Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las consecuencias de un coronavirus que todavía no se ha ido están siendo graves e inesperadas, pero el Alavés ha sabido capear el temporal para mantener sus cuentas a flote. Es el mensaje que se ha desprendido este martes de los gestores albiazules en la ... Junta General de Accionistas del club. En ella se han aprobado sin mayor problema las cuentas de la turbulenta temporada pasada (99,53% de los votos a favor), el presupuesto de la también difícil actual (99,52%) y el nombramiento del auditor del club, Sayma Auditores, para los tres próximos ejercicios (99,68%). No ha habido votos en contra y apenas un puñado de abstenciones entre los 35 asistentes y 20 accionistas representados.
El coronavirus no se ha sentado en la mesa. Tampoco tenía voz ni voto. Pero ha sido el protagonista absoluto de las más de dos horas y media de Junta. Su efecto es total sobre los números de la pasada temporada y también en las previsiones de la actual. El ejercicio 2019-2020, quinto consecutivo del club en Primera, se cerró con un beneficio de 430.372 euros. Más de un millón menos de los 1.505.058 euros que se habían previsto. Pero un margen que permite a la entidad cerrar en positivo por noveno curso consecutivo.
Ciudad deportiva
El club muestra su orgullo por esos números. Aunque se hayan visto afectados por un descenso de más de 1,3 millones respecto a lo presupuestado en el apartado de taquillas y abonados por los encuentros jugados a puerta cerrada. O, sobre todo, en el ingreso en los derechos de televisión, donde el club -en un contexto marcado por bares cerrados donde no se ha podido emitir fútbol y una temporada con menos meses de competición- ha ingresado 2,4 millones menos que lo previsto. En cualquier caso, destacan un «resultado positivo» para el que ha sido clave su «fortaleza patrimonial y económica». Ahí apelan a destinar los esfuerzos futuros que consoliden y hagan crecer al Deportivo Alavés. Esa «mejora en la competitividad» llegará, explican, «potenciando los proyectos que generen ingresos recurrentes».
Esos son cuatro. El primero, la ampliación de la Ciudad Deportiva de Ibaia, que contará con 8 campos de fútbol, graderío y un edificio renovado hasta llegar a los 109.751 metros cuadrados. El segundo pilar es una ampliación de Mendizorroza que ha sido aplazada, pero que se mantiene dentro de los planes del club como proyecto estratégico. La entidad, eso sí, ha incluído una partida en el presupuesto de este curso para «obras estructurales» en el estadio. También mira al Bakh, un proyecto que «va madurando» y donde se incluyen más campos de fútbol, una universidad y una residencia para estudiantes. La última pata, un Istra del que es propietario al 85%.
El balance del curso pasado, a nivel deportivo y social, fue positivo. Aunque con dos lunares: la falta de aficionados porque «sin afición se sufre mucho» y el paupérrimo rendimiento copero del equipo, con la eliminación ante el Jaén. «No sé ni cómo definirlo», ha resumido, con todavía cierto grado de sorpresa, el presidente albiazul.
Menos optimistas son las cuentas para esta temporada, la 2020-2021, considerado por el club como un año de transición. El Alavés ha presupuestado un descenso del 15%, que le llevará a unas pérdidas de 2.930.000 euros. Unos malos número que, asegura el consejo, «el club puede soportar». En sus cálculos, sin el efecto del coronavirus, el beneficio podría haberse elevado hasta los 1,4 millones de euros.
Bajan los ingresos -marcados por la ausencia de abonados en las gradas- y también lo hacen los gastos. En su previsión el club también ha incluído una potencial indemnización a Asier Garitano de 1,5 millones por despido improcedente, aunque confían en que el juzgado les dé la razón.
Las Juntas de Accionistas del Deportivo Alavés acostumbran a ser de guante blanco. Sólo en el turno de ruegos y preguntas pudo percibirse cierta tensión. Sobre todo, cuando el Consejo fue cuestionado sobre el bajo límite salarial del club. El máximo dirigente albiazul intentó explicar su complejo funcionamiento. El club lo excede, lo que le limita a la hora de realizar movimientos. «La situación es la que es», admitió. También hubo preguntas sobre la controvertida gestión del Istra. Varios cuestionaron su rentabilidad, aunque el club defendió el proyecto a futuro y por su posición «óptima para captar talento». También hubo quejas sobre la «industrialización» del fútbol y los partidos lunes y viernes, la publicidad de una casa de apuestas en la futura camiseta del centenario y el escaso uso del euskera en el marco del plan de normalización lingüistica. Hubo tiempo también para recordar al fallecido Javier Ortiz de Zárate, al que se propuso para dar nombre al futuro campo principal de Ibaia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.