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El Deportivo Alavés y la teoría de la involución. La situación clasificatoria no es dramática, ni mucho menos. Perder ante el Sevilla en casa y ante el Athletic fuera puede ser tolerado como parte natural del campeonato. No tanto las formas. La sensación de escasa ... competitividad mostrada San Mamés y la impresión de que el equipo no progresa al ritmo deseado. Sobre todo en ataque. La apuesta de Asier Garitano fía todo a la solidez defensiva y cualquier error agrieta el plan. En la primera semana con tres partidos, con un importante duelo en Mendizorroza ante el Mallorca en el horizonte, el técnico albiazul revisa sus alternativas en Anoeta. Ahí aparecen en primera fila jugadores como Lucas Pérez, Pere Pons, Oliver Burke y Lisandro Magallán. El equipo dejó claro en Bilbao que necesita aire fresco.
Los dos primeros aparecen como principales variables ofensivas. Reclutados este mismo verano como apuestas importantes del club, ambos están jugando mucho menos de lo esperado. El delantero gallego ha disputado todos los encuentros, pero solo dos como titular, ambos en casa, y solo acumula 192 minutos. El centrocampista catalán se queda en 92 -cuatro partidos, uno de inicio-. Sus ganas de reivindicación personal juegan un papel relevante en estos casos.
El ariete está enrabietado. Llegaba para sentirse importante y de momento no lo está siendo. Ni en presencia ni en aportación. Está jugando poco y, en ocasiones, escorado a la banda. Puede hacerlo, pero le gusta menos. Fue titular en casa ante el Espanyol: solo en punta primero, con Joselu después; y dio dos buenos pases al área, pero sin excesiva continuidad. Repitió ante el Sevilla, aunque pronto fue desplazado a un lado para corregir el dominio hispalense ante el 4-4-2.
En Bilbao salió en la segunda parte, mostró ganas y generó algún desconcierto en la zaga rojiblanca cuando caía a banda, pero es complicado medir a un delantero cuando su equipo prácticamente no ataca. En Anoeta puede tener otra oportunidad. El atasco ofensivo del conjunto albiazul y la necesidad de agitar el árbol en una semana cargada de partidos juega a su favor. La duda, habitual, si ésta le llegará solo, como está jugando Joselu, o acompañado.
En similares circunstancias ha empezado la temporada Pere Pons. Más escondido todavía en la rotación de Garitano. El catalán solo ha sido titular una vez, ante el Sevilla, y fue relevado al descanso víctima del naufragio colectivo, del equipo en general y del centro del campo en particular. No termina de encontrar su sitio, ni como pivote posicional ni como interior. Ni en esa figura de mediopunta que reclamaba el entrenador y está desempeñando ahora Manu García.
La idea del técnico guipuzcoano pasa por un dibujo con tres centrocampistas -solo se saltó la norma contra el Sevilla- y Pina, Wakaso y el capitán están por delante en sus preferencias. Aunque Pons es un centrocampista completo, con capacidad para dinamizar el juego sin eludir la presión y el contacto, el juego físico que persigue el entrenador de Bergara parece jugar en su contra.
Otra opción ofensiva es Burke, que tuvo un esperanzador debut en la segunda parte contra el Sevilla. Potencia y velocidad, aunque el propio entrenador apuntó que le falta mejorar su juego con balón, una virtud indispensable en un engranaje táctico tan férreo como el de Garitano. De fondo, el canterano Borja Sainz y, sin aparentes opciones, Guidetti, una alternativa sin explorar. El sueco se ha quedado fuera de la convocatoria en las tres últimas jornadas, después de que el club no pudiera encontrarle salida en el último tramo del mercado veraniego.
Atrás, una vez que la polivalencia del recuperado Ximo amplía el abanico defensivo, la principal variante es el argentino Magallán, cedido por el Ajax, que aún no ha debutado en Liga. También está Adrián Marín, pero Rubén Duarte parece fijo en el lateral izquierdo. El andaluz y Wakaso son los dos únicos jugadores albiazules que han disputado los 450 minutos.
39 minutos por partido que ha jugado Lucas Pérez, que ha disputado los cinco duelos, pero solo dos como titular.
Burgui ya tiene el alta médica. Seis meses y doce días después de su grave lesión de rodilla -rotura del ligamento cruzado anterior-, el futbolista extremeño está de vuelta. Un retorno celebrado por sus compañeros, que le hicieron pasillo y le ovacionaron en su salida al entrenamiento de ayer, en el campo de Mendizorroza. Algunos, como Laguardia o Ely, tienen bien reciente lo que supone un percance de esas características. No significa que el extremo esté ya a disposición de Garitano, aún le falta mucho tiempo de acondicionamiento físico y puesta a punto para volver a competir, pero el primer gran paso está dado. El club estima que el jugador estará en disposición de poder ayudar al equipo en un plazo aproximado de un mes o un mes y medio, completando los ocho diagnosticados para volver a jugar.
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