Mikel uriarte
Miércoles, 8 de diciembre 2021, 00:12
Después de siete temporadas como ayudante técnico de José Luis Mendilibar en el Levante y Eibar, Iñaki Bea (Amurrio, 1978) ya vuela solo. Se ha decidido por emprender por su cuenta la carrera como entrenador de fútbol sin saber muy bien qué le deparará. El ... exfutbolista confiesa estar a la espera de una llamada que le ofrezca su primer banquillo profesional. Mientras, como tantos otros de su gremio, asiste a partidos, observa jugadores y aprende de colegas curtidos. Hace nada tuvo la oportunidad de dirigir a los futbolistas en paro que componen el combinado de la AFE en un torneo en Chipre.
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- ¿Cómo le ha ido la experiencia?
- Muy bien. Son gente preparada, experta. Era la primera vez que la selección salía de España para jugar un torneo. Siempre se organizaban esas sesiones en Pinatar o La Oliva, en Levante, pero esta vez ha sido distinto. Estuvimos entrenando cinco días en Los Ángeles de San Rafael y luego viajamos a Chipre. Estoy contento.
- ¿Quién le ofreció el puesto?
- Toché jugó conmigo en el Valladolid y nos une una gran amistad. Un día comiendo en Murcia le conté que había decidido emprender mi camino y quería ser primer entrenador de un equipo. Unas horas después me llamó para decirme que había contactado con Diego Rivas, que ahora está en la AFE. Le preguntó a ver quién iba a encargarse de llevar a la selección y como no tenían a nadie, le propuso mi nombre y le encajó a la primera. Diego me llamó y me lo propuso. Y yo encantado, lo he llevado con naturalidad. No se me han ido los entrenamientos de tiempo y la gestión del grupo ha sido bastante buena. He disfrutado mucho.
- Y encima han ganado.
- Sí, sí. El torneo estaba organizado por el propietario ruso del Pafos, que también tiene el Riga y el Rodina de Moscú. Participaron el Brentford y el Aris Limassol de Manu García y Pacheco. Fue nuestro primer partido y encima viajamos con dieciocho futbolistas. El equipo estuvo muy solvente, aunque con pocos entrenamientos. No pudimos poner en práctica lo que hubiese querido. Luego nos tocó el Riga y ahí no tuvimos buena lectura de juego, aunque empatamos a dos en el último minuto. En la final nos medimos al Pafos y le ganamos.
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- ¿Habló con Manu García?
- Sí, claro. Está contento. Me recuerda su caso a la experiencia que viví yo en Austria. Él es muy competitivo y estaba en casa, pero tiene otros alicientes como por ejemplo aprender un idioma. Está en un club bueno. El tema es que cuando vas a una liga menor, el ritmo de competición no es lo que quieres y los entrenamientos son más parados. A las cuatro de la tarde es de noche en Chipre, pero está disfrutando.
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Proyecto
- ¿Cómo se lo tomó Mendilibar cuando le dijo que quería emprender su carrera como técnico en solitario?
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- Se lo dije en verano. Fuimos un día a jugar a pala y se lo comenté. No le pilló de sorpresa porque sabe que siempre me ha motivado salir al extranjero. 'Mendi' no necesita que alguien le dé ese apoyo porque tiene esa autoconfianza. Creo que era lo mejor, aunque debo reconocer que estos años con él me han venido muy bien, he aprendido muchísimo. Me veía con mucha fuerza. A su edad él tampoco se moverá a cualquier sitio y no quiere entrenar en Segunda. Yo no puedo estar parado doce meses. Él solo tiene compromiso con Toni Ruiz, el preparador físico, y tampoco quiero que lo adquiera conmigo.
- ¿Con qué se queda de su trabajo con él?
- Con su manera de apretar al rival cuando no tiene el balón, es lo mejor. Siempre busca lo mismo, aunque muchas veces no pueda llevarlo a cabo, más allá de la gestión y la naturalidad de los grupos.
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- A partir de ahora los marrones serán para usted.
- Por supuesto. Lo sé. En la AFE he estado con gente que conocía y algunos con experiencia en Segunda B. Me han aconsejado cosas y eso se agradece. He controlado en todo momento la situación, que es lo importante.
- ¿En qué categoría le gustaría comenzar a entrenar?
- A lo máximo que puedo aspirar ahora es a Primera RFEF. Hay muchos técnicos y en España se apuesta poco por los jóvenes, sé es muy conservador. En Segunda RFEF, si es un proyecto interesante, también pudiera ser. Quiero algo que el club y yo hablemos el mismo idioma y me da igual la ciudad. Pretendo que estén convencidos de cómo trabajo y de mi manera de jugar. Me gusta el fútbol alegre y de apretar en el campo del rival. Es verdad que también tendré que amoldaré a otras cosas. Nunca pensé en jugar con cinco defensas y en Chipre lo hice. A nivel internacional también estoy abierto a todo, no le tengo miedo al extranjero. Yo ya he estado fuera y he sido capaz de aprender el alemán, aunque hay países que me atraen menos.
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- ¿Le veremos esta temporada ya sentado en un banquillo?
- Te diré que hace poco me acerqué mucho a uno de Primera RFEF. Quiero que mi primer proyecto sea algo seguro, que si bajas, sigan contando contigo y no se tomen como un fracaso. Las campañas son largas y tampoco me obsesiono.
- ¿Está aprendiendo también de otros técnicos?
- Sí. Estuve viendo entrenar al Rayo, Valladolid y Majadahonda. Me gustó mucho un ejercicio que hio Iraola con el Rayo.
Iñaki Bea pretende sumarse a la lista de técnicos alaveses de fútbol profesional que en la actualidad forman Natxo González, Íñigo Vélez de Mendizabal, Juan Carlos Carcedo y Ernesto Valverde. «En Bizkaia y Gipuzkoa hay muchos pueblos grandes con más clubes que en Álava y siempre van a sacar más jugadores y entrenadores que nosotros. Aun así ahí está lo conseguido por Natxo. En su segunda aventura en un banquillo, Íñigo ha subido con el Amorebieta a Segunda con un estilo muy definido y sabiéndose adaptar a los medios. Carcedo ahí está en el Ibiza dejando su sello también. Y de Valverde, qué decir», relata Bea.
La experiencia acumulada durante tantas temporadas en Primera División le ha servido al entrenador de Amurrio para amasar conocimiento. Allí donde ha trabajado, dejó huella. Ve todo el fútbol que puede, aunque se centra más en la tercera y cuarta categorías del balompié nacional.
El papel de Javi Calleja
Pese a no estar en contacto directo con la Primera, Bea tiene una opinión definida del Alavés, del que destaca la mano de Javi Calleja. «El equipo tenía mala pinta y fue llegar él y darle un sello muy claro en poco tiempo. Fue valiente y tiene a jugador como Joselu de nivel europeo», desliza. Y no se olvida de un valor básico. «La afición que hay en 'Mendi' es brutal, aunque el Alavés tiene que andar con cuidado porque estos años ha jugado con fuego», avisa.
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