La llegada de Manu Vallejo acarrea la cesión de Sylla al Rayo

El Alavés cierra el mercado invernal con cuatro refuerzos y tres salidas tras el préstamo del delantero senegalés al club madrileño

I Miñón y M. Uriarte

Lunes, 31 de enero 2022, 22:06 | Actualizado 23:52h.

El último día del mercado de fichajes es una partida de ajedrez. Baile de piezas, de nombres. De trampas, enroques y movimientos inesperados. Y la ... mirada acuciante del reloj. El Deportivo Alavés ha tenido que esperar casi hasta el cierre para sellar un acuerdo que tenía apalabrado desde el día anterior. La esperada llegada de Manu Vallejo, cedido por el Valencia hasta final de temporada sin opción de compra, ha estado ligada a la salida de Mamadou Sylla, que jugará a préstamo en el Rayo Vallecano hasta junio.

Movimientos entrelazados. El club albiazul quería aligerar su nómina de delanteros antes de hacer hueco al punta gaditano, pero tampoco quería arriesgarse a perder efectivos ofensivos antes de tener atado el que es su cuarto refuerzo invernal tras Escalante (Lazio), Jason (Valencia) y Tenaglia (Talleres). Y algunas cláusulas de la cesión del atacante valencianista han ralentizado la operación hasta pasadas las diez de la noche. En el sentido contrario, el de salida, han sido tres los futbolistas que han abandonado la disciplina albiazul: Tachi (Fuenlabrada), Iván Martín (Girona) y Sylla (Rayo).

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El delantero senegalés, reclutado en verano del Girona con un traspaso cercano al millón de euros, no ha encontrado su sitio en la delantera vitoriana, donde solo ha sido cuatro veces titular en Liga, sin llegar a ver puerta. Sus dos únicos goles como albiazul llegaron en Copa, ante los modestos Unami y Linares. Y con Mendilibar solo ha jugado 18 minutos, en el primer partido, ante la Real Sociedad. Curiosamente, ahora los busca en un equipo que aventaja en catorce puntos a los babazorros.

Cláusula del miedo

Con la delantera sobrecargada –el intocable Joselu, Miguel, Guidetti (la marcha del sueco se daba por imposible) y el propio Sylla–, la salida del senegalés fue la llave que abrió la puerta a un punta que ofrece un perfil diferente para abrir el abanico de opciones ofensivas de Mendilibar. Un atacante menudo (1,67 metros), con etiqueta de segundo punta, que puede caer a las dos bandas y ataca muy bien los espacios, donde más destacan sus virtudes. Encasillado en el rol de revulsivo en Mestalla y sin la confianza de Bordalás, Manu Vallejo quiere arraigar en Primera cuando está a punto de cumplir los 25 años.

El delantero gaditano podrá ayudar al equipo albiazul desde el partido del sábado en Elche, pero no podrá estar en el siguiente compromiso liguero, frente al Valencia, debido a la cláusula del miedo que incluyó la entidad levantina en el contrato de cesión.