alavés conseguía defender con balón, aunque su producción ofensiva resultaba casi nula. Una acción anulada a Kike García al borde del descanso resultó lo más peligroso. Los fueras de juego se acumulaban cuando los albiazules buscaban la profundidad. Algo constante durante todo el partido.

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Un adversario en plena racha goleadora en 2025 no había escatimado en su alineación pese a la acumulación de partidos. Araujo, Pedri, Lamine Yamal, Lewandowski, Raphinha… Toda la pólvora disponible por parte de Flick, que buscaba recortar distancias con la cabeza. Con ese Real Madrid que había caído ante el Espanyol para, indirectamente, llevar a los vitorianos a los puestos de descenso. Pero el Alavés entró mejor en la sobremesa y pareció muy cómodo en su sillón defensivo, ese donde espera que aparezca su ocasión. Ahí, ante adversarios obligados a tomar la responsabilidad con el balón, descansa el cuadro albiazul al tapar otras carencias.

1-0 y tres delanteros

El Barcelona despertó tras la reanudación. Flick dio entrada a Eric García y De Jong y, sobre todo, trasladó a los suyos la necesidad de cambiar el ritmo. De apretar en las recuperaciones y mover el balón con velocidad. Todo ello se cumplió ante un Alavés cada vez con menos oxígeno y ya casi incapaz de salir de su propio campo. Lamine Yamal comenzó a torturar a la zaga albiazul pese a que ni Manu Sánchez, el más cercano, ni ningún otro defensa alavesista dejaba de cumplir con su tarea. Raphinha, que acabó sustituido, había sido neutralizado. Pero la escuadra azulgrana tiró de recursos para apretar de verdad unos minutos y lograr el objetivo. La conexión Yamal-Lewandowski dinamitó el partido. Pedri también ayudó lo suyo.

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El Alavés logró recuperarse del golpe y sostenerse en el duelo. No es sencillo en un estadio donde las goleadas se han sucedido esta temporada. En ese escenario donde un despiste mínimo provoca daños graves. Antes del 1-0 Owono había sacado un balón de la escuadra a Yamal, y Lewandowski erró un remate picado con toda la ventaja. Aún así, el cuadro vitoriano logró controlar de cierta manera el volumen ofensivo del adversario. También, al menos, llevar los nervios a ras de césped.

A Coudet le costó modificar el equipo en desventaja, pero lo hizo con el retorno de Novoa y la entrada de Toni Martínez. Primero con dos puntas, junto a Kike García, y ya al final a la desesperada con tres por la entrada de Villalibre. No hubo ocasiones claras, cero remates a puerta, es cierto, pero sí acciones peligrosas cerca del área blaugrana. Allí, ya se sabe, al cuadro albiazul le cuesta encontrar finura. Casi todo son trazos gruesos en forma de mal control o problemas con el último pase. Nada nuevo.

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Novedad, eso sí, la caída del Alavés a puestos de descenso cuando restan cuatro meses de competición liguera. Ninguna sorpresa, es cierto, después de que el cuadro vitoriano solo haya ganado dos de los últimos dieciséis encuentros. Uno de siete en la era Coudet. Así que entrada en el pozo de agonía clasificatoria cuando apenas restan unas horas para el cierre de un mercado que debe fortalecer una plantilla escasa y con salidas recientes. También ante un calendario próximo que habla de media temporada en juego en este mes de febrero. Por delante, Getafe, Leganés y Espanyol. Con posibilidad de triada o de hat-trick. Por emoción no va a ser.

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