El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero
Luis Rioja intenta llevarse el balón frente al Nacho Vidal, del Mallorca, en el último encuentro del Alavés disputado como local en Mendizorroza. Igor Martín

Alavés-Rayo Vallecano | Domingo, 14 horas

Mendizorroza quiere recuperar su magia

El Alavés solo se ha llevado uno de sus últimos seis duelos en casa, lo que contrasta con su mejoría como visitante

Jueves, 7 de marzo 2024, 00:16

El Deportivo Alavés vuelve este domingo a Mendizorroza. Su casa. Donde cada partido es una fiesta y la comunión entre afición y plantilla, total. Ese regreso también tiene en esta ocasión algo de terapéutico. Tras el tropiezo contra Osasuna del lunes en El Sadar, ... qué mejor oportunidad de olvidarlo que un encuentro como local ante un rival directo en apuros como el Rayo Vallecano. Aunque, esta vez, la realidad albiazul en casa tampoco es sencilla. El bajón del equipo en las últimas semanas también se ha trasladado a su estadio. Mendizorroza no ha sido el fortín de siempre. Tanto, que el Alavés encadena ya tres encuentros ante su público sin ganar. Demasiados para un equipo que se ha acostumbrado a sumar de tres en tres en su casa.

Publicidad

El escenario ha cambiado de forma sorprendente en las últimas semanas. Porque si el Alavés cerró 2023 como un equipo fuerte en casa pero con serios problemas lejos de Mendizorroza -donde todavía no había logrado vencer este curso-, en 2024 el plantel albiazul es mucho más equilibrado. En casa ha jugado cuatro partidos y sacado cinco puntos; es decir, un 42% de ellos. Fuera, donde ha disputado un encuentro más, lleva ocho de quince; un 53%. Los triunfos consecutivos ante el Sevilla y el Almería, los primeros en la máxima categoría desde octubre de 2021 -punto final a una cifra récord de 25 encuentros consecutivos como visitante en la élite sin ganar-, invitaban a un escenario optimista. Si ya era solvente en casa, su mejoría como foráneo auguraba un aumento considerable de su botín.

Noticia relacionada

Sí que ha logrado mejorar sus números y alejarse del descenso, pero sin terminar de despegar en Mendizorroza. Como local solo se ha llevado un triunfo en las últimas seis citas, el logrado contra un rival directo como lo es el Cádiz. Aunque entonces la victoria tuvo que llegar de penalti. Los demás, sin el premio del triunfo, han sido encuentros de contrastes. Con sensaciones discretas como el último, frente al Mallorca, y otro, ante el Barcelona, en el que fue claramente superado por la pólvora rival. Pero contra el Real Madrid se le escapó un valioso empate por un despiste inusual jugando durante muchos minutos en superioridad numérica y frente al Villarreal pudo castigar durante un arranque sensacional, pero tras no abrir brecha acabó agazapado ante el potencial visitante. El ejemplo más elocuente de la disolución de ese efecto mágico como local fue el encuentro ante Las Palmas. Gozó de ocasiones de todos los colores para ganar, pero acabó perdiendo contra un rival mucho más efectivo.

Cierre de Liga exigente

Aunque infrecuente, no es la primera vez esta temporada que sufre para ganar en Mendizorroza. Ya a comienzos de curso arrastró tres encuentros sin ganar. Fueron las derrotas en los derbis frente al Athletic -la primera del curso en casa- y Osasuna además del empate frente al Betis. Pero entonces logró reponerse para encadenar dos triunfos determinantes en su pelea por la permanencia. En noviembre derrotó al Almería y el Granada y comenzó a cimentar su ventaja respecto a ellos.

Ahora espera hacer lo mismo contra el Rayo Vallecano. Aunque los madrileños sean, precisamente, uno de los visitantes más solvente de la competición. Son el sexto de la Liga en ese apartado, con victorias de mérito en Getafe o Las Palmas y empates en Anoeta y el Santiago Bernabéu. Eso contrasta con sus problemas en casa, ya que son el segundo peor local. Además, la entidad vallecana vive una situación institucional delicada con su estadio. En las últimas semanas tanto figuras políticas de la Comunidad de Madrid como el presidente del club alimentaron la idea de construir un estadio. Primero, en otro distrito; después, en una zona alejada dentro de Vallecas. Eso no ha gustado a una afición muy vinculada al campo de la calle Payaso Fofó. Tanto, que centenares de personas formaron una cadena humana el pasado fin de semana para proteger de forma simbólica su casa.

Publicidad

Escasa fortuna

La falta de puntería contra el Villarreal o Las Palmas le privó de obtener un botín mayor

El Alavés también quiere devolver la magia a su estadio. Que sea el que le lleve en volandas para dejar al Rayo, que encadena ocho encuentros sin ganar con solo un triunfo liguero desde noviembre, a seis puntos. El final de temporada que vivirá Mendizorroza será exigente. A finales de marzo (domingo 31, 18.30 horas) el Alavés jugará el derbi contra la Real Sociedad y en abril tendrá que medirse al Atlético y el Celta. Después llegarán los duelos contra el Girona y el Getafe, penúltima jornada de un campeonato que cerrará en Las Palmas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad