Así es la Segunda División

Iñigo Vélez: «El balón parado y la calidad tienen mucha importancia»

Iñigo Vélez de Mendizabal (Vitoria, 40 años) busca un nuevo reto en un banquillo tras salir hace unos meses del Amorebieta. Con el cuadro vizcaíno vivió un idilio coronado con el ascenso por sorpresa a Segunda, pero que se terminó el pasado marzo. El técnico reconoce que el salto entre Segunda B y Segunda fue «muy, muy grande» en muchos aspectos. Desde el numérico –«mi último año en Segunda B son 106 equipos y pasas a 22», ilustra– al deportivo. «Un error defensivo en Segunda B puede ser gol o no. Cometes tres o cuatro por partido y es complicado que todos lo sean. En Segunda no todos se materializan, pero la calidad de los delanteros se nota. Hay que hacer partidos muy redondos», resume.

Además de su treintena de encuentros como técnico en la división de plata, acumula 160 como futbolista. Su experiencia la permite sentenciar que es «la categoría más igualada de todas» y que todos los partidos «se decantan por pequeños detalles». Aunque, con la perspectiva que le da su carrera de entrenador, ve algunos factores que pueden marcar la diferencia. «Tiene mucha importancia el balón parado y la calidad y el talento de las plantilla, como hemos podido ver este año», reconoce.

Esa calidad es clave para colgarse el cartel de favorito al ascenso. Cree que Alavés lo tendrá, pero no será el único. «También lo es el Granada, el Levante... Si le sumas que el Eibar no ha subido, que Las Palmas se ha quedado fuera y que Tenerife o Girona también se va a quedar uno fuera. El Oviedo, Sporting, el mismo Zaragoza», ilustra. Para «estar ahí», apela al «trabajo diario», un proceso «más largo si cabe en Segunda».

Sívori: «Para fichar debes demostrar que tu proyecto es ilusionante»

«Mucho, mucho trabajo», resume sobre su situación actual Arturo Igoroin, Sívori (Vitoria, 45 años). El exfutbolista es una de las cabezas pensantes del Cartagena, que este año se medirá al Deportivo Alavés. Desde su puesto de adjunto a la dirección deportiva planifica la plantilla del cuadro cartagenero, una de las revelaciones de la temporada al terminar noveno. Por eso, conoce bien qué deben ofrecer a los futbolistas para que los elijan. Una situación donde el Alavés cuenta con el músculo financiero, pero que deberá complementar con otros elementos. «Lo económico es importante, pero no tanto a la hora de firmar jugadores. Tienes que demostrarle que tu proyecto es ilusionante, que va a ser bonito. Hay otros factores que influyen para que el jugador se decante», recalca.

También enumera con claridad las cualidades que deben tener los futbolistas para estar en esa lista de futuribles. «En el tema físico la mayoría de jugadores están bien preparados», avanza. «Pero sobre todo se nota la regularidad», no solo en lo que al juego se refiere, sino también a la hora de mantener la cabeza fría. «Si hablamos de que Segunda es muy complicada tienes que ser muy regular y muy fuerte psicológicamente para soportar esa presión», explica.

Esa templanza es decisiva porque «dentro de una temporada hay dinámicas y estados de forma de jugadores» que, a veces, pueden relativizar esa teórica superioridad técnica. Pone el ejemplo del Alcorcón, que ha descendido como colista pese a tener «muy buenos jugadores». Pero, sobre todo, considera determinante no bajar el nivel. «Hasta el final de la temporada no hay nada dicho. Un ejemplo es el Eibar», recuerda.

Manu Barreiro: «Es primordial no encajar porque está todo muy parejo»

Manu Barreiro (Santiago de Compostela, 35 años) es un gran conocedor de la Segunda División, donde le avalan diez temporadas –las últimas cuatro en el Lugo–, 272 partidos y 61 goles. Y un ascenso, el que vivió en 2016 en el Alavés de Bordalás. «Ese año metíamos gol y sabíamos que íbamos a ganar», evoca. El reflejo de lo que, a su juicio, debe ser un equipo para estar arriba en la categoría.

«La clave es la regularidad, sobre todo en casa. Y la solidez, no encajar es primordial en Segunda», apunta el ariete gallego. El gran reto es «no tener altibajos», porque «hay equipos que tienen dos meses que lo ganan todo y después pasan otros dos sin ganar nada». Saber sobrevivir a los momentos malos de la competición, que los habrá, porque «es imposible mantener el nivel de juego y resultados tantas jornadas».

En esta categoría «es todo más igualado», recalca Barreiro. «En Primera sabes que hay cinco o seis partidos que sabes que no puedes casi ni competir, pero en Segunda cualquier rival de la zona baja puede ganar a los de arriba. Está todo muy parejo, no hay tantas individualidades, es una categoría complicada», reflexiona el ariete, aunque, con las ayudas económicas al descenso, sí encuentra diferencias con los equipos que bajan de Primera.

«Por presupuesto y jugadores, evidentemente. El año pasado el Eibar incluso pagó traspasos, algo que es muy raro en Segunda en España. Van a elegir a los mejores de la categoría y eso ayuda», explica Barreiro, que no cree que el Alavés vaya a tener problemas de adaptación. «No creo que paguen peaje. El golpe más duro es para los aficionados. Los jugadores descienden y es un palo, pero muchos de ellos no van a estar el año que viene».