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Un toque de atención al Alavés para evitar sustosSi el mes de enero del Deportivo Alavés fue sobresaliente, en febrero y los primeros días de marzo el equipo vitoriano se encuentra instalado en un bache. Más de resultados que de juego, aunque con impacto en ambos frentes. Tras la derrota del lunes ante Osasuna ... son cinco encuentros consecutivos sin ganar: tres empates y dos derrotas que le mantienen muy lejos de un descenso que sigue sin percibirse como una amenaza real, pero tampoco sin terminar de asegurar la total tranquilidad de una permanencia virtual que pudo haber encarrilado en el último mes. Ahora buscará hacerlo en un calendario exigente, con dos derbis, pero que también le sitúa en el camino varios duelos ante rivales directos propicios para corregir el rumbo.
En esa búsqueda de los puntos está obligado, también, a encontrar su mejor desempeño individual y colectivo. Si bien su rendimiento en las últimas semanas no ha sido del todo negativo -en realidad apenas ha protagonizado momentos indiscutiblemente malos a lo largo de todo el curso- tampoco ha logrado dar continuidad su versión más decisiva de enero. Es en esa faceta donde más está sufriendo el plantel de Luis García. Entonces los goles llegaban casi solos. El ejemplo más claro de esa fluidez, una goleada al Almería (0-3) en la que casi cada disparo acabó en la red. Ese Alavés llegaba mucho y marcaba con infrecuente asiduidad.
Ahora le cuesta más asomarse al área rival y, por tanto, ver portería. Contra Osasuna se quedó a cero, como hace dos jornadas en su visita al Betis. En casa, ante Mallorca y Villarreal, solo pudo marcar un tanto. Igual que unas jornadas antes frente al Barcelona. Pero si bien en esos dos últimos encuentros los albiazules llegaron con fluidez y pudieron obtener un botín superior, en las últimas semanas el Alavés se ha visto atrapado en un atasco creativo inusual.
Balance Tres puntos de quince en los cinco últimos partidos. Empates ante el Villarreal, Betis y Mallorca y derrotas contra el Barcelona y en El Sadar.
Ataque y defensa En esta racha ha marcado tres goles; en los cuatro duelos de enero anotó ocho. Aunque encaja poco: apenas seis tantos.
Calendario Recibirá al Rayo (domingo 10 de marzo) y Real (domingo 31) y debe jugar en San Mamés (sábado 16). También habrá dos semanas de parón por selecciones (23-24) y la final de Copa (6-7 de abril).
Así fue en El Sadar, donde por méritos debió llevarse un punto hasta que la genialidad individual de Budimir le hizo irse de vacío. Esa chispa que sí tuvo el delantero croata, el mejor de una noche gris para el resto de protagonistas de ambos equipos, le está faltando al equipo albiazul. Ninguna de sus piezas atraviesa un momento de especial plenitud. Más allá de Sivera, que sí encadena actuaciones notables bajo los palos, sus piezas encargadas de la construcción ofensiva se han atascado. Ejemplos de ello son dos futbolistas brillantes durante todo el curso: Guevara y Guridi. Con ellos en su mejor momento -en especial cuando brilla el centrocampista vitoriano- el Deportivo Alavés es un equipo mucho más completo en ataque. El primero dirige las operaciones y el segundo, en su rol de todoterreno, ejerce de complemento ideal. Pero a ambos les ha costado últimamente explotar ese contexto.
En ese mismo valle se encuentran otros como Samu o Sola. El delantero encadena tres encuentros sin marcar tras haber anotado cuatro goles en los tres duelos previos. Sigue produciendo ocasiones de calidad -contra Osasuna se topó con el palo y tuvo un mano a mano complicado con Herrera-, pero sin la puntería de duelos previos. A falta de goles su fútbol se ha resentido. En su aportación al equipo más allá de los aciertos tiene uno de sus puntos de mejora. Una situación difícil, pero que ya ha logrado superar con éxito este curso. El caso del extremo es más pronunciado. De ser uno de los mejores ante el Villarreal o Betis a muy desapercibido en las dos últimas contiendas.
En ese contexto no han terminado de irrumpir otras alternativas. Sí lo ha logrado Benavídez, goleador contra el Mallorca y siempre solvente en las tareas más físicas del mediocentro, pero otros como Carlos Vicente han perdido la chispa de sus primeros partidos o apenas entran en juego. En ese segundo grupo figuran Giuliano Simeone y Hagi, sin casi minutos en las últimas jornadas, que volvieron a jugar contra Osasuna con más dudas que certezas. De esta forma, Luis García no encuentra alternativas desde el banquillo para los momentos de zozobra de los titulares habituales. Con pocas cartas en la baraja, el técnico no consigue una buena mano que le permita llevarse la partida a su favor.
Pese al delicado momento que atraviesa, las certezas de haber superado ya este curso otros momentos de zozobra similares y la desahogada situación clasificatoria son argumentos de suficiente peso para mantener la calma en las próximas semanas. El empate del Cádiz deja un punto más cerca el descenso, pero la zona roja sigue muy lejos: a diez a falta de once jornadas para que termine la temporada.
Su calendario de las próximas semanas definirá con qué nivel de tranquilidad llega al tramo final del curso. Por lo pronto tendrá un duelo directo, la visita del Rayo Vallecano a Mendizorroza de este domingo (14 horas). Los madrileños encadenan ocho partidos sin ganar y su bache es más pronunciado que el albiazul. La oportunidad de, en casa, volver a sumar un triunfo que permita afrontar con mayores garantías la notable dificultad que supondrá el derbi frente al Athletic de la próxima semana (San Mamés, sábado 16 a las 21 horas). Después llegará un tramo de calma: parón internacional, duelo liguero contra la Real Sociedad en casa (domingo 31 a las 18.30) y otro fin de semana de descanso por la final de la Copa del Rey.
El cuadro sintomático que aqueja al equipo vitoriano tiene un componente en común con el resfriado que postra en la cama a su rival de esta jornada, el Rayo Vallecano. El cuadro madrileño también encadena una pésima racha de resultados y, en su caso, la falta de gol ha sido un problema crónico durante todo el curso. Tanto, que solo un equipo marca menos que el bloque de la franja (23): el Cádiz, con 18.
Aunque en el caso del Rayo esos problemas goleadores contrastan con la teórica calidad de sus piezas ofensivas. Sobre el papel, la parcela atacante del bloque que desde hace unas semanas dirige Iñigo Pérez es muy superior a la de otros equipos de la zona media-baja. Así lo avala el rendimiento pasado de sus jugadores y también la inversión realizada. Pero tanto De Tomás como Camello y Falcao apenas han visto portería. Entre los tres solo han celebrado cuatro goles ligueros: uno más de los que lleva Kike García y menos de la mitad de los nueve que ha convertido Samu.
Las apuestas no le han salido bien. En especial, la hecha hace un año por Raúl de Tomás. El delantero buscaba en el verano de 2022 una salida del Espanyol, donde las tiranteces personales se impusieron al rendimiento deportivo. Pero cuando llegó el acuerdo con el Rayo para su vuelta a Vallecas el mercado ya había cerrado. Tras medio año en el que solo pudo entrenar, RDT terminó el curso pasado con cuatro goles gracias a su notable tramo final. Pero no tuvo continuidad, porque no fue hasta mediados de febrero cuando marcó su hasta ahora único gol liguero.
El joven Camello, autor de seis goles como cedido del Atlético de Madrid el año pasado, llegó en propiedad en verano pero sólo ha anotado dos. Y Falcao, a sus 38 años, apenas disputa ya los minutos finales de algunos duelos y solo ha marcado una vez.
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