Ni tan mal después de la derrota del Cádiz en Anoeta y para mantener el Alavés una cómoda distancia de diez puntos sobre el descenso con un partido menos por jugar y nueve hasta el final de liga. Porque el de anoche en un ... derbi sin nada que perder tampoco hubo nada que ganar por unos pocos minutos malditos antes del descanso. En los que el albiazul Luis Rioja falló un penalti que el menor de los hermanos Williams cometió sobre Gorosabel. Y acto seguido, Nico asistió al implacable donostiarra Guruzeta para adelantar a los bilbaínos, incluso por partida doble tras otra internada local, esta vez del mayor Iñaki. La verticalidad del Athletic, aprovechando su velocidad y definición arriba, marcó la diferencia entre vecinos. Ya estadísticamente en esta liga, el conjunto local casi nos doblaba en goles a favor y además ha encajado unos cuantos menos hasta situarse en puestos de Champions. Porque la casi única opción de haber puntuado este sábado a domicilio era adelantarse en el marcador, con una primera media hora de juego muy aseada con ayudas en los duelos. Y eso que el Alavés jugó con su once de gala y pisó el césped de San Mamés bien plantado, minimizando los espacios en campo propio e intentando sorprender al contragolpe. Pero lamentablemente desperdició sus cartas, con un cabezazo de Guridi y el penalti de Rioja, ambas acciones paradas por Unai Simón.

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Me acordé de que menos mal que el ahora minusvalorado en el Athletic Asier Villalibre asumió desde el punto fatídico la responsabilidad del ascenso en Levante. Esta vez enfrente había tres futbolistas alaveses en la alineación rojiblanca -Simón, De Marcos y Vivian- por sólo uno en el Alavés, Guevara. Incluso, los dos primeros internacionales con España. Para acabar cuatro sobre el terreno de juego con el centrocampista Vesga por el Athletic y ninguno por el Alavés.

La única opción de haber puntuado en San Mamés pasaba por adelantarse en el marcador

Tras el descanso tampoco hubo reacción del conjunto albiazul pese a todos los cambios, echándose en falta un punto más de atrevimiento para haberse metido de verdad en el partido, ante un rival que supo controlar y dormirlo. El caso es que ahora toca parón por compromisos internacionales de las selecciones antes de recibir en otro destacable derbi a una Real Sociedad que se juega su clasificación europea, pero esta vez en Vitoria al calor de la afición.

En cuanto a las convocatorias puedo entender que el madridista Brahim haya elegido a Marruecos, donde le han colmado de cariño, como jugador diferencial que es. Y otro dato curioso, como la irrupción de adolescentes en la alta competición y sin ir más lejos en un Barça, que también obligado por la crisis económica, está arriesgando más que nadie. Sin contar al lesionado Gavi, las últimas apuestas sin cumplir la mayoría de edad para el fútbol profesional han sido Yamal y el último Cubarsí, todos en la selección absoluta ya.

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Para ello también hay que contar con filosofías y técnicos en los clubes con ojo clínico para los más jóvenes, como las rentables canteras de nuestros vecinos. Porque hay que reconocer que tanta precocidad es una excepción, ya que el desarrollo físico y la madurez mental ante tanta exigencia no se adquieren normalmente hasta la veintena. Pero cuidado, que quemar etapas no hay que confundirlo tampoco con que se te pase el arroz, con demasiadas cesiones y desmotivaciones por falta de oportunidades en jugadores con calidad que no terminan de dar el salto definitivo. Lo dicho, es mejor caer gracioso que ser gracioso, pero sobre todo estar en el sitio oportuno en el momento justo, como cuando se dice que el tren sólo pasa una vez en la vida.

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