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Joselu no esconde que siente morriña de Lucas. «Está claro que es un jugador muy importante para nosotros, nos aporta cosas que ningún jugador nos puede aportar en esa posición y siempre que está en el campo suma». La pasada temporada compartieron el 'Pichichi' albiazul ... con once dianas por cabeza. En la jornada 24 llevaban nueve cada uno. En el presente curso suman nueve entre los dos, cinco el delantero de Silleda, cuatro el de A Coruña. Algo ha cambiado. En el equipo, obviamente, y en su sociedad entonces ilimitada. Si la pasada campaña compartieron en el campo el 61% de los minutos en juego (2.067), en ésta solo han coincidido en el 48% (1.039). A modo de comparación, durante ese tiempo de coexistencia en la delantera el Deportivo Alavés ha conseguido el 60% de sus goles (doce), con participación directa de alguno de los dos en diez.
«Jugar con él (Lucas) hace todo mucho más fácil», subraya Joselu. «Lo hemos demostrado los dos durante año y medio y esperemos que ante Osasuna esté al cien por cien». Esa es la clave, «ya demostró el año pasado que lo necesitamos al cien por cien». Porque el delantero coruñés disputó 681 minutos en las doce primeras jornadas ligueras (tres goles) y 469 en las doce últimas (un tanto). Entre molestias físicas y un compromiso inicial que el propio Abelardo no veía claro, solo ha sido titular dos veces desde la llegada del 'Pitu', en la única victoria –Valladolid (1-0)– y en el Camp Nou (5-1)–. «Yo le veo bien», afirma Joselu. «Pero esto no me incumbe a mí –precisa–, yo no tomo las decisiones ni estoy en la mente de nadie. Yo entreno para estar bien y el míster toma las decisiones, yo no decido quién juega y quién no. Nos pagan por entrenar y aceptar las decisiones del míster».
Esa intermitencia de Lucas ha reducido los minutos junto a Joselu al 41% con el entrenador asturiano en el banquillo. Eso sí, en ese tiempo han llegado tres de los cuatro goles albiazules (75%) y dos tantos del propio Joselu, ante el Valladolid y ante el Real Madrid, éste servido por el propio Lucas. Es una conexión fructífera que el Alavés debe aprovechar. Dos delanteros diferenciales que se complementan a la perfección: el trabajo constante de uno, los movimientos entre líneas del otro; el poderío aéreo de uno, el golpeo preciso del otro. Se retroalimentan.
Y buena parte de la permanencia del conjunto vitoriano pasa por las botas de la dupla gallega. Joselu acepta el reto. «Voy a hacer 31 años, presión ninguna, esto es fútbol». Pero recuerda que «somos una plantilla de 25, el cuerpo técnico, la gente que nos ayuda todos los días, es mérito de todos». Y se muestra esperanzado: «No hemos tocado los puestos de descenso desde que he llegado al Deportivo Alavés –sí lo han hecho, puntualmente, en alguna jornada–, siempre hay equipos peores que nosotros».
Se avecina un partido clave en esa batalla, mañana en Mendizorroza ante Osasuna, que suma tres puntos más que los albiazules. «Venimos de dos derrotas complicadas, sabemos que no son partidos de 'nuestra liga', pero nos hacen mucho daño. Tenemos que pensar igual que el día del Valladolid, son partidos que tenemos que sacar», reflexiona Joselu. Superadas etapas de 'alta montaña' ante equipos punteros de la Liga, llega el momento del sprint.
«Sin faltar al respeto, Osasuna no es ni el Barça ni la Real Sociedad», expone el gallego, consciente, en cualquier caso, de la enorme dificultad que entraña superar al conjunto navarro. «Tiene jugadores con muy buenos datos físicos, hay que ponerse a ese nivel e intentar superarlo. Debemos ser un grupo, sólidos en defensa, intentar no encajar y aprovechar las que tengamos».
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