Antonio Blanco golpea el balón en el partido contra el Betis disputado en febrero. EP

Deportivo Alavés

Antonio Blanco, el éxito del motor silencioso del Alavés

Nadie recupera más balones en el Alavés que el mediocentro, que se ha asentado en Primera tras apostar con éxito por renacer en Segunda

Sábado, 4 de mayo 2024, 00:32

Una de las claves del creciente momento de forma que atraviesa el Deportivo Alavés en las últimas semanas reside en el preciso encaje de las novedades propuestas por Luis García. El técnico optó por renovar un once atascado y la apuesta le ha salido ... a la perfección. La versatilidad de Tenaglia, la jerarquía de Benavídez, el nervio de Simeone o la incansable lucha de Kike han permitido al bloque albiazul encadenar dos triunfos y dejar vista para sentencia la permanencia. Si el Cádiz pierde hoy en el Santiago Bernabéu (16.15 horas), al Alavés le bastará con sumar un punto mañana en Mestalla para asegurarse de forma matemática su plaza en Primera con aún cuatro jornadas por delante para el cierre del campeonato.

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Esa renovación ha acabado con pilares como Guevara, Rioja o Samu en el banquillo. También otros como Abqar, Marín -ambos por sanción- han tenido momentos de descanso. Pero esas rotaciones no han afectado a un Antonio Blanco completamente asentado en el centro del campo albiazul. El cordobés, en su vuelta a Primera tras la mala experiencia vivida justo antes de llegar a Vitoria hace casi año y medio, es el vértice silencioso del centro del campo. Sin hacer ruido, Blanco cumple a la perfección su rol en la sala de máquinas albiazul. Un desempeño que le ha llevado a confirmarse como uno de los indiscutibles en su temporada de consolidación en la élite.

Tras ser una pieza clave en el ascenso, el club renovó su apuesta por él con un contrato hasta 2027

A tenor de las estadísticas, Blanco no era en verano uno de los varios albiazules debutantes en Primera. Según esos número, el presente era su cuarto curso en la categoría. Habían pasado más de dos años desde que en abril de 2021 viviera su bautismo en la élite. Pero la realidad era otra. Por primera vez se asomaba a Primera consolidado en su equipo. Fue clave en el ascenso -aunque se perdió la final del play off por su convocatoria con España sub-21 para el Europeo- y el Alavés reiteró su confianza en él cuando lo fichó en propiedad con un contrato hasta 2027. Era el teórico titular.

El éxito, a la cuarta

Esa situación contrasta con sus dos primeros cursos en la élite. En ellos fue una mera nota al pie: apenas cinco partidos y menos de 300 minutos como apuesta del futuro del Real Madrid. Clave en todas las inferiores de España, el club blanco lo quiso probar como relevo de Casemiro. A Zidane le gustaba. Pero el francés se marchó, Ancelotti no mantuvo la confianza y en verano de 2022 acabó cedido en el Cádiz. Su primera oportunidad en Primera lejos de su casa futbolística, aunque más cerca de su Córdoba natal. Pero la apuesta caducó a los seis meses. Salió de titular en dos partidos al comienzo de curso, aunque pronto y sin esperarlo se cayó del once y llegó a enero con apenas cuatro partidos en un Cádiz que no iba especialmente sobrado de recursos.

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31 balones

ha recuperado Blanco esta temporada. Es el líder albiazul en esa estadística

Entonces apostó por el Alavés y en Segunda se consolidó. Desde ese momento se mostró como un futbolista protagonista con el balón, pero también entregado al trabajo físico. En esa combinación entre calidad y desgaste ha encontrado el equilibrio. No necesita ser especialmente alto -1,76 metros- para cumplir como mediocentro defensivo. La falta de físico que le sobra a otros como Benavídez la compensa con inteligencia para posicionarse bien y leer las intenciones del rival. Y mucha agresividad para anticiparse y robar. Nadie ha recuperado más balones -31, según las estadísticas de la Liga- en el Alavés esta temporada. Lo que le ha valido para, al fin, consolidarse en Primera.

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