Aunque Samu Omorodion es, por sus goles y su fulgurante irrupción en la máxima categoría, el hombre del que más se habla en el Deportivo Alavés ... , otro futbolista ha logrado emerger a lo largo de las últimas semanas hasta situarse en la cúspide del notable pico de forma que atraviesa el bloque albiazul. Álex Sola está entonado. Lo demostró frente al Barcelona pese a la derrota y volvió a hacerlo el sábado en la igualada contra el Villarreal. Entonces, precisamente, sirvió a Samu un excelente centro para que el delantero marcase el gol albiazul. Fue la aportación más directa del extremo, pero ni mucho menos la única. Su primera parte rozó el sobresaliente a base de conducciones, desborde y toda clase de acciones ofensivas que dieron ventajas constantes al equipo de Luis García desde su perfil, el derecho. Porque con el mejor Sola sobre el campo el Alavés es un equipo mucho más peligroso.
El extremo atraviesa su mejor momento de la temporada. El pico más alto de un rendimiento al que solo se le puede poner esa mácula, la de la irregularidad. Arrancó el curso en otro notable pico de forma pese a que era un recién llegado. En cuestión de horas pasó de anunciarse su fichaje a estrenarse como suplente. Una jornada después, aprovechando la falta de un dueño claro para el extremo derecho, ya era titular. Así permaneció varias semanas. Pero perdió poco a poco ese brillo y se cayó del once. «Cuando vine estaba con mucha chispa y ahora no estoy en mi mejor momento», reconocía en noviembre. A un jugador como él, necesitado del acierto en sus acciones, esa falta de filo le hacía sentirse incómodo. Fuera de sitio.
La magnitud de las lesiones de Javi López y Tenaglia determinará sus próximos roles
Ha pasado tiempo hasta que ha logrado reencontrarse con esa versión eléctrica. Lo hizo en el duelo copero de enero contra el Betis. Aunque lo logró jugando como lateral derecho; en realidad, el que hasta hace unos meses parecía su puesto. El hecho de que en los últimos años los planes de la Real Sociedad contaran con él exclusivamente para esa parcela sembró de cierta extrañeza su fichaje. El equipo entonces tenía ya dos laterales y buscaba un extremo. Pero pronto quedó claro que su perfil es mucho más ofensivo. También extenso su pasado jugando como extremo. A Vitoria llegaba para competir ahí, aunque con el aval de poder hacerlo más retrasado. En San Mamés volvió a hacerlo. Contra el Villarreal le tocó terminar de zaguero tras la lesión de Javi López, que reubicó a Gorosabel en la izquierda.
Abde y Alkain, a la espera
Ahora, a falta de definir la magnitud de la lesión del lateral canario y de Tenaglia -ambos apuntan a perderse casi con certeza el duelo de este domingo ante el Betis y podrían estar fuera más tiempo- Sola vivirá a medio camino entre el extremo en forma que es y el potencial recurso para la maltrecha defensa. «Igual tenemos que poner a Sola de lateral o incluso reservarlo en el banquillo, aunque está muy bien. Pero solo tenemos ahora cuatro defensas disponibles», reconocía Luis García tras jugar contra el Villarreal.
Ambos están destacando por su verticalidad, ritmo y acierto a la hora de desbordar a la defensa
Pero ese escenario tampoco es un problema porque el extremo derecho albiazul vive en plenitud. Carlos Vicente es, desde su llegada hace poco más de un mes, una baza de plenas garantías para esa parcela. Solo algunos problemas físicos y el buen nivel del propio Sola le han apeado del once titular. Pero cuando ha jugado ha respondido a un nivel muy alto. El que le puede devolver al once titular si es precisa la reestructuración del equipo. Menos probables parecen las opciones de Abde y Alkain. Al primero Luis García le ha pedido «dar más» y «creerse que puede hacer más daño». El segundo parece condenado al ostracismo: desde noviembre solo ha jugado el descuento de un partido liguero.
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