El Alavés castiga sin piedad la desigualdad copera

Así, de forma abrumadora, se produjo la clasificación para la siguiente ronda copera. Quizás sirva para que Karrikaburu, que se fue con un 'hat trick' tras superar su desesperación inicial, se enganche a la liga. O para que Alkain, que firmó una excelente segunda mitad donde firmó goles y asistencias, crea en sus posibilidades. O para que Abde demostrara su buena relación con el remate y Sola, su efervescencia. O tal vez para poco cuando no hay verdadero rival por delante. ¿Quién lo sabe?

Cualquier partido de Copa, más en las rondas iniciales, es una oportunidad para un puñado de futbolistas. Incluso cuando se trata de un adversario del séptimo escalón nacional. Sí, de Regional. La alineación del Alavés había alumbrado novedades importantes, que no grandes sorpresas. Ya había anunciado Luis García Plaza que un jugador del filial entraría en el once y fue el estreno del centrocampista Selu Diallo, cuya planta bastó para intimidar en el eje que formaba con Blanco. Tras el descanso entraría también Mendes, que dejó detalles notables. El guardameta Owono debutaba esta campaña en la portería e igualmente se produjo el estreno del central Maras.

Para conformar un equipo donde Duarte, Blanco y Sola repetían respecto a la escuadra que cayó el domingo frente al Atlético. Una de las pocas cuestiones delicadas, dada la entidad del oponente, apuntaba a cumplir la norma de mantener al menos siete futbolistas del primer equipo sobre el césped en todo momento. Es decir, entre los 25 primeros dorsales. El preparador alavesista solo utilizó al comienzo dos jugadores: Owono (31) y Selu Diallo (35) con número del conjunto filial. Después entrarían Mendes (30) y Javi López (27), pero con la salida de Diallo. Todo bajo control en el aspecto disciplinario.

A la gran superioridad albiazul se unió la disputa del partido en un campo grande, la vieja Condomina, y, por si algo quedaba en el aire, Abde marcó en el minuto 6. El Alavés quiso evitar problemas, salió enchufado y la corriente acabó en la portería del esforzado Toni, que tampoco pudo repeler el 0-2 de Duarte en un disparo cruzado. En menos de un cuarto de hora las opciones del Deportivo Murcia quedaron reducidas prácticamente a la nada. Golpe psicológico por si era necesario. Con una efectividad total en el inicio y la sensación de que Abde y Sola se divertían junto a Duarte por la banda izquierda. Auténtica autopista por donde llegaría el 0-3 y también varias opciones más. El ritmo y la intensidad marcaban en cualquier caso las diferencias, pese a que la escuadra local rozó el tanto en un disparo de Sergio Jiménez.

Hubo también tiempo para que Munuera Montero dejara el sello habitual. Ese colegiado que para la parroquia albiazul nunca dejará de ser el que tomó decisiones extrañas en Lasesarre en 2016 ante el Bilbao Athletic y cerca estuvo de comprometer el ascenso del entonces equipo de Bordalás. Ayer se inventó una tarjeta amarilla a Rafa Marín y poco después señaló una mano inexistente a Karrikaburu. En la segunda mitad también pitó otra de Tenaglia que no lo pareció. En fin.

El festival alavesista, ante un adversario ya muy tocado en lo físico, continuó con dos tantos de Alkain, inicio de una segunda mitad con siete goles vitorianos ¡Siete¡ El Deportivo Murcia ni siquiera se cerraba. Seguía buscando las combinaciones y el ataque mientras dejaba espacios que resultaban destrozados por los alavesistas. Si en la primera mitad eran Sola y Abde los que profundizaban, luego fueron Rioja y Javi López. También Hagi, con otros dos goles. El triplete, no obstante, se lo llevó un insistente Karrikaburu. Tres tantos en apenas veinte minutos. Gasolina moral para seguir en la brecha en una delantera que lideran Samu y Kike García, ayer sin minutos. Poco más que contar de uno de esos duelos que no se sabe muy bien si ensalzan o deshonran la Copa. Sea de una u otra forma, la goleada ya es historia alavesista.