Alavés 1-0 Getafe

El Alavés festeja hasta el último capítulo

El renovado Luis García Plaza ha optado, como anunció, por recuperar al equipo que había dado esta temporada el último tirón hacia la permanencia y que volvió a ofrecer sus notables constantes vitales. Múltiples cambios respecto al aciago martes en Madrid y retorno al once de los Javi López, Benavídez, Giuliano, Guridi, Carlos Vicente y Kike García. Una modificación obligada llegó por la baja de última hora de Rafa Marín, que provocó el regreso de Duarte al centro de la defensa, mientras Owono continuaba con sus oportunidades y Gorosabel de inicio en el banquillo. Frente a un Getafe primero superado y después mas intenso y reconocible. Aferrado por momentos a Greenwood, que cambió de banda, desde la derecha a la izquierda, y monopolizó casi todo el peligro visitante. Sobre todo tras el descanso.

La explosión goleadora de la línea de tres cuartos ha sido una de las grandes noticias de este tramo final de temporada. Un tanto de Giuliano Simeone, tres de Guridi y esta vez también el estreno de Carlos Vicente. El futbolista aragonés sumó este tanto con cierta fortuna por el desvío de Gastón, pero apoyado en un excelente control anterior y en el VAR para desmentir al auxiliar. Su contratación invernal con rendimiento inmediato -cuatro asistencias añadidas- augura un excelente futuro en albiazul. La mala suerte llegó en esta ocasión para Kike García, que estrelló en el palo su oportunidad para reencontrarse con el gol y poco más tarde se retiró lesionado. Notable temporada la suya, con inicio y final trepidante. Sin duda, el obrero del fútbol ha colocado ladrillos de la permanencia. También un Samu menguante en los últimos meses, pero que se irá como máximo goleador con al menos ocho tantos y protagonizó aquella recuperación determinante en el mes de enero.

Un Alavés que ni mucho menos se había desconectado tras el varapalo en el Bernabéu ha tomado la primera parte por asalto. Owono se convirtió en espectador y solo le faltó un sofacito para ver mejor el espectáculo. Otra vez de los buenos frente a un Getafe demasiado apático, por momentos fuera del partido ante la intensidad alavesista. Bordalás llegaría a introducir un doble cambio antes del descanso ante el evidente desbarajuste madrileño. El cuadro albiazul había marcado, le habían anulado otro tanto por fuera de juego (Giuliano) y Kike García se estrelló con el palo. Varias acciones más de peligro en el área de Soria y una capacidad notable para hilvanar juego vertical y preciso. La línea de los últimos partidos en Mendizorroza recuperada para la fiesta. Duelo ya trufado de tarjetas amarillas. Benavídez se jugó la expulsión en la acción posiblemente más dura, pero el Getafe sacó el manual de las interrupciones y los codos. Menuda sorpresa.

Era evidente que el adversarioo debía reaccionar. Por la imposibilidad albiazul para mantener el estratosférico ritmo de la primera mitad y debido a que se trata de un equipo de mitad de tabla y con recursos. Más acercamientos que ocasiones claras ante la meta de Owono, pero ya con Latasa sobre el césped un oponente que incordiaba con el juego directo y las apariciones de Greenwood. Le tocó a Javi López antes del descanso y después a Tenaglia tratar de frenarlo. Con las ayudas de siempre. Nadie se esconde en este Alavés y todos suman.

Tras la avalancha albiazul antes del descanso llegó el equilibrio, aunque en realidad el Alavés gozó de ocasiones claras. Al menos dos para Samu, saldadas con rebotes en la defensa. Tampoco era su tarde. Bordalás había modificado el dibujo de cinco a cuatro defensas, con cambios en las bandas, la entrada de un segundo delantero. De todo para tratar al menos de intimidar. Lo hizo casi siempre Greenwood, que erró la ocasión más clara cerca del final tras una acción espectacular. Alivio para un Alavés que se defendía con orden y el oxígeno que aportó primero Guevara y después aumentaron Rioja, Hagi y Gorosabel.

Así, con cierta calma y una nueva alegría, se cerró la temporada en Mendizorroza antes de que continuara la fiesta en las gradas. Lástima que el ejercicio concluya cuando el Alavés parece aún con músculo y fútbol en las botas. Suerte que la continuidad de Luis García Plaza y de un importante núcleo del equipo augure más de lo mismo a partir de agosto. La ilusionante llama seguirá prendida este verano.