El exalbiazul Abdallahi contra el equipo invencible
Challenge League ·
El canterano del Alavés, embarcado en el Al-Arabi de Kuwait, disputa esta semana la exótica tercera competición continental en la que destaca su duelo contra el controvertido Arkadag de Turkmenistán
El fútbol, a veces, más que un deporte es un atlas. Una clase de geografía, historia, sociología y política a base de pases, paradas y goles. La que lleva de un diminuto país que encontró en el petróleo una nueva forma de vida a otro en el que un pozo de gas arde de forma ininterrumpida desde hace medio siglo y en el que está prohibido llevar el coche sucio. De clubes con nombre de cervecera a otros que parecen invencibles. Ahí, en ese universo, tiene cabida un pequeño trozo de la historia del Deportivo Alavés.
Abdallahi Mahmoud cambió hace mes y medio la vida diaria de Ibaia por el Golfo Pérsico. De la apacible rutina vitoriana a la exótica aventura en Kuwait. El centrocampista mauritano no tenía hueco en un Deportivo Alavés que hace casi un lustro le abrió la puerta de Primera y se marchó traspasado al Al-Arabi de la modesta liga asiática con la ventana estival a punto de cerrar. A sus 24 años, el canterano desembarcaba en un fútbol tan desconocido como desequilibrado, que junta competiciones pujantes a base de billetes con otras amateur.
Desde la llegada del espigado centrocampista mauritano, el club ubicado en la capital del diminuto estado árabe -con una superficie similar a la de la provincia de Zaragoza- ha disputado cuatro encuentros de liga con un saldo positivo: tres victorias y una derrota contra el líder y gran rival por el título, el Al-Kuwait. Ya mantuvieron esa misma batalla el curso pasado. El Al-Kuwait se llevó la liga y el Al-Arabi terminó segundo. Hasta ahí, nada extraordinario.
Pero ese buen resultado dio el billete directo al club de Abdallahi a la AFC Challenge League; es decir, la posibilidad de que Abdallahi dispute una competición tan modesta como exótica a partir de esta misma semana. La puerta a una aventura que poco se parece a lo que el joven mauritano ha vivido hasta ahora. El torneo, que permanece lógicamente ajeno al radar de los aficionados balompédicos pese a su intento de promocionarlo con un glamuroso nombre, es la tercera competición del continente asiático. Lo que equivaldría a la Conference League europea. Y si en este torneo destaca el concurso de club moldavos, armenios o bielorrusos, su homóloga asiática enfrenta a planteles de Bután, Taiwán o Mongolia. Un atlas entre algunas de las federaciones más modestas del mundo. La modestia elevada al cuadrado.
Equivalente a la Conference League, el Al-Arabi de Abdallahi se mide al Abdysh-Ata Kant de Kirguistán, el Maziya de Maldivas y el Arkadag de Turkmenistán
El Al-Arabi de Abdallahi está encuadrado en el grupo B junto al Abdysh-Ata Kant de Kirguistán, el Maziya de Maldivas y el Arkadag de Turkmenistán. Ninguno de esos nombres genera precisamente pavor entre los futboleros. El primero se fundó en los noventa y honra con su nombre a una pequeña cervecera local, mientras que el segundo representa a unas islas que tienen más de destino vacacional para los futbolistas de élite que de emplazamiento para dar patadas al balón. El tercero de ellos, en cambio, puede presumir del honor de ser uno de los pocos equipos invencibles del mundo. Tal vez el único. Así lo avalan las estadísticas de un FK Arkadag contra el que el Al-Arabi cerrará la fase de grupos el viernes 1 de noviembre. Antes, debutarán contra el club kirguís (sábado 26) y después se medirán al maldivo (martes 29). Solo el campeón de grupo tiene garantizada la plaza en cuartos de final.
Sospechas de corrupción y un autobús de regalo
¿Qué hace entonces especial al vigente campeón de una Federación que ocupa el puesto 142 en el ránking FIFA? ¿Cómo es posible que una entidad que en España estaría lejos de fútbol profesional se mantenga imbatible? Para ello es imprescindible entender primero qué es lo que hace especial a Turkmenistán. Antigua república soviética independizada en un proceso tan frenético como caótico a lo largo de los noventa, presume de tener elevadísimas reservas de gas en su territorio. Tanto, que puede permitirse el lujo de quemar parte de ellas de forma constante de hace medio siglo. En 1972, durante unas obras, unos operarios se toparon con un cráter que se tragó su equipo de trabajo. Estos, para evitar males mayores, incendiaron su interior. Pensaron, no sin cierta lógica, que su contenido no podría ser eterno y que el fuego se acabaría extinguiendo pronto por sí solo. Desde entonces nadie ha podido apagar lo que ya se conoce como 'Puerta al Infierno'.
