El Alavés sopesa ofrecer una ampliación y mejora del contrato al canterano Martín

Martín, como la mayor parte de los futbolistas del conjunto filial de la Tercera División, sobre todo los que han ascendido desde las categorías inferiores del club, posee un contrato estándar de condiciones económicas modestas. Se trata de una situación similar a la que vivieron años atrás Einar Galilea y Sergio Llamas, que solo cuando asomaron la cabeza en el primer equipo lograron renovaciones que incrementaron sus ingresos para, al menos, ajustarlos a su nuevo papel dentro del club. Algo que ahora podría repetirse con el que a día de hoy es el lateral derecho titular del Alavés.

El club vitoriano ya maniobró con Martín durante el pasado verano al hacer efectiva la cláusula unilateral por la que podía renovar al canterano por dos temporadas. De esta forma, al igual que sucedió con Víctor, el extremo derecho que también entrena con el primer equipo desde hace dos años aunque todavía no ha debutado, el Alavés se aseguró la vinculación de estos dos futbolistas hasta junio de 2019.

En principio, todos los jugadores del conjunto filial disponen de cláusulas de rescisión altas, de varios millones de euros, para evitar que otros clubes puedan acceder a ellos con facilidad. No obstante, en las últimas temporadas los problemas han llegado cuando los contratos han expirado. El último caso, con Asier Benito, que finalizó su vinculación el pasado verano y, tras alcanzar un acuerdo con el Athletic, se negó a aceptar una extensión de su contrato. Por la misma vía, apenas dos temporadas antes, salieron del club Alday y Vesga, este último ahora en el primer equipo vizcaíno.

El Alavés pretende, a través de una mejora del contrato y, posiblemente, también de un aumento de la cláusula, que Martín pueda quedar ligado al conjunto vitoriano hasta más allá de 2019. En definitiva, garantizarse una vinculación larga con el futbolista que ha conseguido dar el salto a la Primera División y, en apenas tres partidos, convertirse en una pieza solvente dentro de la irregular zaga albiazul.

En realidad, en esta línea ya se movió el club vitoriano en su política de fichajes en los meses veraniegos. Al contrario de lo sucedido en otras campañas, el Alavés alcanzó acuerdos de cuatro temporadas, hasta 2021, con jugadores como Ely, Maripán, Burgui o Sobrino. Una práctica por otra parte generalizada en los equipos de la máxima categoría. Los clubes prefieren firmar contratos largos, aunque muchos de ellos acaben por no cumplirse, antes que arriesgarse a que un futbolista con proyección acabe por quedar libre. El Alavés lo pagó el año pasado con la marcha de Kiko Femenía a la competición inglesa (Watford) y después reaccionó al atar en el mes de febrero, tras la clasificación para la final de la Copa del Rey, a Pacheco y Laguardia hasta 2020.

Curiosamente, la planificación del Alavés a medio plazo no ha incluido hasta ahora a su capitán, Manu García, que junto a Alexis es el único albiazul que concluye su vinculación con el club en el verano de 2018. En definitiva, el centrocampista vitoriano se encuentra a apenas tres semanas de ser libre en enero para negociar su futuro con cualquier equipo. También muy cerca, a solo dos partidos, de llegar a los 200 oficiales con la camiseta albiazul en su sexta temporada en el conjunto de Mendizorroza.

Se trata de cuestiones pendientes en una fase de la campaña donde la dirección deportiva albiazul ha entrado de lleno en la planificación del mercado invernal. Dos victorias consecutivas no han alterado la idea de que el Alavés necesita refuerzos importantes para pelear con garantías por la permanencia en Primera.