El Alavés y el Ayuntamiento de Vitoria amplían la cesión de Mendizorroza hasta 2029

Pese a la obligación de formalizar la cesión, se trata prácticamente de un formalismo al tratarse de una infraestructura con marcado arraigo con el Alavés. El club albiazul es el que utiliza de forma exclusiva el recinto del Paseo de Cervantes. No obstante, el periodo de cinco años supone un margen muy superior al del último acuerdo, alcanzado el pasado mes de mayo y que fue sólo de un curso.

Entonces ambas partes acordaron prorrogar el acuerdo vigente por una cuestión técnica. El Alavés necesitaba contar con un estadio para poder cumplimentar su inscripción en la Liga. De esta forma, se mantuvieron las condiciones acordadas en el acuerdo suscrito en 2011, cuya vigencia inicial terminaba el año pasado.

El convenio hasta ahora en vigor se firmó en 1998 con una duración de veinticinco años y se volvió a rubricar con la misma fecha límite en 2011 tras haber sido suspendido dos años antes. En 2019, como publicó EL CORREO, el Alavés planteó extenderlo por 75 años, hasta 2094, si bien esa propuesta estaba orientada al entonces vigente plan de ampliación del estadio.

Así, el conjunto albiazul seguirá jugando sus partidos como local en Mendizorroza mientras define sus planes para el futuro. Cabe recordar que el estadio vitoriano sufre algunos achaques propios de su antigüedad y, de hecho, el club avanzó en su última junta de accionistas que busca «todo tipo de alternativas» para su estadio del futuro. Pero sin alcanzar avances significativos.

«Ahora estamos en un proceso de análisis y en cuanto tengamos definido cuál es el modelo que queremos lo plantearemos», apostilló el presidente albiazul, Alfonso Fernández de Trocóniz, en la Junta del pasado diciembre. «Nosotros respetamos esos tiempos», confirmó horas después la alcaldesa, Maider Etxebarria. «La Diputación está a la espera de lo que plantee el club», explicó por su parte el diputado general, Ramiro González.

«Estamos en un proceso de reflexión», había apuntado en diciembre de 2022 el propietario de la entidad, Josean Querejeta. Entonces el club lidiaba con los recurrentes problemas que sufre parte del estadio cada vez que llueve. Estos volvieron a repetirse el pasado fin de semana en el duelo ante el Rayo. El club ha realizado algunas reparaciones, pero achaca a los problemas a deficiencias estructurales de la estructura que hacen imposible una solución completa.

Sin embargo, tampoco hay acuerdo entre Alavés y Ayuntamiento sobre quién debe hacerse cargo de las reparaciones. El consistorio defiende que debe ser el club quien se encargue de cambiar la cubierta -con un presupuesto de entre 18 y 20 millones de euros en caso de sustituir la de todo el estadio- por no tratarse de un «elemento estructural». De serlo, debería ser el Ayuntamiento el encargado de hacerlo. Según el convenio, el Alavés debe hacerse cargo del mantenimiento y conservación del mismo. Y la entidad albiazul defiende que el cambio de cubierta escapa de esas atribuciones.