Pero más allá de su riqueza gasística, Turkmenistán tiene un lado muy oscuro. También es el país con menor libertad de prensa según Reporteros Sin Fronteras y el sexto con menor el menor índice de democracia de The Economist, que lo califica como un régimen autoritario. Un régimen cerrado a cal y canto que no permite la presencia de turistas.
Un nombre es que el vertebra esa realidad: Gurbanguly Berdimuhamedow. Presidente del país desde 2006 y 2022, llevaba ya en diferentes cargos del Gobierno desde casi la misma independencia… y solo lo dejó para poner a su hijo Serdar en el sillón. En ese tiempo las denuncias por corrupción y personalismo contra él han sido constantes. También sus excentricidades. Ha prohibido lucir barba a los menores de 40 años o que cualquier ciudadano lleve el coche sucio. También está obsesionado con los caballos y se ha propuesto reconstruir las grandes ciudades del país casi desde cero a base de carísimos edificios de oro y mármol.
El Gobierno turkmeno prohíbe lucir barba a los menores de 40 o que cualquier ciudadano lleve el coche sucio
Como a casi cualquier magnate, a Berdimuhamedow le encanta el fútbol. Sabe que a través del balompié puede hacerse valer. Aunque la liga turkmena o Ýokary Liga nunca había sido gran cosa. Un torneo pequeño, compuesto por menos de diez equipos y sin un gran dominador. Ni rastro de grandes gestas en torneos continentales y una mínima presencia de futbolistas extranjeros. Eso chocaba con el glamour que anhelaba Berdimuhamedow. Así que en 2023 decidió montar un nuevo club en una ciudad que acababa de nacer, Arkadag, y epítome de su extravagante estilo arquitectónico. El FK Arkadag -literalmente, 'el protector', sobrenombre que también tiene el expresidente, a quien honran ciudad y club- nació en abril y entró directo en primera. También se abrió un periodo especial de fichajes en el que el club incorporó sin mayor esfuerzo a la práctica totalidad de las estrellas de la competición.
Así empezó una liga que cerró ocho meses después con su primer título… y un balance de 24 victorias, cero empates y cero derrotas. También se llevó la Copa. Como particular premio el equipo recibió un autobús. Reconocimiento a una gesta que va camino de repetir. Este año aún restan un puñado de jornadas, pero el escenario es idéntico: 23 triunfos sin empates o derrotas y otro título matemático en sus vitrinas. Eso gracias a 114 goles marcados con solo 14 encajados. Las acusaciones de favoritismo, corrupción o inusuales errores arbitrales han sido constantes, pero nada parece cambiar. Pero eso, entre otros motivos, se le negó el Récord Guinness a la racha más larga de triunfos.
La competición continental será la primera gran prueba internacional del equipo. Lejos de su zona de confort -todos los encuentros del grupo se juegan en Kuwait- y ante adversarios de potencial similar que están mucho más rodados en esas lides, su alardeada invencibilidad está en juego. La primera prueba será ante el Maziya maldivo, después jugará ante el Abdysh-Ata Kant y terminará ante el Al-Arabi de Abdallahi, última bala para quitarle ese oficioso título. De las cuatro, la liga con mejor clasificación continental es una turkmena, aunque el Arkadag sea un completo novato. Pero, sobre todo, nada es lo que parece en un torneo con inesperado aroma albiazul.
Otro exalbiazul, Vigaray, juega la misma competición
Abdallahi Mahmoud no será la única cuota albiazul del torneo asiático. Carlos Vigaray también disputará la competición en las filas del Al-Ahli Club de Baréin. Su etapa vitoriana acabó hace un lustro y estuvo marcada por los problemas físicos que sobre todo lastraron sus dos últimas temporadas. Llegó en 2016 desde el Getafe y en su primer curso disputó 19 partidos de Liga y también la final de Copa. Después apenas pudo jugar 23 en las dos siguientes. De Vitoria puso rumbo al Zaragoza, con el que varios problemas físicos le tuvieron cerca de dos años fuera, antes de jugar la temporada pasada en el Fuenlabrada. Ahora ha fichado por el club asiático. La cuota española la completan otros dos futbolistas -Héctor Yuste y Saúl Crespo, ambos en el East Bengal indio- y los entrenadores Pep Muñoz -Svay Rieng de Laos- y Ángel López -Al Ahli Club-.
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