El Alavés, un club vendedor sin necesidad de exportar

Los 18 millones ingresados por Maripán (Mónaco) marcan el techo de un paquete de ventas que desde el retorno a Primera División en 2016 incluye a otros como Feddal (Betis), Edgar Méndez (Cruz Azul), Katai (Chicago Fire), Sobrino (Valencia), Ibai Gómez (Athletic), Wakaso (Jiangsu Suning), Demirovic (Friburgo)... Así hasta unos 39 millones ingresos en concepto de traspasos en siete temporadas, contando los 3,9 contabilizados en el presupuesto del presente ejercicio por las salidas de Florian Lejeune (Rayo Vallecano) y Taichi Hara (Kyoto Sanga).

Dos ventas que vienen a paliar un paréntesis de sequía en este apartado. En la temporada del descenso el club había presupuestado 7,2 millones de ingresos en este capítulo, pensando fundamentalmente en jugadores importantes como Joselu o Pacheco, pero el delantero se fue gratis al Espanyol por las circunstancias -una cláusula de renovación automática por partidos que desapareció por el camino- y el portero puso rumbo al Almería en una operación que tampoco dejó un beneficio económico directo al Alavés.

O Luis Rioja, tentado hasta el último día del mercado estival por el propio Espanyol, que se terminó quedando como uno de los líderes del ascenso. «El club preferenció, porque entendía que debía ser así, el aspecto deportivo», aseguró el presidente albiazul, Alfonso Fernández de Trocóniz, para explicar que aquellos 7,2 millones presupuestados en traspasos se quedaron finalmente en 0,6. Y el contexto no cambió en el mercado invernal, cuando el club vitoriano, rechazó ofertas por «varios» jugadores -entre ellos el propio Rioja- con el fin de poder pelear con mayores garantías por la plaza en Primera que certificó en el Ciutat de Valencia.

Una plaza en la elite que moldea las necesidades albiazules. Con unas pérdidas en el curso de Segunda División de 3,4 millones de euros, derivadas fundamentalmente de las primas por el ascenso (5), un gasto bienvenido en las oficinas del club, el Deportivo Alavés no tiene ahora mismo urgencia por vender a ninguna de sus piezas importantes. Y algunas, como Guevara o Guridi, están brillando con luz propia en Primera División.

El club albiazul, que tiró de numerosas cesiones en la anterior etapa en Primera, está reajustando su estrategia con el fin de crear patrimonio futbolístico. Por diferentes vías. Contratos de larga duración y jugadores con proyección y comprometidos, incluidos desembolsos económicos notables en forma de traspaso. 2,4 millones recogidos en las cuentas del ejercicio pasado en Jon Guridi (Real Sociedad) y Nikola Maras (Almería), éste una vez consumado el ascenso, por una cláusula en el contrato de su cesión. Este verano se han invertido alderredor de 1,8 en Ander Guevara (Real Sociedad), además de hacer esfuerzos financieros en la continuidad de Antonio Blanco, Tenaglia y Duarte o en la ampliación de contrato de Sivera.

Y futbolistas forjados en Ibaia que empiezan a darle lustre a su cartel en Primera. Como Abqar, que ya fue uno de los habituales en el ascenso; Javi López, que ya le discute la titularidad a Duarte; o Abde, que gana protagonismo y ya es una alternativa real en las alineaciones de Luis García Plaza. Promesas que multiplican su valor en el mercado y que encajarían en ese epígrafe de hipotéticas ventas futuras en caso de que el club tuviera una necesidad que, asegura, ahora no tiene.

El extremo argelino es uno de los pocos jugadores en propiedad que acaba contrato en junio de 2024. Al margen de los cedidos (Rafa Marín, Álex Sola, Hagi, Simeone, Karrikaburu y Samu Omorodion), solo terminan en poco más de medio año el mencionado Abde, Jesús Owono, Gorosabel y Sedlar, aunque el central balcánico, lesionado de larga duración, recibirá una oferta de renovación por parte del club vitoriano.