Tenerife 0 - 1 Alavés | Pretemporada 2023

La lucidez justa para ganar con un solo disparo

El verde de tierras cántabras endulzó una buena versión albiazul que ayer, entre el calor, el cansancio y la falta de fluidez, quedó muy alejada. Agarrotado y plano desde el inicio, el Tenerife rozó el gol al cuarto de hora. Alassan, escurridizo desde la banda izquierda, se coló entre centrales y a punto estuvo de batir a Owono, que se mantuvo firme en el mano a mano y logró elevar la definición del canterano chicharrero. El balón botó en el césped dispuesto a colarse en la portería pero Joseda, del filial albiazul, que volvió a realizar un partido correcto mientras el Alavés sigue sin laterales derechos, despejó con la cabeza casi en la línea de gol. Y hasta ahí, todo el picante de la primera mitad.

En la segunda, Ángel Rodríguez fue el que puso en aprietos a Owono. Tuvo dos ocasiones, una, un mano a mano que no logró dirigir hacia la portería. Por contra, el Alavés, con tan solo un acercamiento, con la lucidez justa, logró llevarse el triunfo del que apenas puede sacar conclusiones.

Sin ritmo y muy trabado en el centro del campo, el partido se convirtió por momentos en un encuentro con demasiados choques, pisotones, entradas a destiempo y decisiones controvertidas de los colegiados. Miguel, amonestado por protestar, acabó desquiciado con el árbitro en una tarde en el que de inicio, y solo de inicio, pareció ser de los más entonados de los albiazules, que estrenaron su segunda equipación.

Luis García usó dos sistemas distintos. De inició tiró de diccionario clásico, con un 4-4-2 con su vieja guardia y la novedad de Giuliano que no encontró fluidez y continuidad en su juego. Por momentos, los vitorianos probaron una salida de balón con Benavidez entre centrales y con los laterales colocados muy por delante de la línea defensiva, pero ni con esas. Solo con algún destello de Simeone o de Miguel se logró rondar el área. Pero sin generar peligro a un Tenerife en el que este verano ha tomado las riendas el pragmatismo del exentrenador albiazul Asier Garitano.

Para la segunda, el Alavés solo hizo un cambio. El técnico retiró a Alkain, desaparecido en los primeros 45 minutos, y recurrió primero a Guevara y al 4-3-3, con Miguel en banda izquierda, Rioja en la derecha y Giuliano arriba, para a los diez minutos tirar de los canteranos. Luis García, aparte de abroncar a Abde por su deficiente balance defensivo, animaba a los suyos. Creía en el trabajo de sus pupilos y estos le devolvieron el apoyo.

Con la gasolina justa y un sofoco considerable en un campo en el que la sombra más cercana estaba a dos kilómetros, el poderío físico de Abdallahi volvió a sobresalir por encima del resto a la hora de presionar. Ya cuando el sol estaba a punto de esconderse, el internacional mauritano recogió los frutos de su esfuerzo en la presión. Recuperó el balón en la frontal rival por un error del pase y disparó tras pensárselo dos veces. Tomeu Nadal detuvo el lanzamiento, pero desde el suelo, vio como Sylla lograba el gol de la segunda victoria del Alavés en solo dos amistosos. El próximo, el sábado en Paterna, le medirá con el primer rival de Primera División, el Valencia.