Son dos partidos en uno, que no se pueden entender el uno sin el otro. El de Mallorca (Son Moix, 19.00 horas) es la continuación del librado el sábado en Mendizorroza ante el Rayo Vallecano (1-0). Ganar el primero para soñar en el ... segundo. «El anterior era el que nos podía meter de lleno en la lucha, conseguimos dar ese pasito y éste, de ganarlo, todavía nos metería más», asume Julio Velázquez, que confía en el impulso emocional que supuso el triunfo ante los franjirrojos para dar pasos también en el capítulo futbolístico. «Vamos con un punto anímico importantísimo», subraya.
Publicidad
No solo por la victoria, que era lo fundamental, sino por «ser capaces de saber sufrir, de modificar registros, de manejar un resultado favorable y de haber hecho muchas cosas bien en la segunda mitad». Un espaldarazo moral que debe tener continuidad en el estadio bermellón. «Veo al equipo muy estable emocionalmente y creciendo desde lo anímico», insiste el entrenador albiazul, consciente «de la importancia y, sobre todo, de la oportunidad» que supone un duelo crucial por la permanencia que los bermellones afrontan con cuatro puntos de ventaja sobre los albiazules.
Un día para gestionar las emociones. Juega también el miedo a perder. «Es normal que en ciertos momentos la situación clasificatoria pueda pesar, a nosotros y a cualquier equipo», asume el técnico. ¿Vale de algo el empate? «Luego depende de qué partido es, qué pasa en otros encuentros... Pero en nuestra situación no podemos ir con otra idea que hacer un partido interesante en todos los aspectos que nos lleve a sumar los tres puntos. Debemos tener una mentalidad ganadora y ambiciosa e ir a Mallorca a dar continuidad a lo que fuimos capaces de hacer el otro día en la segunda parte y si es posible mejorarlo», reflexiona Velázquez.
Es la dirección en la que apunta constantemente el técnico albiazul, la segunda parte disputada ante el Rayo. No es que fuera especialmente brillante, pero el conjunto vitoriano fue «capaz de revertir la dinámica del encuentro» tras una primera mitad realmente mala. En el descanso entró Manu García, que aportó algo de claridad entre líneas, por detrás de Joselu, lo que invita a pensar en una oportunidad de inicio para el centrocampista asturiano, que, protegido por el despliegue físico de Loum y Escalante, tiene más libertad de movimientos a la hora de arriesgar con el balón en busca del último pase.
Publicidad
Aunque Velázquez apenas tocó el bloque entre su primer partido y el segundo –solo un cambio–, la cercanía de ambos partidos, apenas 73 horas entre el final de uno y el principio de otro, puede conllevar también rotaciones. En la recámara esperan jugadores importantes como Duarte y Pina o incluso Manu Vallejo, que fue titular en El Sadar en el estreno de Velázquez en el banquillo. «Estamos para hacer las cosas con coherencia. Se trata de meter el once más adecuado analizando el todo: lo futbolístico, lo emocional y lo físico».
El Mallorca se presenta en el partido con ventaja clasificatoria, cuatro puntos de renta sobre el Alavés, pero igual de necesitado que los albiazules. El conjunto bermellón solo ha ganado uno de sus últimos nueve encuentros. El resto se cuenta por derrotas. 3 puntos de 27 posibles. Y un cambio de entrenador, Javier Aguirre por Luis García, que le ha dado esa victoria en tres intentos, ante el Atlético (1-0), pero con muchos problemas para ver puerta. Un gol en 270 minutos y de penalti.
En este escenario, el mexicano asume la trascendencia del duelo ante los albiazules. «Uno de los partidos que tienes que ganar. Es nuestra obligación, jugar bien y ganar», recalca 'El Vasco', que hoy quiere «salir a por el partido, a por los tres puntos, a agradar a la gente, a correr, a luchar, y a jugar mejor al fútbol».
El entrenador pucelano, además, recupera a Pere Pons, que se ha perdido los dos encuentros bajo su mando por una lesión muscular. El centrocampista catalán ha evolucionado mejor de lo esperado y viajó con el equipo a Mallorca. El técnico incluso abrió la puerta a que pudiera tener minutos, pero no es una opción de inicio.
Publicidad
Son las aristas albiazules de cara a un duelo «complejo», porque el rival «también se está jugando mucho y está en casa». Aunque el Mallorca ha perdido en tres de sus últimas cuatro comparecencias ante su afición. Ganó la última, ante el Atlético (1-0), en el debut de Javier Aguirre en Son Moix. La única victoria bermellona en nueve jornadas. Las otras ocho se saldaron con derrota, un pésimo balance que se llevó por delante a Luis García y ha metido a los baleares en serios problemas para salvar la categoría.
Con 'El Vasco' en el banquillo, Velázquez tiene claro que enfrente va a haber «un equipo rocoso, que busca ser sólido, compacto y no equivocarse». Con «individualidades a tener en cuenta» como Kubo, Kang-In Lee y Muriqi, reclutado de la Lazio en el mercado de invierno y autor de tres goles en once partidos –dos de penalti–. Además de las conocidas bajas de Ruiz de Galarreta y Seldar, el entrenador mexicano no podrá contar en el duelo ante los albiazules con Jaume Costa y Amath Ndiaye, que se fueron lesionados del partido frente al Elche, lo que abre las puertas del once a Take Kubo en ataque y a Russo en la defensa de tres centrales que propone Aguirre en el conjunto balear.
Publicidad
Además, el técnico está pendiente del capitán, Antonio Raíllo, uno de los habituales de la zaga mallorquinista, que también finalizó con molestias y es duda.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.