Copa del Rey | Alavés-Real Betis

Amplio despliegue policial para el Alavés-Betis de Mendizorroza

Se trata de parte del protocolo habitual en esta clase de partidos. También se extrema la precaución, por ejemplo, a la hora de impedir que ultras de ambos equipos puedan cruzarse en los aledaños del estadio. De la misma forma, las restricciones afectan a la venta de entradas en taquilla, restringida el día de partido. El grueso de la afición del Betis ha accedido a la zona visitante del campo más de una hora antes del arranque del encuentro.

El objetivo es evitar que se reproduzcan los incidentes del duelo de la primera vuelta. Entonces la convivencia en el campo fue normal, pero la tensión escaló en la previa del choque. Varias decenas de encapuchados, presuntamente seguidores del Alavés, atacaron en un bar vitoriano a un grupo de hinchas visitantes. Entonces arrancó una batalla campal en la terraza del establecimiento, que quedó destrozada. Los incidentes se trasladaron, posteriormente, al interior del local, donde al menos se vació un extintor.

La pelea se saldó con la detención de un hombre de 31 años el mismo día de la trifulca, así como con la investigación de otros dos varones de 36 y 38 años, respectivamente. Al arrestado se le acusa de un presunto delito de desórdenes públicos y atentado a agente de la autoridad. Era sospechoso de «ir buscando a los hinchas del Betis para informar al resto». En el momento de la detención intentó «atropellar a un agente de paisano» que se había «identificado claramente», según la versión policial. Antiviolencia ha pedido sanción para 41 ultras por esos hechos.