El Alavés explora nuevas vías hacia el equilibrio

Asier Garitano, que optó por el trivote en su estreno ante el Levante con Pina, Manu García y Wakaso, busca la fórmula de hallar el equilibrio entre la creación que le puede ofrecer una pareja formada por el manchego y Pere Pons, y el perfil físico que le aportan el ghanés y el capitán vitoriano. En ese grupo, además, busca su espacio Javi Muñoz, quien parece haber ganado la partida a Jeando Fuchs por un puesto en la plantilla. El técnico de Bergara ha rechazado siempre la apuesta por un sistema cerrado, y trata de imprimir una naturaleza distinta que comprometa más a su contrincante. Es decir, varía su dibujo y los componentes de su medular con asiduidad, y más con el centro del campo más camaleónico que ha poseído el conjunto albiazul en los últimos años.

Así como el Alavés parecía predestinado a jugar con tres centrocampistas con Mauricio Pellegrino (2016-17) por el perfil tan específico de Camarasa, mientras que Abelardo abandonaba el 4-4-2 de manera casi excepcional, el equipo vitoriano es ahora más difuso que nunca en cuanto a su dibujo, lo que le aportará un mayor número de soluciones sobre el terreno de juego. La plantilla parece más diseñada para competir con dos delanteros, ya que cuenta con cuatro en nómina (Joselu, Lucas Pérez, Guidetti y Demirovic). Sin embargo, la primera decisión que tomó el entrenador albiazul fue reforzar la medular para contrarrestar el rombo del Levante, que podría haber superado un hipotético centro del campo con solo dos efectivos.

Es probable, en este sentido, que el Alavés no llegue a una fórmula definitiva para toda la campaña, sino a una lista de soluciones en función de cada partido. Pina figura a día de hoy como el hombre que mejor puede encajar con cualquiera de los futbolistas de su posición. Tiene capacidad para robar, distribuye con rapidez y entiende el juego como pocos. Es, por decirlo de alguna forma, el centrocampista de mayor rango a día de hoy. Pero el perfil del equipo varía de forma notable en función del escudero que se le asigne. El Alavés se acercaría a un fútbol más dominador con el manchego y Pons, pero podría sufrir en las labores de contención sin un tercer hombre de corte más defensivo o físico. De ahí que Asier Garitano optara por apuntalar la zona ancha en el debut frente al Levante y reservase al catalán para el segundo tiempo.

Eso sí, la alineación del estreno debe interpretarse con cierta relatividad y prudencia, ya que el Alavés presentó a grandes rasgos el bloque de la pasada campaña, a excepción de su línea de ataque, remodelada por completo. Apostó por la solidez que podía aportarle la continuidad. No obstante, el cuerpo técnico albiazul confía en dar cada vez más protagonismo para ofrecerle la titularidad a Pere Pons, el hombre llamado a regenerar una sala de máquinas que ronda la treintena con Wakaso (29), Tomás Pina (31) y Manu García (33). El centrocampista procedente del Girona ingresó en el terreno de juego a falta de 25 minutos para el final y ofreció algunos detalles interesantes, como la distribución con criterio, el despliegue y el deseo de buscar la pelota.

El Alavés necesita diferentes combinaciones para encontrar el equilibrio, lo que le permitiría afrontar los encuentros con dos delanteros y alejarse de la sobreprotección que puede ejercer en algunos choques el trivote, que a día de hoy parece la solución más práctica. Los vitorianos, de hecho, se vieron superados durante algunas fases del partido contra el Levante, hasta el punto de que llegaron a alinear cinco defensas y retrasaron la posición de Aleix Vidal, casi como carrilero. El conjunto albiazul, en definitiva, aún debe definir y pulir su centro del campo para que le permita jugar con mayor valentía y libertad.