Deportivo Alavés

El Alavés más fiero en Mendizorroza

31 de sus 45 puntos los ha conseguido en Mendizorroza. Ese botín es el mayor logrado por el bloque albiazul como local desde su ascenso a Primera del año 2016. Ni siquiera en los notables años con Pellegrino (2016-2017) y Abelardo (2018-2019), en los que el equipo también logró la salvación con holgura e incluso bordeó puestos europeos, la solvencia albiazul en casa era tan notable. Con el técnico argentino el Alavés sumó 29 puntos; la misma cifra que amasó en el único curso completo del asturiano.

Esos 31 puntos de esta temporada en casa con Luis García a los mandos son unas cifras no vistas desde hace dos décadas. Los mismos que el equipo de Mané logró como local en la 2001-2002. Para encontrar cifras superiores hay que remontarse a los tres cursos previos. Tanto en la 2000-2001 (32) como en la 1999-2000 (34) y la 1998-1999 (34) los registros albiazules en casa fueron algo mejores que los actuales. Pero si en el segundo de los cursos su desempeño como visitante la permitió meterse en Europa, en el primero en la élite tras cuatro décadas de ausencia el Alavés solo pudo salvarse sobre la bocina tras apenas haber logrado puntuar lejos de casa.

La estadística confirma las sensaciones: el Alavés siempre ha estado más afilado en casa que cuando le toca jugar a domicilio. Una tendencia global que en el caso albiazul se cumple a rajatabla. En ninguna de sus dieciocho temporadas en Primera ha sumado más puntos fuera que como local. En algunos cursos, como el de Pellegrino, el equipo estuvo muy cerca de lograrlo: entonces solo el 52% de sus puntos fueron en Mendizorroza. Este año el porcentaje se eleva hasta el 68. Hace dos, el del descenso, rescató hasta el 80% en casa. Fuera apenas sumó seis.

Aunque ese no fue el año con el balance más desacompasado. En la 1998-1999 hasta el 85% de sus puntos fueron como local. Décadas atrás, en la 1955-1956 -si bien entonces había dieciséis conjuntos y cada victoria daba solo dos puntos- el Alavés sacó 21 de sus 24 puntos en casa. Un 87%. Aunque el insuperable récord es el de su tercer curso en la máxima categoría. En aquel lejano 1932-1933 sumó 12 puntos… y todos fueron en casa.

Todo empezó bien y ha acabado al mismo nivel. De las victorias contra el Sevilla y el Valencia de sus dos primeros partidos al sobresaliente cierre de curso, con cuatro victorias y un empate en los últimos seis. Para el recuerdo quedan, en las últimas semanas, el empate sobre la bocina contra el Girona o el triunfo ante otro rival de Champions como el Atlético de Madrid. O los triunfos ante rivales directos como el Almería, Granada y Cádiz que, en su momento, permitieron al Alavés poner tierra de por medio y avanzar con calma. Otros adversarios de potencial similar como el Rayo o el Celta también han sucumbido ante el poderío albiazul en casa. El Alavés ha disfrutado con su gente y ahí ha podido practicar su mejor fútbol.

Con muy pocos lunares. El balance completo es de nueve triunfos, cuatro empates y seis derrotas. El primer tropiezo fue frente al Athletic. También perdió los derbis contra Osasuna y la Real Sociedad, si bien contra el bloque navarro mereció mejor suerte. Lo mismo pasó contra Las Palmas, uno de los mejores encuentros del curso pero que acabó cayendo del lado visitante. El Barcelona y el Real Madrid también lograron imponerse. Los blaugranas, gracias a su formidable pegada; los blancos, en un córner en el descuento cuando el Alavés parecía tener amarrado un punto.

Ese buen hacer albiazul contrasta con unos números más discretos lejos de casa. Le costó arrancar y eso ha impedido que su balance sea mejor. No fue hasta enero cuando logró su primer triunfo como visitante tras 25 encuentros seguidos -desde su anterior presencia en Primera- sin hacerlo. Pero cayeron de forma consecutiva tanto el Sevilla como el Almería y, con algunas excepciones, el Alavés ha mejorado su versión foránea. Esta jornada, en el cierre de Liga, tendrá su última prueba para aumentar el botín.