Deportivo Alavés
Empatía y recelo a partes iguales

Desde el monte del pico ·
Tras la atrocidad sufrida por el Almería en el Bernabéu, al Alavés le conviene hilar fino en el capítulo disciplinario en la importante visita al colista

Fernando Ruiz de Esquide

Miércoles, 24 de enero 2024, 00:30

Si no fuera porque nos conocemos casi todos, el Real Madrid-Almería (3-2) y la remontada blanca a golpe de 'VARbaridades' sería un capítulo estanco dentro de la competición liguera. Sólo una atrocidad más sobre el modesto en el campo de un grande. Ni ... siquiera novedoso. Pero la realidad de las compensaciones y de un calendario que lleva de inmediato a los vitorianos hasta la ciudad andaluza hace temer el efecto dominó. Ese que amenaza con zarandear este viernes la ficha albiazul. Más le vale al Alavés hilar fino sobre el césped en el aspecto disciplinario. Y es que a la empatía general con lo sucedido al colista el pasado fin de semana se une el lógico recelo desde Mendizorroza. A partes iguales. Uno se imagina o más bien tiene la certeza de una semana de advertencias sobre este tema en el vestuario de Ibaia. Y, por supuesto, también de respuestas diplomáticas de jugadores y técnico si se pregunta en público sobre la cuestión arbitral.

El ardiente contexto que el Glorioso se encontrará en Almería debe servir en cualquier caso para que las llamas albiazules sigan vivas. No parece que la plantilla alavesista sea de esas que se relajan tras varios resultados positivos (7 puntos de 9 en los tres últimos encuentros), pero la experiencia dice que en estas circunstancias los músculos y la cabeza suelen entrar en la sauna. Con facilidad, de forma inconsciente, la coraza deja paso al albornoz.

Sobre todo si después de semanas con los nubarrones amenazando tormenta el horizonte se despeja y luce el sol. Con esa claridad de los ocho puntos de diferencia respecto al descenso; con ese calorcillo de los sólo quince que suma el Cádiz y esa proyección de no alcanzar siquiera los 30 al final del campeonato... Con un encuentro ante un adversario almeriense que ha sido incapaz de sumar una sola victoria en 21 duelos ligueros. Muchos datos, demasiados, que aconsejan elevar la tensión por la vía rápida.

En realidad, una visión realista de la situación debería bastar para que las constantes vitales albiazules no se aletarguen. El Alavés superó el pasado viernes a un Cádiz con numerosas bajas gracias a un tanto de penalti. La jornada anterior un cabezazo de Duarte echó paladas de olvido sobre el trabajo de un equipo que había desperdiciado un 0-2. Para alcanzar ya los seis triunfos ligueros y para que posiblemente basten cuatro más y algunos empates para asegurar la categoría. Pero nada ha llegado sin esfuerzo en esta campaña y nada más lejos que la previsión de un partido sencillo frente al colista.

Último duelo, por cierto, antes del cierre del mercado invernal. La primera incorporación, de rendimiento inmediato, ha sido un Carlos Vicente que promete alegrías. Intenso, hábil, buen centrador y de sólo 24 años. El segundo refuerzo se espera para el centro de la zaga. Más allá de que Tenaglia y Duarte hayan cumplido en el eje de la defensa y de que a Abqar se le espere en Vitoria para mediados de febrero tras la Copa de África, se trata de una reiterada demanda de Luis García. Tras la lesión de Sedlar y la constatación de que Maras no parece contar de verdad esta campaña, al club le corresponde satisfacer la petición de un preparador alavesista que merece ser atendido.