Granada-Alavés | Domingo, 16.15 horas

Luis García: «Voy a hacer algún cambio, entre dos y cuatro»

En cualquier caso, ha confirmado que introducirá cambios en el once titular. Ya tras caer contra la Real Sociedad confirmó que necesitaba «piernas frescas» y, así, dará espacio a varias novedades en su alineación. «Sí que voy a hacer algún cambio. Entre dos y cuatro», ha confirmado. «Que nos puedan dar algo diferente y otras sensaciones. Porque confío en todos y porque es momento de que entre gente nueva», ha añadido el técnico.

Novedades para afrontar «un partido vital» contra el Granada. Tanto para acercarse a la permanencia como para «cambiar la dinámica» actual de dos derrotas. «Los jugadores están muy mentalizados. Tenemos que estar muy enchufados durante cien minutos», ha recalcado. Pendientes también de la visita del Barcelona a Cádiz de este sábado por la noche. En el mejor de los casos, el Alavés podría terminar de la jornada de nuevo a diez puntos.

El bloque albiazul aspira a ahondar en las dudas nazaríes. El Granada, penúltimo a catorce puntos de la permanencia, asume un descenso casi inevitable. Pero Luis García cree que, incluso en ese escenario, el bloque andaluz es un rival exigente. «Con su afición se va a volcar y salir a tope. Eso los hace muy peligrosos. Tienen muchas ganas de cambiar la dinámica y llevarse una alegría. Si vamos al 100% les podemos plantear muchas dificultades», ha explicado.

Ha destacado, sobre todo, la parcela ofensiva del Granada. Ahí la presencia de Uzuni -pichichi de Segunda la temporada pasada- y Boyé puede complicar a su equipo. También otra figura como el exalbiazul Pellistri. «Si nos metemos muy atrás nos puede hacer daños. Es un equipo físico y de duelos», ha añadido el técnico en su análisis.

La cita será especial para el albiazul Samu Omorodion. El delantero vuelve a la que fue su casa hasta el principio de esta temporada con un ambiente enrarecido que dejó su inesperada marcha y la reciente noticia de que el delantero denunciará al club andaluz por haber incluido en su contrato «una cláusula abusiva» de rescisión. «Es un partido emocional para él. Pero también es una prueba. Este tipo de partidos los va a vivir en el futuro. Lo tiene que saber llevar, aislarse y hacer su trabajo», ha sentenciado.