El club albiazul ha anunciado que recurrirá la tarjeta roja directa del centrocampista cordobés. «Por derribar a un adversario evitando con ello una ocasión manifiesta de gol», según el acta redactada por Figueroa Vázquez. Aunque las imágenes dejan claro que a Arnaiz se le había ido largo el control –el balón está ya casi en manos de Sivera en el momento del encontronazo– y ponen en seria duda hasta la existencia de la infracción. Hasta el entrenador rojillo, Jagoba Arrasate, admitió que era dudosa. Elocuente.
«Una vez revisadas las imágenes, se considera procedente recurrir la expulsión del jugador albiazul en una jugada que marcó el partido», argumenta el club, que remitirá las «alegaciones pertinentes al Comité de Competición» y queda «a la espera de la resolución del órgano disciplinario».
Cuatro en contra en ocho jornadas
Ésta ha sido la gota que ha colmado el vaso en el seno del Deportivo Alavés, que paralelamente elevará una queja a los estamentos pertinentes para dejar claro un malestar creciente en el club y su afición por los arbitrajes recibidos en las primeras jornadas de Liga. No es habitual que en apenas ocho partidos la mitad hayan estado claramente condicionados por decisiones, cuando menos, controvertidas.
El claro codazo a Guridi dentro del área en el descuento del partido de Getafe que el VAR no quiso ni revisar cuando poco antes había señalado penalti en una acción similar en el área contraria. «O los dos o ninguno», manifestó entonces Luis García Plaza. O la pena máxima sufrida en Vallecas en una acción en la que Sola golpea al suelo pero no al rival.
En Vigo también se sintió perjudicado el Alavés en la última acción del partido, cuando Tapia arrolló a Luis Rioja dentro del área. El sevillano ya había soltado el balón, pero el jugador celeste se lo lleva por delante. Penalti tonto, pero penalti. Que, lo que más indigna en el vestuario, tampoco se quiso revisar. Y la expulsión de Blanco, que mediatizó por completo el derbi ante Osasuna. Quizás no habría llegado la remontada, nunca se sabrá, pero la polémica volvió a complicar sobremanera el intento albiazul.