Alavés - Granada

Ambientazo sin culminar

De hecho, considero que en el fútbol nacional se pita de una forma poco unificada, sin el suficiente sentido común y con muchas pérdidas de tiempo que hace de cada encuentro una auténtica lotería en cuanto a las decisiones arbitrales. Y en este caso, la conclusión es que el equipo albiazul volvió a desperdiciar una excepcional ocasión de auparse como líder momentáneo de Segunda. De esta forma y para empezar, ambos técnicos apostaron en un partido crucial por el ascenso directo con unas alineaciones sin contemporizaciones.

El entrenador local Luis García se la jugó desde el principio con dos delanteros, dando entrada en el once al vizcaíno Villalibre y el visitante Paco López, al israelí Weissman, ambos cedidos desde la máxima categoría sin el rendimiento esperado. Aunque el Alavés empezó con diez minutos de toque y corneta, después el Granada se hizo más dueño de la medular y el balón con futbolistas más jugones. Esto, porque sus jugadores merodearon más la zona ancha del campo para controlar el juego y donde se notó la ausencia del amonestado guipuzcoano Guridi. Para colmo de males, el joven alavesista Abqar regaló el penalti que no desperdició el visitante albanés Uzuni como 'pichichi' de Segunda.

Pero tras la reanudación nueva vuelta de tuerca albiazul, incluso equilibrando el centro del campo con Róber más centrado y Miguel a la derecha. Hasta que pareció darse la vuelta a la tortilla con la expulsión del granadino Sergio Ruiz por dos tarjetas amarillas y acto seguido igualada al contragolpe de Rioja, que volvió a ver puerta, a expensas de que lo hagan más hombres de arriba. Para destacar el factor psicológico en todos los aspectos de la vida y en el fútbol no podía ser menos y si no que se lo pregunten a todos los aficionados que anoche volvieron a dignificar el sentimiento albiazul.

Es así como desapareció la ansiedad local, que con un hombre más sobre el campo creyó que era cuestión de tiempo derribar la muralla andaluza. Hasta que en otra acción aislada, la moneda cayó cruz con la otra doble amonestación y expulsión de Duarte -la vuelta de Sedlar como central le trasladó a su puesto natural de lateral-. Con refrescos por ambos lados, debutó otro ariete como el joven argentino Panichelli, aunque después ya para concluir el Granada niveló el rendimiento, sobre todo desde y a partir de la faceta mental. Como anotación a preocupar, además de un calendario complicado, la pérdida del 'average' particular con otro rival directo para el ascenso.

Y como el cuento de nunca acabar, no sé quién puede rasgarse las vestiduras con el fichaje del cadete vitoriano Pablo Martínez por el Athletic. A las pruebas me remito, ya que en los últimos veinte años sólo se asentó Martín Aguirregabiria en el primer equipo del Alavés y no salió precisamente por la puerta grande. Ni el gran capitán Manu García, que primero tuvo que emigrar a San Sebastián para formarse en la cantera de la Real. Por lo que es lógico que ante el interés desde Bilbao siempre sea la mejor opción desde niño para poder cumplir el sueño de jugar en Primera división.