Los jugadores celebran uno de los goles de ayer. I. Martín y B. Castillo

Alavés 3-1 Granada

El Alavés marca el paso

Liquida por la vía rápida en una gran primera hora de juego a un rival directo y gana terreno en la pelea por distanciar el descenso

Sábado, 25 de noviembre 2023, 00:01

Cayó el Almería en Mendizorroza y también ayer el Granada. El Alavés marca así el paso de la permanencia, que necesita de zancadas largas en Vitoria cuando se trata de rivales directos. Una gran primera hora de juego, mezcla de efectividad y exquisito trabajo colectivo, ... bastó para liquidar por la vía rápida a un adversario anárquico. De esos que resultan incapaces de transformar calidad en rendimiento de forma regular. De esos que lo mismo naufragan durante largos periodos que salen a flote cuando nadie lo espera, como sucedió en unos minutos finales que pudieron llevar al apuro. Apareció Sivera y selló un encuentro que por momentos había servido para que el conjunto albiazul se diese un homenaje, un baño de autoestima y todo lo que uno quiera explicar. Que ya se sabe que los partidos relativamente tranquilos en Primera para el Alavés son como los días soleados de noviembre. Escasos.

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Alavés

Sivera: Gorosabel, Abqar, Marín, Javi López; Guevara (m. 68, Benavídez), Blanco; Abde (m. 68, Sola), Guridi (m. 73, Hagi), Rioja (m. 89, Tenaglia); y Samu (m. 73, Kike).

3

-

1

Granada

Ferreira; Manafá (m. 79, Ricard), Miquel, Torrente, Neva; Gumbau, Villar (m. 62, Sergio Ruiz), Melendo (m. 79, Weissman); Uzuni, Boyé (m. 62, Diédhiou) y Carreras (m. 62, Puertas).

  • Goles: (1-0) Raúl Torrente (11'), (2-0) A. Rebbach (38'), (3-0) S. Omorodion (55'), (3-1) Myrto Uzuni (86')

  • Árbitro: Javier Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego)

  • Espectadores: 15.705 en Mendizorroza

El choque había arrancado con novedades por parte albiazul. La entrada de Javi López y Abde como titulares y la continuidad de Samu, que disponía de su oportunidad en Mendizorroza. Difícil será que en otro partido se dé tal acumulación de protagonismo por parte de los 'nuevos'. El lateral sumó dos pases de gol en una excelente primera mitad, el extremo argelino logró su primer tanto en la máxima categoría y el delantero forzó un tanto en propia puerta de Torrente y anotó el tercero de cabeza. Lo suyo es una explosión por capítulos. Quitar poco a poco capas de inexperiencia y sacar a la superficie ese futbolista que asoma con voracidad. Ni siquiera le hace falta hilar fino -erró pases y en ocasiones también las zonas de desmarque- para coser peligro constante.

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Rafa Marín había llegado finalmente a tiempo para formar parte del once y Luis García Plaza mantuvo el trío Guevara-Blanco-Guridi, eje de todas las operaciones. Que el equipo sufriera cuando Guevara y Guridi salieron del campo no parece una casualidad. Antes, todos ellos habían cuajado un duelo de altura. Igual que Rioja, que inició el 1-0 y asistió en el 3-0. Quizás demasiado fácil ante un adversario huérfano de su estrella, el sancionado internacional Bryan Zaragoza. El Granada había encajado goles en todos los duelos y ayer se llevó tres. Solo había sumado un punto a domicilio y así sigue. Malas sensaciones.

2-0 al descanso

Siempre se necesita efectividad y ayer llegó. Un Alavés que solo había anotado en una ocasión más de un tanto se desmelenó ante el tímido oponente. Con una presión ordenada y constante, la captura de prácticamente todas las segundas jugadas y acierto. Con fortuna en el tanto en propia puerta de Torrente y habilidad después en la carambola que embocó Abde con ayuda del palo para el 2-0 antes del descanso. El Granada, siempre con muchos futbolistas por delante del balón, amagaba y el Alavés golpeaba sin piedad. Hasta llegó a manifestar una superioridad casi insultante. Con dominio del balón, combinaciones acertadas y filo para acumular oportunidades tras el descanso. Hasta que el 3-0 cayó por su propio peso.

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Cuarta victoria en Mendizorroza (13 de los 15 puntos han llegado en casa) que se rebajó con un 'penaltito' que anotó Uzuni. El tanto zarandeó a un Alavés que rozó el ataque de nervios. Benavídez, Sola, Hagi y Kike García habían entrado para refrescar el equipo, pero desapareció la posesión del balón, el contragolpe y todo en unos últimos instantes de tensión que solventaron dos intervenciones de Sivera. No cabía el borrón después de la caligrafía inicial, así que el cuadro vitoriano aguantó lo suficiente uno de esos resultados necesarios para un grupo que busca la salvación. Un trocito más de permanencia en un duelo convincente. De esos que, más allá de la victoria, vuelven a hablar de un equipo con todas las letras. De un grupo que da lo que tiene, se muestra limitado pero versátil y poco a poco gana en confianza. Ilusionante.

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