El Alavés se queda seco en Mendizorroza

Los albiazules se han quedado sin marcar en cuatro de sus últimos cinco encuentros en Mendizorroza. En sus tropiezos ante Getafe (0-1), Espanyol (0-1), Rayo Vallecano (0-2) y Real Madrid no 'mojaron' a pesar de que fabricaron más ocasiones que el rival y contaron con el aliento eterno de la grada. Y el día que menos generaron –Villarreal– ganaron (1-0). «Por la parte del juego nos vamos con muy buenas sensaciones, pero es cierto que tenemos que hacer gol», señaló Carlos Vicente.

El Alavés, con un jugador más durante media hora, consiguió ejercer cierto dominio sobre un gigante como el Real Madrid. Tuvo más posesión (56%) y más remates totales (13-11) y a puerta (6-4) pero, al final, el gol de Camavinga desniveló la balanza. Courtois sólo se enfrentó a balas de fogueo en sus seis paradas.

«El equipo genera pero nos está faltando meterla», repite un Chacho que en sus análisis pasados ha recalcado los «números buenísimos» que no están transformando en goles. «Hacemos todo el gasto, dominamos el juego, generamos la mayor cantidad de ocasiones, tenemos la pelota y otra vez nos vamos con las manos vacías», detalló después de perder (0-1) con el Espanyol. Aquella tarde, Joan García realizó cinco paradas y repelió todos los disparos que fueron a su meta. El Alavés, que chutó 15 veces, monopolizó el balón (62%) y el Espanyol, que sólo disparó en dos ocasiones entre palos, dio en la diana en uno y se llevó el triunfo. La misma historia que ante el Getafe quince días antes.

El 66% de posesión y el mayor caudal de disparos totales (12-4) y a puerta (4-3) no fue suficiente. Un penalti por mano de Abqar les mandó a la lona (0-1). Otro de los «errores graves» en defensa a los que alude Coudet que se repitieron frente al Rayo. La pena máxima a lo Panenka fallada por Jordán fue el mejor ejemplo de esta falta de 'punch'. El Chacho «no vio bien al equipo» tras un duelo que los vallecanos, con menos balón (56%), equilibraron en las áreas (12-11 chuts totales y 4-5 a puerta) y se llevaron (0-2) al castigar los fallos vitorianos.

Batalla realizó cinco paradas y cerró su portería como antes lo había hecho con el Getafe David Soria (cuatro). Ambos echaron el candado a su meta como Sivera y Adrián frente al Villarreal. Curiosamente, el único triunfo (1-0) de esta serie para el Alavés llegó con nueve jugadores –el portero alicantino y Blanco fueron expulsados– y tras sobrevivir al chaparrón amarillo, que embotelló a los babazorros con más posesión (59%) y disparos (24-5). «Necesitábamos un poquito de suerte», dijo aliviado Coudet. Fue un espejismo.

Los números del Chacho reflejan que el Alavés se siente más cómodo a domicilio. «Mendizorroza siempre ha sido nuestro fuerte, pero estamos jugando mejor y puntuando más fuera. No sé cómo explicarlo», destacó el entrenador argentino. Desde su llegada, los albiazules han disputado ocho partidos en Vitoria y otros tantos a domicilio. Y la diferencia es abismal. En su estadio han sumado cinco puntos y como visitantes, once. Sólo se han quedado en un partido sin marcar como forasteros –la derrota (1-0) en Barcelona– y en casa en cinco. Y el balance de goles en Mendizorroza es de apenas tres con Coudet. Fuera, de 14.

«Este año se nos está haciendo difícil en casa», asumió un Blanco que pidió mejorar en los «detalles» ofensivos al calor del hogar. «Debemos prestar más atención a los pases, centros y disparos cuando estamos en la última fase. Debemos exigirnos más para realizar goles», añadió el medio. Y es que el Alavés no marca dos tantos en un partido en casa desde el 18 de octubre en la derrota (2-3) ante el Valladolid.

Unas cifras ofensivas limitadas que les convierten en el tercer peor local de la Liga. Sólo Las Palmas (14) y los pucelanos (13) tienen menos puntos (16). El colista, precisamente, es el único que ha marcado menos como local (8) que el Alavés (11). La mejoría es obligada. «Pensaremos cómo solucionarlo», avisó Coudet. A un punto del descenso, las últimas siete jornadas deparan más partidos en casa –Real Sociedad, Atlético, Valencia y Osasuna– que fuera –Sevilla, Athletic y Valladolid–. Mendizorroza quiere celebrar goles. La permanencia pasa por ello.