«En el Alavés jugué posiblemente el mejor año de mi carrera»

- ¿Cómo recuerda aquel año?

- Fue buenísimo en lo personal y grupal. A nivel individual me salió todo redondo y me encontré uno de los mejores vestuarios en los que he estado, con gente comprometida, que sabía qué hacer en cada momento. Fue una pena que llegásemos al tramo final con las fuerzas justas porque hubiera sido el año propicio para entrar en Europa. Estuvimos ahí hasta prácticamente el final.

- ¿El mejor de su carrera?

- Posiblemente. Fue un año muy regular en cuanto al nivel mostrado. Quitando cuatro jornadas que estuve lesionado, lo jugué todo. Creo que a buen nivel. También gracias a los compañeros, porque cuando el grupo está bien, las individualidades resaltan más.

- Solo coincidieron media liga, pero la sociedad con Ibai Gómez dio mucho juego.

- Fueron seis meses muy buenos. Nos compenetrábamos a la perfección. Ese año, él se metió a jugar en la derecha y yo, por la izquierda. Yo estiraba al equipo y él venía a asociarse por dentro. Nos buscábamos. Tenía un pie muy bueno. Bueno, los dos. Hacía unos pases espectaculares. Cuando los de arriba tirábamos desmarques, nos veía muy bien. Fue una pena que se fuera. Una de las bajas que el equipo notó mucho pese a que luego vino Inui.

- ¿Usted por qué no siguió?

- En Navidad teníamos un acuerdo hecho con el Málaga para mi venta. A última hora su presidente rompió todo. Las cantidades que pedía el Alavés el Málaga no se las podía permitir y nos emplazamos a volver a hablar a final de temporada, con el riesgo que conlleva. Fueron pasando los meses y salieron más opciones. Tomé la decisión de irme a Italia. Fue más por querer jugar competición europea que dinero. Tenía 27 años y era el último tren para ello. Pero estoy súper agradecido al Alavés porque en todo momento hizo un esfuerzo importante por mí.

- Ahora regresa en un duelo entre teóricos aspirantes a estar arriba. ¿Qué partido espera?

- Disputado. Cuesta mucho hacerle gol al Alavés y está compitiendo muy bien. En casa se hace muy fuerte y va a haber casi lleno en 'Mendi'. Eso para los jugadores es la leche. Nos toca adaptarnos.

- ¿Lo ve como candidato al ascenso?

- Sí, por supuesto. Tiene grandísimos jugadores y un entrenador que sabe hacerlo bien en Segunda. Son muy competitivos. Junto con Granada, Las Palmas, Eibar... son los grandes favoritos para ese ascenso directo.

- La Segunda parece una categoría especialmente impredecible este curso.

- Hace unos días nos metió cinco el Granada, después le ganamos 2-0 al Eibar y ellos le metieron antes cuatro al Granada. Esta categoría es tan igualada que como te relajes en alguna fase del partido los rivales te complican mucho.

- ¿Qué representa para usted el Sporting?

- Es mi casa, el club que me dio la posibilidad de ser profesional. Todo lo que te diga se va a quedar corto. No es que sea solo jugador, soy aficionado. Cuando juegas en el equipo de tu casa, lo haces con ese sentimiento. Las derrotas duelen más y las victorias se celebran más.

- ¿Fue difícil decidirse en enero por volver a Segunda?

- No. No se me caen los anillos. He ido creciendo con el paso de los años. He empezado en el barro y llegado a la élite. Sé cuáles son mis raíces. En ningún momento he tenido problema y menos a mi equipo.

- Al poco llega Abelardo. ¿Es el entrenador más importante de su carrera?

- No es un secreto. Me dio la oportunidad de debutar y es con quien he tenido mejores temporadas. Siempre hemos ido un poco de la mano en los éxitos. Ojalá esta temporada sea una.

- La presión, en un club tan histórico, debe ser grande.

- Obviamente. Hay mucha gente cuyo estado de ánimo depende de lo que hagamos nosotros. Es un club con mucha historia que vivió tiempos muy buenos, de casi ganarle una liga al Real Madrid. Ahora quiere volver a la élite, asentarse, y eso lleva un proceso. Estamos construyendo un proyecto a medio-largo plazo que por ahora pinta muy bien. Pero hay que ir con pies de plomo. Pero cuando en Segunda tienes 20.000 personas en el campo, imagínate la responsabilidad.

- ¿Ha sido la irregular el principal déficit de su equipo?

- Nos costaba dejar la puerta a cero. Veníamos encajando casi dos goles por partido. Esas cosas las tenemos que ir regulando para ser más competitivos porque en esta categoría es súper importante ser fiables. Ser regular te va a dar llegar a las últimas jornadas con opciones de estar entre los seis primeros.

- Tampoco han estado finos fuera. Y ya conoce Mendizorroza...

- A muchos compañeros que no han jugado aún allí les digo que van a flipar. Es un ambiente de fútbol extraordinario.

- Con 31 años, parece aún pleno de ilusión.

- Por supuesto. Y más después de estos dos últimos años duros en cuanto a lesiones. Casi más ilusión que un chaval de veinte.

- Usted es un extremo puro en un deporte que cada vez cuenta menos con esa figura.

- En los últimos años se viene dando el jugar con extremos a banda cambiada. El fútbol evoluciona, pero aún quedamos soldados de los extremos a pierna natural. A Abelardo le gusta jugar así. También el Alavés suele hacerlo. En este sentido, los estilos se parecen bastante.