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El entrenamiento ha empezado con una charla grupal. Rafa Gutiérrez

La vuelta a su mundo tras 80 días

El Alavés, con la ausencia de Lucas Pérez por una sobrecarga, deja atrás las sesiones restringidas y empieza a preparar el partido contra el Espanyol

Lunes, 1 de junio 2020, 12:13

Han tenido que pasar ochenta días para que el Alavés volviera a respirar cierta normalidad en Ibaia. Desde el 13 de marzo. Tiempo suficiente para una novelesca vuelta al mundo que se ha visto superada por la rocambolesca realidad que confinó todos los planes ... sociales y deportivos. Ahora el equipo albiazul afronta la vuelta a su mundo. Diferente, mucho, pero con su rutina de entrenamientos normales y la competición que ya se vislumbra a la vuelta de la esquina. Atrás quedan las restricciones grupales, las sesiones individuales, los ejercicios por bloques... Asier Garitano ya puede trabajar con toda la plantilla a la vez y el equipo mira ya a su reestreno liguero, que tendrá lugar en Cornellá-El Prat el sábado 13 de junio, a la una del mediodía.

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El día ha empezado con una charla. Todos juntos, por fin. Cara a cara, sin pantallas de por medio. Pero con las mascarillas del cuerpo técnico, que todavía son obligatorias en el protocolo de vuelta de la Liga. Detalles anormales en esa normalidad. Después, los porteros por un lado y los jugadores de campo por otro. Calentamiento, ejercicios de circulación de balón, de resistencia física... Una sesión tradicional. Intensa. Pero con sus bromas, sus risas, sus 'ese balón no ha entrado'... Un fútbol que quiere acercarse a lo que era, aunque a la hora de competir se vaya a dar de bruces con unas gradas vacías que le despojan de la pasión del hincha.

Ismael y Luis Rioja siguen al margen y trabaja con el equipo el camerunés Keller, del Juvenil A

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Y con sus molestias físicas. Como las que sufre Lucas Pérez, ausencia destacada en esta primera sesión con todo el grupo. El delantero gallego, máximo goleador albiazul con 11 tantos, sufre una sobrecarga derivada de la exigencia física de una readaptación anómala, después de dos meses confinados en casa. Nada grave, en principio. No debería impedirle estar dentro de once días en el RCDStadium. Confía en ello el cuerpo técnico, que para ese partido ya tiene la baja confirmada de Joselu, el otro artillero (9), por acumulación de amonestaciones.

Siguen al margen del grupo Ismael y Luis Rioja, que saltaron al césped casi una hora después de que lo hicieran sus compañeros para hacer un trabajo personalizado. En las mismas circunstancias que Lucas: no son molestias graves, pero lo peculiar de la situación aconseja precaución y adaptar el ritmo de trabajo para evitar males mayores. En total fueron 28 los pupilos que trabajaron a las órdenes de Garitano en Ibaia: los cuatro guardametas –Pacheco, Roberto, Aritz Castro y Jesús Owono– y 24 futbolistas de campo, entre los que había una novedad, una cara nueva procedente de la cantera.

Se trata del defensa camerunés Stephane Paul Keller, del Juvenil A, la séptima pieza de las categorías inferiores que se suma a la rutina del primer equipo en este tramo final de temporada, tras Aritz, Javi López, Paulino, Abdallahi, José Luis Rodríguez y Owono. Savia nueva y altas dosis de ilusión para aumentar la competitividad de los entrenamientos, que ya pueden ofrecer partidillos de preparación y situaciones reales de juego. Será complicado que debuten varios, pero un calendario muy condensado obliga a los equipos a alargar su fondo de armario y alguno sí puede tener la oportunidad de hacerlo en estas últimas once jornadas.

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Dos días en Mendizorroza

Fueron algunos detalles de la primera matinal normalizada en Ibaia, donde ya no está la grada portátil que el club habilitó para los partidos del filial en Segunda B. La cuarta semana de trabajo, que tiene programados ocho entrenamientos hasta el viernes, con tres días de doble sesión –lunes, miércoles y viernes– y dos comparecencias en Mendizorroza para readaptarse a las dimensiones del estadio y acostumbrarse a jugar en él a puerta cerrada, como serán los partidos en la reanudación.

Quedan doce días para el encuentro ante el Espanyol. Un duelo fundamental clasificatoria y anímicamente. Doce días para volver a conjuntarse, recuperar las sensaciones perdidas como grupo, recordar los automatismos y presentarse en Cornellá-El Prat preparados para dar el primer paso hacia una permanencia que está situada a unos ocho puntos de los 32 que ostenta actualmente el conjunto de Garitano. Una meta encarrilada que ahora, en un escenario desconocido para todos los equipos, cobra una dimensión diferente.

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Como distintos siguen siendo los entrenamientos, aunque ya tengan muchos puntos en común con las sesiones anteriores a la pandemia. Las medidas de seguridad e higiene continúan siendo estrictas: el control de temperatura a la entrada, la distancia de seguridad en los vestuarios, las mascarillas de los técnicos y el personal autorizado –el director deportivo albiazul, Sergio Fernández, siguió 'in situ' el entrenamiento–, la desinfección constante de las instalaciones...

Protestas de la afición

El nuevo fútbol, que pondrá a prueba su renovado escenario en apenas nueve días, el próximo jueves, cuando el derbi sevillano dé el pistoletazo de salida a una Liga sin espectadores que ya se ha encontrado el rechazo de las aficiones. «No vuelve el fútbol, vuelve vuestro negocio», protestan ayer varios colectivos de hinchas en las redes sociales, donde exhiben varias pancartas con ese lema colocadas en diferentes ciudades deportivas de los equipos de la Liga. También en Ibaia.

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