Ismael, una alternativa inmediata

«No por joven es inexperto, sabe lo que es jugar en Primera División y en un club con las exigencias que tiene el Betis», precisa el director deportivo albiazul. En la primera vuelta ha sido convocado en diez ocasiones y ha jugado tres partidos, uno de ellos como titular, ante el Celta. «Estoy seguro de que va a tener su oportunidad», insiste Fernández. Con la prudencia que requiere la proyección del jugador. Con «la paciencia y la cautela necesaria para generarle ese espacio donde pueda brillar». Con calma, pero con absoluta confianza. «Obviamente, tendrá que trabajar, tendrá que ganarse su espacio, son muchos en esa demarcación, pero él está preparado».

Ismael aportará al equipo «recursos que considerábamos que eran escasos», explica el técnico leonés. «Esa energía, esa polivalencia». Ya en el día a día nos está ayudando, nos ha dado un mayor nivel competitivo, un mayor nivel de posibilidades y recursos. Independientemente de si va a jugar o no, eso es decisión de Asier (Garitano), él ya está aportando a la mejora del equipo». El director deportivo alavesista únicamente encuentra una pega a la incorporación del andaluz: «La lástima es que no sea propiedad nuestra».

El futbolista recoge el guante. Aterriza en Vitoria para «trabajar, aprovechar las oportunidades que pueda tener y ponerle las cosas difíciles al míster». Cauto, pero ambicioso, en su primera aventura fuera de Sevilla, lejos de esa zona de confort que ha sido la cantera verdiblanca, donde ingresó en categoría bejamín. «Los compañeros me han recibido muy bien y me ayudarán a que sea más fácil», dice Ismael, cuyo nombre ya sonó el pasado verano para engrosar el filial de clubes importantes como el Valencia o el Barcelona. Entonces no contempló esa opción, quiere triunfar en el Betis. Ahora, cedido por una temporada y media, quiere «coger confianza» para hacerse un sitio en Heliópolis donde ha extendido su contrato hasta 2023 –el préstamo no contempla opción de compra–.

Su sueño es seguir los pasos de su primo Fabián Ruiz, que destacó con la camiseta verdiblanca antes de firmar por el Nápoles hace dos temporadas. Aunque Rubi le ha ido moldeando desde pretemporada en las labores de ancla en el Betis, su naturaleza no es la de mediocentro posicional, sino que pasa por ser un centrocampista de largo recorrido, un 'box to box' que da equilibrio al equipo con apoyos constantes. «Me considero un jugador completo, que trabajo en defensa y me gusta ayudar en ataque. Puedo jugar de 'seis', de pivote o de 'ocho'. También me gusta meter goles también», explica el propio futbolista.