El Alavés sabe a lo que juega

Pero lo más importante es que este equipo sí sabe a lo que juega manejando varios registros que son innegociables según los minipartidos dentro de un mismo encuentro. Simplemente es apretar al contrario con intensidad y al unísono para que apenas construya en nuestro campo y a la par buscar el área contraria con verticalidad y abriendo mucho el juego por las bandas a fin de crear espacios entre líneas.

Lógicamente, para ello hay que tener los jugadores adecuados y aunque justos, suficientes hasta que puedan llegar las vacas flacas y no se demuestre lo contrario, sobre todo con partidos entre semana. Por lo que hay que reconocer que este Alavés tiene muy buena pinta, con una medular que ya podría haberla tenido en Primera. Para empezar, en el once tuvo que volver a entrar Abqar por el lesionado Sedlar y además reapareció Luis Rioja después de sus dos encuentros de sanción. Fue la figura del duelo y por algo casi se escapa antes de empezar la temporada. Marcó la diferencia con el zurdazo del primer gol, la asistencia del segundo y el disparo del tercero que pegó en un contrario.

Y eso que la Ponferradina acortó distancias en un momento psicológico, al filo del descanso, aunque antes también el portero Sivera demostró con sus intervenciones que cada día va a más. Como todos los futbolistas locales, unos días más unos y otros los demás, porque ayer el lateral izquierdo Duarte hizo una actuación completa de ida y vuelta. Al igual que el punta Miguel, que además de marcar el segundo tanto tras recibir un pase de la muerte, repitió un trabajo impagable para asfixiar a la defensa berciana.

En el doble pivote, Benavídez acentua otro gran y meritorio trabajo sucio mientras que Salva Sevilla, muy vigilado por la Ponferradina, pone el orden y la clase hasta que le tocó el turno a Moya. Incluso, el extremo Róber, que todavía está jugando poco, le va a hacer una gran competencia a Alkain. Un poco más adelantado en la mediapunta, uniendo las costuras ofensivas del traje, Guridi hace de todo y cuando lo tiene que hacer. No me extraña la gran cantidad de kilómetros que recorre cada partido aunque lo más importante es que los hace con criterio y vista. Y no como pollos sin cabeza, que diría el mítico entrenador galés Toschak, o que seguro recorrieron algunos futbolistas alavesistas de las deslucidas últimas temporadas en Primera, cuando lo hacían sin ton ni son.

Es decir, hoy en día los jugadores deben ser atletas pero también tener la cabeza en su sitio o que alguien se la ponga, además de sus cualidades técnicas. Por eso, siempre he considerado que los niños deberían jugar más a futbito en los colegios -si ya no se puede hacer en las calles- porque a la larga y a nivel profesional se adecuan muchos entrenamientos en espacios reducidos para mejorar la posesión de la pelota ante esa mayor dificultad. Ya tendrán tiempo de aburrirse en campo 'grande', como es el inicio de campaña de una plantilla que sabe lo que quiere poner en práctica.

Toca seguir paso a paso sin relajación, como en el siguiente partido en Burgos, ante un rival que no ha encajado un solo gol en las primeras ocho jornadas batiendo el récord de Segunda y acercándose al de Primera. Me huele que lo vamos a batir y ojalá nos volvamos también con el botín de los puntos.